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"Acá se venía de corbata y en tranvía"

A LOS 90 AÑOS, CARLOS VIDELA ES EL TESTIGO MAS VIEJO DE LA RURAL

Expone sus animales desde la década del 50. Jura que no faltó nunca y recuerda sus anécdotas.

Por: Diego Geddes
Clarín
Jueves 30, Julio 2009

Hasta que las tabas me den", responde el ingeniero Videla cuando se le pregunta cuánto tiempo más piensa seguir viniendo a La Rural. Tiene 90 años y hace 60 que es expositor. Conoce todo sobre La Rural, y todos lo conocen a él. "Será porque muchas macanas no me he mandado", dice.
Este hombre de 90 años ahora está tiempo completo en la muestra, en su rol de Director de Exposiciones. Es uno más dentro del enorme equipo de trabajo que lleva adelante esta 123° Exposición Rural de Palermo.
De La Rural de los años 50 recuerda los viejos galpones sobre la calle Sarmiento y el estado en que quedaba la calle Cerviño (que era de tierra y hormigón) después de la muestra: "Había que bachear todo cuando terminábamos". También compara con la feria de hoy: "Siempre vino mucho público, en épocas buenas y no tan buenas. Me acuerdo que la gente llegaba en el tranvía hasta Plaza Italia. Y en auto también, estacionaban sobre la avenida, en cualquier lado. Casi igual que ahora". También cambió la forma de vestir: "Acá antes la gente venía de saco y corbata. Aunque también estaban los que usaban bombachas, boina o gorra vasca", rememora.
Videla siempre pensó que alguno de sus tres hijos varones iba a seguir con el negocio ganadero, pero se dedicaron a otra cosa. "Es una lástima, aunque me sirvió para seguir activo".
Seguir activo significa estar de miércoles a domingo en su campo en Ranchos, provincia de Buenos Aires. Se levanta a las siete de la mañana para chequear el estado de los animales y estudiar los pedigrees.
Trabajó durante muchos años en Paraguay y allí se le prendió un hábito que hoy no negocia: "La siesta es impostergable. Después trabajo un rato más, hasta que cae el sol y refresca. Me tengo que cuidar", admite. Sin embargo, Videla es un hombre vital, al que no se le notan los 90 años. Jugó al rugby en la primera de CUBA y llegó a tener 5 goles de handicap en polo.
Una vez acompañó a Menem en su visita al predio, pero minutos antes de que llegara el entonces Presidente, una Holando Argentina se murió en uno de los pabellones en donde se desarrollaba la visita. "La tapamos con una manta, porque ya no hacíamos tiempo a sacarla. Pero justo el cabañero que estaba en ese box le cebó un mate y Menem se quedó ahí. Vio que algo había pasado. Pero después le cebaron otro mate, y otro, y otro más. Yo quería apurarlo y él seguía ahí. Nunca supe si se dio cuenta de que estuvo diez minutos mirando una vaca muerta".
Recuerda también la vez que participó de una entrega de premios accidentada: le dieron el premio de mejor chinchilla macho a un ejemplar hembra. Pero conoce la pista de Palermo como nadie. Sus animales han sido campeones y grandes campeones (cría la raza Jersey y Holando Argentina) y mantiene un récord: el toro Cadipa 89 Royal Torey fue campeón ternero junior, campeón y gran campeón. Esa es su mayor satisfacción. Cadipa, además, tiene un significado especial: las siglas de sus tres hijos Carlos, Diego y Pablo.

http://www.clarin.com/diario/2009/07/30/sociedad/s-01968278.htm