La salud, un derecho universal y fundamental, se ha convertido, según denuncia Médicos del Mundo, en un negocio. En palabras de su presidenta en España, Teresa González Galiana, “es muy duro, pues si la salud es un bien público, ¿cómo podemos comprarlo y venderlo?”.

Así, y con motivo de su conferencia Experiencia de proyectos con enfoque de derechos, González Galiana ha analizado las “aberraciones” que se cometen en torno a la salud en el mundo, señalando, a modo de ejemplo, que en Europa una mortalidad del 10 por mil se considera una barbaridad, mientras que en África, reducir a la mitad el 200 por mil de mortalidad infantil es un objetivo del milenio. “Un claro agravio comparativo”.

Asimismo, González Galiana ha indicado que la ONG a la que representa “está haciendo un giro de los proyectos de cooperación de ámbito sanitario hacia un enfoque de derecho a la salud con perspectiva de género”. Y es que, “el derecho a la salud no se ha contemplado como tal casi nunca. Sí el de asistencia sanitaria en los del norte. En los del sur, ni siquiera”.

Prácticamente todos los países del mundo acordaron en 1966 garantizar los derechos de los ciudadanos, pero, para González Galiana, “la gran mayoría no los cumple. Y eso que el derecho a la salud debería cumplir unos criterios que aseguren la disponibilidad, la accesibilidad, que sea respetuoso con todos y que posea calidad”.

A este respecto, ha comentado que “el principal problema de los sistemas nacionales de salud son las colas, la gestión de las esperas. Pero peor es un sistema como el de América Latina o África, donde se cobra por todo”.


AP, prevención y disponibilidad de asistencia

La Asamblea Mundial de la Salud aprobó el pasado mes de mayo tres resoluciones fundamentales: la Atención Primaria de Salud, que se asegure, por lo menos, el mínimo decente, para que cada persona tenga algún Centro de Salud cercano y que se eduque también en prevención.

En este contexto, a juicio de González Galiana, “a la hora de hablar de salud, no sólo hay que mirar cómo funcionan los centros u hospitales, sino también en el entorno en el que se encuadra una comunidad y los factores psicológicos, individuales, sociales que conforman la mentalidad de sus habitantes”.

Sobre el sexo femenino y la salud ha aludido a que “el caso de ser mujeres no se debe corresponder con ser un grupo vulnerable. Lo real es que se han vulnerado sus derechos”

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