Estaban felices, lindas, seguras de sí mismas. Y así salieron a la pasarela como verdaderas profesionales. Cada una pudo lucirse y desfilar mientras el público las aclamaba y aprobaba la puesta. Veintiocho mujeres reales vestidas por Pablo Ramírez, Martín Churba, Mariano Toledo y Laurencio Adot, entre otros grandes diseñadores argentinos, fueron convocadas ayer por Clarín Mujer a un desfile muy particular en Buenos Aires Alta Moda, la semana de colecciones que se realiza en el Sheraton. La propuesta fue reafirmar la tendencia que apuesta a una moda y a una belleza auténticas, que ponen en jaque al Photoshop y al exceso de cirugías, y se juega por talles reales, tema central para el suplemento.

María Laura Santillán fue la encargada de presentar a cada una de las modelos reales, vestidas de negro con un detalle de color. ¿El público? Más de 700 lectoras del diario. En la pasarela coincidieron Ides Kihlen, una artista plástica de 93 años, y su colega, Karina El Azem, embarazada de siete meses. También desfiló la galerista Orly Benzacar.
Virginia Elizalde, espléndida a sus 55, se permitió llevar un vestido mini de pailletes. La terapeuta familiar y escritora Laura Gutman desfiló con un bebé de nueve días.

La cantante Deborah Dixon bailó y cantó en la pasarela, Héctor Suasnabar. María Medici, diseñadora de joyas, se preguntaba si podría caminar sobre los tacos de diez centímetros que Fabián Medina Flores, el estilista del desfile, había elegido para ella. El clima era de euforia. Y todas se soltaron a la hora de salir a la pasarela. La conductora Karina Mazzoco rompió el hielo y se llevó los primeros aplausos. Analía Maiorana, diseñadora de trajes de baño y lencería, revoleó ropa interior y Anika, dueña de una florería boutique, llevó como pulsera un bouquet floral.

La estilista Bebe Sanders, impecable y de largo, desfiló con un secador de pelo en la mano. La ciclista Daniela Donadio llevó una rueda de bicicleta; la ahora editora Natalia Graciano, su libro de moda Quiero y la fotógrafa Malala Fontán, una cámara de fotos antigua.

Monique Altschul, directora de la Fundación Mujeres en Igualdad, reflejó con una pancarta el espíritu del desfile: “La ley de talles no es un detalle menor”. Fue ovacionada.

A su turno, las diseñadoras Flavia Martini y María Cher invirtieron los roles y lucieron su propia ropa. La maquilladora Mabby Autino jugó a maquillarse en vivo. El diseño y la deco estuvieron representados por las decoradoras Milagros Resta, María Zunino y la arquitecta Paula D’Elia. ¿Figuras de otros ámbitos? Las actrices Jazmín Rodriguez, con look retro, y Julieta Novarro, sueltísima sobre la pasarela con shorts y bucaneras. También, la narradora de cuentos Ana Padovani, que desfiló cual reina con un vestido de cuello bien alto. Y la directora de cine Teresa Costantini, hiperelegante y vestida por Laurencio Adot. También compartieron el desfile una madre con su hija: la empresaria Silvia Maggiani, de la agencia de prensa Urban PR, y su hija Agostina, con look roquero.

El cierre estuvo a cargo de Catherine Fulop, quien con alegría caribeña lució sus curvas, orgullosa como siempre.

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