La psicóloga bahiense, que oficia como moderadora de un ciclo de charlas sobre adultos mayores, entiende que esta etapa representa una nueva oportunidad para saldar cuentas pendientes y descubrir aquello que a uno le hace feliz.
por JESICA MARSICO
La Nueva Provincia
Publicado por Mayores en Movimiento
Con el paso de los años, el cuerpo y las facciones ya no son las mismas.
Lo que ayer parecía fácil, hoy cuesta un poco más de esfuerzo (o mucho más).
La experiencia modifica la forma de ver y de entender las cosas.
Surgen nuevas inseguridades sobre la salud y su deterioro.
Los miedos y la soledad se apoderan de los pensamientos y de las emociones, así como la dificultad de encontrar un lugar al cual pertenecer.
Sin embargo, más allá de lo expuesto, también la vejez devuelve un espacio perdido durante la infancia y la adolescencia: el del júbilo.
Es en esta etapa cuando las responsabilidades y obligaciones que se cargaron sobre los hombros durante la adultez, se vuelven más livianas.
El reloj avanza mucho más lento y permite aprovechar las horas de sol para caminar, aprender tejido, jugar a las bochas o deleitarse con las películas de Fred Astaire y Ginger Rogers.
Abandonada la rutina del trabajo y del hogar, surge la necesidad de reorganizarse luego de dar este gran paso que, como todo, responde un orden lógico de crecimiento.
Cómo rearmar la vida al llegar a la vejez y cómo encontrar en esta oportunidad una ventaja única, es el objetivo que persigue la psicóloga Jésica Mársico con sus encuentros abiertos que todas las semanas tienen lugar en diferentes centros de jubilados de nuestra ciudad.
Desde hace cuatro años y con el aval de la Clínica Privada Bahiense, la licenciada brinda un espacio para debatir acerca de los tópicos más comunes entre los adultos mayores, cumpliendo el rol de moderadora.
Siguiendo tres líneas de análisis (la psicológica, la biológica y la social), Mársico plantea, además, la posibilidad de hallar en cada encuentro una respuesta a las preocupaciones que recibe en su consultorio.
Fue así que en esta última semana surgió el tópico "La vejez y sus ventajas", que ofrece una mirada distinta de esta etapa, entendida como una oportunidad para conocerse y aprovechar el tiempo para disfrutar.
Ventajas por descubrir.
Según Mársico el paso de la adultez a la vejez se da una vez que se llega a la jubilación.
"Este es un premio que uno recibe por haber trabajado durante tantos años, más allá del valor económico que esto signifique", destacó.
Muchos pueden interpretar esta nueva etapa como una luna de miel, en la que pueden hacer todo aquello que les quedó pendiente.
Para otros, el cambio resulta brusco y, como consecuencia, comienzan a florecer sentimientos de tristeza y vacío.
"Llega un momento en que, realmente, parece que el tiempo sobrara. Por eso es importante contar con los recursos para rearmar la propia vida, más allá que no se tenga un horario por cumplir".
Y es allí donde, según la psicóloga, comienzan a aparecer las ventajas y el disfrute.
"Más allá de las limitaciones que surgen por la edad, es importante tratar de descubrir qué es lo que realmente a uno le gustaría hacer y adaptarlo a su realidad".
Opción saludable. A diferencia de otras generaciones, que se limitaban a pasar su vejez en el confort del hogar, hoy son muchas las opciones que se ofrecen.
Programas que van desde un chocolate caliente en un centro de jubilados a una competencia de bochas o un baile familiar un sábado por la noche. La oferta es inmensa.
"En los últimos años la aparición de centros fue fundamental, porque brindó a los adultos mayores la posibilidad de elegir entre esperar a que San Pedro los llame o hacer algo con esta etapa a la que tienen la suerte de haber llegado", señaló Mársico.
Agregó que para sacar el máximo provecho, es primordial perder la resistencia al cambio y a conocer cosas que no pertenecen a la propia generación.
También remarcó que resulta necesario desarrollar la capacidad de adaptación y motivar la comunicación con los pares.
"En la medida en que los adultos mayores comiencen a relacionarse, podrán generar nuevas redes y compartir actividades. De esta manera encontrarán un nuevo lugar en el mapa social".
Incluso la realización de actividades, tanto recreativas como culturales, ayudan a mantener la mente alejada de pensamientos negativos y evita la generación de enfermedades psíquicas y del estado de ánimo, como la depresión.
"Hoy nuestros abuelos cuentan con una libertad que antes no tenían. A través de su experiencia, tienen una mayor capacidad para la toma de decisiones y manifestar lo que sienten.
"Es importante que sepan aprovechar esta oportunidad para ser felices y desmitificar la creencia de que el paso de los años sólo se manifiesta en forma negativa".
SOLEDAD LLOBET
Cuatro claves para disfrutar.
1. Desarrollar la capacidad de adaptación a los cambios.
2. Poder compartir e identificarse con pares.
3. Realizar actividades en grupo.
4. Encontrar un lugar donde expresarse y al cual pertenecer.
Fuente:
http://www.lanueva.com/edicion_impresa/nota/4/07/2010/a74157.html