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Factores de riesgo cardíaco: menos tabaco y más obesidad

En Argentina se redujeron el consumo de tabaco y la exposición al humo, pero aumentaron el sobrepeso, la obesidad y el sedentarismo, factores que inciden en el desarrollo de las afecciones cardiovasculares, según informó el Ministerio de Salud para el Día Mundial del Corazón

Prensa Argentina
26/9/2010

Además de recomendar a la población una serie de prácticas saludables que reducen el riesgo de infartos y otras afecciones cardíacas, el Ministerio de Salud de la Nación precisó que en lo que va del año ha financiado 790 operaciones de cardiopatías congénitas a niños en 16 hospitales públicos de todo el país y avanza hacia la eliminación de la lista de espera para este tipo de intervenciones.

Las enfermedades cardiovasculares y los infartos se cobran más de 17 millones de vidas al año en todo el mundo, por lo que a partir de 2000 la Federación Mundial del Corazón estableció que el último domingo de septiembre se celebre el Día Mundial del Corazón con el fin de generar conciencia y promover medidas preventivas capaces de reducir su impacto en la sociedad.

La II Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR), realizada el año pasado por el Ministerio de Salud y cuyos resultados acaban de conocerse, detectó una baja en el consumo de tabaco y la exposición al humo en Argentina con respecto al sondeo efectuado en 2005.

“El consumo de tabaco pasó de abarcar al 29,7 por ciento de la población en 2005 al 27,1 en 2009, lo que representa una baja de prácticamente tres puntos y está relacionado con las políticas del Programa Nacional de Control del Tabaco, que promociona los ambientes libres de humo”, afirmó Sebastián Laspiur, director de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Trasmisibles de la cartera sanitaria.

Luego de vincular la disminución con el hecho de que “ha cambiado parte del entorno físico y social, que hace que no se pueda fumar en cualquier lugar”, el funcionario destacó que la exposición al humo de tabaco se redujo del 52 % al 40,4 %, especialmente en las provincias donde rigen leyes de ambientes cien por ciento libres de humo.

Además, remarcó que los efectos de la menor exposición al humo de tabaco sobre la posibilidad de desarrollar enfermedades del corazón son medibles en el corto plazo.

“Por ejemplo, según nuestros estudios, en la provincia de Santa Fe a sólo un año y medio de haber implementado una ley provincial fuerte en relación a los ambientes sin humo lograron reducir en un 30 por ciento los infartos”, reveló Laspiur, quien además indicó que con esta clase de normativa los fumadores reducen el consumo de tabaco.

Según la ENFR, desarrollada conjuntamente por la cartera sanitaria y el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el 53,4 % de la población presenta exceso de peso.

La obesidad pasó del 14,6 % en 2005 a 18 el año pasado, mientras que el sobrepeso se mantuvo en el 35,4 %.

El relevamiento abarcó a 35.000 personas mayores de 18 años que viven en ciudades de más de 5.000 habitantes en todo el territorio nacional.

En la encuesta se utilizó una metodología validada en 2005, ocasión en que se realizó la primera muestra, lo que permite comparar los datos obtenidos con la situación anterior.

“Hay una relación directa entre la obesidad y la enfermedad cardiovascular. La obesidad provoca diabetes, que es en sí uno de los factores más fuertes de riesgo para enfermarse por eventos cardiovasculares o cerebrovasculares. Por otro lado, la obesidad aumenta el colesterol, la presión arterial y se asocia con mayores niveles de colesterol malo y de triglicéridos, que son factores de riesgo que contribuyen y suman a la posibilidad de que la gente sufra un infarto”, sostuvo Laspiur.

Además, el funcionario advirtió que “la obesidad tiene que ver también con el incremento del sedentarismo, una de las cuestiones que explican este ascenso, que está ocurriendo no sólo en Argentina, sino prácticamente en todo el mundo y se debe a cambios que tienen que ver con los entornos físicos y sociales, como el crecimiento del parque automotor y la aparición de nuevas tecnologías”.

La Encuesta de Factores de Riesgo también detectó que la inactividad física se incrementó significativamente, al pasar del 46,2 % en 2005 al 54,9 el año pasado.

Respecto de la alimentación, el muestreo indicó que sólo el 4,8 % consume diariamente cinco porciones de frutas y verduras, mientras que el 25,4 % agrega siempre sal a las comidas.

Cuidando el corazón de los más chicos

Con 16 hospitales públicos operando a niños con cardiopatías congénitas, en lo que va del año el Ministerio de Salud de la Nación ya ha dado respuesta a 790 chicos que estaban en lista de espera para someterse a una intervención que les permitiera tener una mejor calidad de vida.

A través del Plan Nacer, la cartera sanitaria financió operaciones cardíacas, estudios diagnósticos y traslados de niños menores de 6 años con malformaciones congénitas del corazón que no contaban con cobertura sanitaria y hasta 2015 destinará un total de 187 millones de dólares para cubrir 13.000 operaciones y salvar la vida de los 2.200 niños que nacen cada año con un problema en el corazón y requieren una cirugía de alta complejidad.

“El objetivo es que todos los niños y niñas que padecen una cardiopatía congénita tengan acceso a una atención integral y de calidad, independientemente del lugar donde nazcan o residan”, señaló Martín Sabignoso, coordinador del Plan Nacer.

De las 9.341 muertes de menores de un año que se produjeron en Argentina en 2008, el 23% fueron por cardiopatías congénitas, indicador que el Ministerio de Salud pretende disminuir considerablemente.

Para lograrlo, junto con la Dirección de Maternidad e Infancia y la Dirección Nacional de Calidad en Servicios de Salud de la cartera sanitaria, el Plan Nacer conformó el Ente Coordinador del Programa de Cardiopatías Congénitas, que funciona en el Hospital Nacional de Pediatría “Juan Garrahan” de la ciudad de Buenos Aires.

Desde allí se coordina la derivación, traslado, tratamiento y seguimiento de los chicos con cardiopatías congénitas de todo el país, con el fin de aprovechar la capacidad ociosa existente en el sector público y asegurar las mejores condiciones de atención posibles en función de la complejidad, urgencia y residencia del menor.

Al respecto, Sabignoso destacó que “algunos de los hospitales que se sumaron a la red ya duplicaron la cantidad de operaciones de cardiopatías congénitas” y agregó que “eso representó menos viajes de chicos desde las provincias hacia Buenos Aires, dado que hemos elegido instituciones que tienen la máxima calidad de atención para garantizar los mejores tratamientos, ya que está en juego la vida de los niños”.

Los establecimientos adheridos a la red en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires son el Hospital Ricardo Gutiérrez, el Hospital Pedro de Elizalde y el Hospital Juan Garrahan, mientras que en el Gran Buenos Aires la integran los hospitales Alejandro Posadas (El Palomar), Federico Abete (Malvinas Argentinas) y El Cruce (Florencio Varela).

Completan la nómina los hospitales Sor María Ludovica de La Plata, Materno Infantil Victorio Tetamanti de Mar del Plata, Santísima Trinidad de Córdoba, Humberto Notti de Mendoza, Víctor Vilela de Santa Fe, el Hospital de Niños Jesús de Tucumán, el Castro Rendón de Neuquén, el Orlando Alassia de Santa Fe, el Hospital de Niños de Salta y la Institución de Cardiología de Corrientes.


Recomendaciones para un corazón sano

• Reducir el consumo de sal (hasta 5 gramos diarios), aún quienes no sufren hipertensión arterial, ya que disminuye el riesgo de infarto. Esto se puede hacer cocinando sin sal, agregándola después de cocer los alimentos y retirando el salero de la mesa, además de consumir productos con menos sal agregada.
• Realizar actividad física. Caminar al menos 30 minutos diarios la mayor cantidad de días posibles a la semana. Cualquier actividad moderada, como moverse, bailar, pasear al perro, lavar el auto u otra acción que incluya movimiento, disminuye el riesgo cardiovascular.
• Incrementar el consumo de frutas y verduras. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para evitar las afecciones del corazón se deben ingerir por lo menos cinco porciones al día (en Argentina sólo lo hace el 4,8 por ciento de los habitantes). También se deben evitar las grasas saturadas, las grasas animales, la fritura y los alimentos industrializados que contengan grasas trans.
• Dejar de fumar. El consumo de tabaco aumenta el riesgo cardiovascular. El cigarrillo es causante de la mayor cantidad de los infartos evitables.
• Consultar al médico para que estudie el estado de salud cardiovascular en relación a la hipertensión arterial, el peso, la medida del corazón y evalúe los factores de riesgo.

http://www.prensa.argentina.ar/2010/09/25/12233-factores-de-riesgo-cardiaco--menos-tabaco-y-mas-obesidad.php

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