Una de las viviendas para mayores del colectivo LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Travestis) llevará el nombre de Futuro XXI, mientras que la otra se llamará Arcoiris, informó Terra.es.

Carmen Trigo, al frente de Iniciativas Promotiser e impulsora de Futuro XXI, explicó que este emprendimiento es una manera de dar respuestas a los reclamos de la comunidad homosexual hacia la administración pública para dar vida a asilos específicos para ancianos con esta orientación sexual.

Las viviendas de este proyecto estarán ubicadas en las localidades de Ronda, Marbella y Estepona, y serán destinadas al alquiler por parte de ancianos homosexuales que quieran pasar sus últimos años de vida "en paz, entre amigos" y sobre todo en un ambiente "comprensivo con tu sexualidad".

Futuro XXI ofrece suites de lujo, salones comunes de TV, piscinas, gimnasio, sauna, un matrimonio que se encarga del servicio doméstico, un psicólogo y un seguro médico ofrecido por una compañía especializada en el colectivo gay.
"No se puede meter a los mayores en nichos, como en los geriátricos tradicionales, ni juntar a personas que no tienen nada que ver a nivel social o cultural, sin ningún interés o afición en común", dijo la empresaria.

El otro emprendimiento se llamará Arcoiris. Para Íñigo Armengod, director general del grupo inmobiliario que va a lanzarlo, la creación de este tipo de albergues es una manera de evitar la marginación a la que son sometidos los ancianos gays en los centros tradicionales, con lesbianas que son forzadas a vivir en habitaciones distintas, acoso y maltrato por parte de los compañeros de residencia, cuidadores que se niegan a tratar a homosexuales e incluso transexuales que deben volver a vestirse de hombres antes de ingresar al lugar.

"Estos mayores sufren un doble estigma. Junto al habitual rechazo hacia la vejez que fomenta la sociedad, ellos sufren además el estigma de su orientación sexual; muchos se niegan a ingresar en una residencia porque se verían obligados a 'regresar al armario'", sostuvo.

Arcoiris será un edificio de viviendas que se ubicará en Torremolinos, Málaga, uno de los énclaves del turismo gay de los últimos 30 años. Tendrá 27 pisos tutelados, desde estudios a terraza, que serán vendidos por un precio desde 100.000 a 240.000 euros. Contará con una visita médica semanal y con zonas comunes como cafetería, spa, gimnasio y salones de reunión. Estos últimos podrán ser visitados por no residentes, en lo que Armengol denomina "Club Arcoiris". Las obras comenzarán en 2010.

España no es el primer país del mundo que monta instituciones de este tipo. Muchos países de todos los continentes ya cuentan con ellos, encabezados por los Estados Unidos y seguidos por Australia, Suecia, India, la Argentina y Alemania, entre otros.

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