Puede ocasionar, además de enfermedades cardiovasculares, deterioro cognitivo leve, según un estudio español; "Lo que es malo para el corazón es malo para el cerebro", afirman
La Nación
Jueves 1 de abril de 2010
Tener los niveles elevados de colesterol LDL (conocido como malo) a partir de los 50 años puede producir no sólo enfermedades cardiovasculares, sino también alteraciones de las funciones cerebrales superiores y la aparición de un deterioro cognitivo leve, es decir, un trastorno asociado generalmente a la edad, que a menudo son la antesala de la demencia o el alzhéimer esporádico (no genético).
Así lo demuestra un estudio multicéntrico liderado desde el Hospital Clínic de Barcelona/IDIBAPS,la Fundación Hipercolesterolemia Familiar, la Universidad Internacional de Catalunya y la Medical University of South Carolina, entre otros centros.
El trabajo, publicado online en la revista The American Journal of Medicine, demuestra por vez primera la relación directa entre los niveles de colesterol elevado en sangre y los trastornos de las funciones cerebrales superiores, en especial las relacionadas con la memoria, la atención y la fluidez del lenguaje.
El deterioro cognitivo leve aparece cuando el paciente tiene déficit en dos o más áreas como la memoria, lenguaje, cálculo, orientación y juicio. Durante cinco años, el equipo multidisciplinar estudió a 47 pacientes mayores de 50 años con hipercolesterolemia familiar (HF), y a 70 personas sanas. El 22% de los pacientes con HF dio positivo en los test de valoración de las funciones cerebrales y sólo un 3% en los pacientes sanos.
Esperanza de vida. Las personas con hipercolesterolemia familiar sufren niveles elevados de colesterol LDL a lo largo de toda su vida. Este es un trastorno hereditario que padecen unas 100.000 personas en España (y en el 50% de los miembros de una familia). Sin tratamiento, se expresa con consecuencias graves en la edad adulta y puede reducir la esperanza de vida entre 20 y 30 años.
Es necesaria la prevención para actuar contra la enfermedad antes de que se produzcan daños irreversibles, dice Daniel Zambón, especialista de la Unidad de Lípidos del Clínic. La HF se trata con estatinas y una dieta saludable.
La detección precoz es fundamental para retrasarla o evitarla, y es necesario introducir los hábitos saludables en la infancia, añaden los expertos. ´Lo que es malo para el corazón es malo para el cerebro´, afirma Pedro Mata, presidente de la Fundación Hipercolesterolemia Familiar.
J. C. Ambrojo
EDICIONES EL PAIS, SL.
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