Es el spread más alto que puede encontrar el sistema entre todos los que deben calcularse para la tasa de un crédito. Y aunque en el sector adviertan que, tras una última resolución oficial, deberá ir “convergiendo” hacia abajo, lo cierto es que todavía muestra algún arraigo en el mercado. El riesgo de ser jubilado se paga caro en la Argentina cuando se trata de pedir un préstamo personal: las tasas que cobran los bancos para los plazos medianos pueden incrementarse hasta en 28 puntos porcentuales si el tomador del crédito es mayor a los 65 años.

En una entidad local de primera línea confeccionaron, estos días, un minucioso estudio de mercado que registró las tasas que se cobran actualmente en el sector, para cada segmento, y excluyendo a las mutuales. La medición, a la que tuvo acceso El Cronista, reflejó una enorme brecha entre los costos financieros totales (CFT) que se calculan para los clientes jubilados y los que no lo son. “El financiamiento a jubilados es el más seguro que existe, porque no tiene el riesgo del despido. Pero algunos aprovechan que tienen la vaca atada: el jubilado no es de ir a hacer 80 trámites y planillas para decidir en qué banco quiere estar”, contó el gerente de un banco local.

El máximo de CFT que cobra el conjunto de las entidades bancarias alcanzaba, hasta la primera mitad de febrero, el 87,5% para los plazos de 24 y 36 meses. Pero se desplazaba a 108% y 116%, respectivamente, cuando la franja de la población “beneficiada” no estaba en actividad (ver infografía). O sea: un 32% adicional.

“No es más riesgoso, sólo que el seguro de vida es más caro. Como mínimo entre un 25% y un 30% más”, contó un banquero a este diario. Y reconoció, al mismo tiempo, que el aumento que provoca este seguro de vida sobre la tasa nominal se ubica comúnmente debajo de los 400 puntos básicos.

“Las tasas bajaron fuerte desde fin del año pasado, entre 15 y 20 puntos porcentuales, porque salió la resolución para las mutuales”, explicaron en una de las entidades con mayor inserción en el negocio. La resolución 336/2009, publicada el último 2 de diciembre, estableció un límite máximo de 41% al CFT de los créditos que otorgan a los jubilados las mutuales, cooperativas, y demás entidades financieras que tienen código de descuento con la Anses. Se espera que, pasados los 60 días de aplicación contemplados en la norma, el nuevo límite “empiece a regir sobre el resto de la plaza”.

En las entidades de mayor participación en el sistema explican que la demanda “viene sostenida” tras las últimas actualizaciones que se hicieron sobre los haberes jubilatorios: de 11,7% y 7,34%, en marzo y septiembre pasados, respectivamente. Se calcula que, actualmente, poco menos del 80% de los jubilados tiene un ingreso inferior al salario mínimo de toda la economía ($ 1.500). “El hecho de tener acceso a un crédito forma parte de la vida cotidiana de este segmento de la población porque con el ingreso que tienen no les alcanza para vivir”, comentó un banquero.

La jubilación mínima actual es de $ 827,23, y pasará a los $ 895 a partir del mes próximo. “En general, el promedio de préstamos que piden los jubilados es de $ 3.200 a $ 3.500, y de entre 24 y 30 meses. Son líneas a tasa fija, porque en la mayoría de los casos el tomador del crédito quiere tener una certitumbre sobre lo que va a pagar”, explican en una de las entidades con mayor inserción en el negocio.

http://www.cronista.com/notas/222528-prestamos-los-jubilados-pagan-28-puntos-mas-tasa