De los dos premios que obtuvo en The Bobs 2007, el concurso de blogs de la Deutsche Welle, el que más alegría le dio a María Amelia López fue el del público. Sus blogueros, que tanto la leían (¡y de todo el mundo, no sólo de España!), reconocían así su desparpajo, sus agudos comentarios y el hecho de que, “a sus añitos”, a esta gallega no le diese miedo el desconocido ciberespacio.

Con el premio al mejor Weblog en español y el del público, María Amelia fue galardonada en The Bobs 2007 por partida doble.
"Yo creo que a su edad ya tenía el orgullo inmunizado”, dice José Luis Orihuela, profesor de comunicación de la Universidad de Navarra, autor del libro La revolución de los blogs y miembro del jurado de The Bobs que decidió concederle aquel año, además, el galardón al Mejor Weblog en Español a María Amelia. “El blog le interesaba como un medio para acercarse a otras personas y, sobre todo, para transportar su fabulosa experiencia vital. Más que a ella, creo que el premio ayudó a que el mundo descubriera una manera distinta y muy original de utilizar esta plataforma, lejos de los círculos de iniciados a los que estábamos acostumbrados”.

Y ése es el legado que deja la “abuelita bloguera” ahora que, cumplidos los 97, ha abandonado este mundo y el virtual. Ella es la prueba de que “los blogs, como se prometió desde el comienzo, son realmente una herramienta que democratiza el acceso a la información y a la publicación”, asegura Orihuela, “y, gracias a la repercusión internacional que tiene The Bobs, el galardón sirvió para demostrarlo a escala global”.

La necesidad de comunicarse

“Enseñarle el Internet. Diréis vosotros... ¡qué lujo! ...más lujo os dieron vuestros padres”, así reza la tercera de las demandas de buen trato a los mayores de la familia que el pasado 15 de febrero publicó María Amelia en su blog: directamente después del derecho a una pensión digna y a evitar el relego a una residencia, la bloguera colocaba el tener acceso a la Red, y es que “el Internet es una necesidad para un anciano.”

Los blogs se están consolidando como medio de comunicación: un proceso del que la tercera edad no queda excluida. Muchos de sus miembros, recuerda Orihuela, recurren a Internet porque esta vía les permite mantenerse en contacto con los hijos, que se han ido a trabajar fuera, o con los nietos, que estudian en otros países. “Es la propia necesidad de comunicarse la que lleva a los mayores a acercarse a las herramientas de la web social”, dice el experto.

El blog de María Amelia fue un regalo de cumpleaños de uno de sus nietos: para que “estuviera entretenida”, y el entretenimiento internáutico acabó marcando la etapa final de su vida. La repercusión de A mis 95 años empezó a crecer paralelamente al número de comentarios. Pronto la prensa hizo cola para conocer a María Amelia y hasta un presidente se acercó a la pequeña Muxía para estrecharle la mano a la declarada socialista.

“Cuando estábamos examinando las 10 candidaturas que ya habían sido preseleccionadas en la fase final, en el jurado de The Bobs causaron mucho impacto los vídeos del blog de María Amelia: televisiones de todo el mundo habían enviado a sus corresponsales a Galicia para entrevistarla”, recuerda Orihuela, “era lo que en la industria del cine se llama un 'high concept': una mujer muy mayor comunicándose con unas herramientas que asociamos a la gente joven.”

La pasión marca la diferencia

Pero el éxito de María Amelia no sólo residía en encarnar lo inesperado. Era “su personalidad, su talento e incluso su vocación por transmitir con mucho afecto y sencillez sus conocimientos y experiencias lo que la ha hizo tan popular: junto a Yoani Sánchez, María Amelia se convirtió en una de las bloggers más conocidas del mundo”, puntualiza Orihuela.

María Amelia cada vez recurría más a los podcast, porque le resultaba más sencillo que pedirle a su nieto labores de mecanógrafo, y en Facebook descubrió que mucha gente no está realmente perdida, sólo repartida por el planeta. Ahora descansa como quiso hacerlo, con una vida vivida a sus espaldas y, tal vez, un día se la recuerde como una de las iniciadoras del movimiento de los “tecnoabuelos”.

“Va a ser difícil distinguir hasta qué punto ha sido ella la que ha animado a personas, no sólo de la tercera sino de cualquier edad, a escribir blogs”, indica Orihuela, “pero de lo que no cabe ninguna duda es de que, para todos los que estamos inmersos en el mundo de Internet, María Amelia es el ejemplo de que, en definitiva, lo que marca la diferencia son la pasión y las ganas de comunicarse”.

Autora: Luna Bolívar Manaut

Editoria: Emilia Rojas Sasse
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