Médicos ingleses lograron curar a un hombre de 61 años, que padecía la enfermedad hace 30 años, trasplantándole células de páncreas de un donante muerto.
Clarín
09.03.2005
Un grupo de médicos británicos del Hospital del King’s Collage de Londres aplicó con éxito un nuevo método para curar a un hombre que padecía diabetes grave. Le trasplantaron células de páncreas de un donante muerto, lo que le permitió recuperarse de su enfermedad.
El inglés Richard Lane, de 61 años, que padecía diabetes desde hace 30 años, es la primera persona en ese país que fue curada de esa enfermedad y ya no necesita someterse a inyecciones de insulina.
La operación fue realizada por médicos británicos del Hospital del King's College de Londres, que calificaron la nueva técnica con trasplantes de células de "sin precedentes".
La información se conoció a través de la página oficial que tiene el King’s Collage, y aclara que el tratamiento "aún no es perfecto", ya que en algunos casos los pacientes podrían necesitar de un adicional suplementario con inyecciones de insulina.
El paciente fue sometido a su primer trasplante de células de donantes en septiembre pasado, seguido por un segundo tratamiento un mes después y un tercer trasplante en enero de este año.
Lane expresó que no se sentía tan bien desde hacía 30 años. "Me tengo que pellizcar para cerciorarme que no estoy soñando". Además, aclaró que solía sufrir caídas de presión por el bajo nivel de azúcar, que le provocaba continuos estados comatosos de varios minutos.
"Mi esposa sufría cada vez que salía de casa y estaba lista a llamar a los servicios de emergencia en caso de que me pasara algo. Ahora me siento mucho mejor, camino media hora al día y he bajado de peso", agregó.
También hay otros dos pacientes que se sometieron al mismo trasplante, aunque no reaccionaron de la misma manera: deberán recibir inyecciones adicionales de insulina, aunque en pequeñas dosis.
Cómo es el tratamiento
Este tratamiento con la utilización de células de páncreas fue creado por investigadores canadienses, quienes demostraron que los pacientes con diabetes tipo 1 podían vivir sin inyecciones de insulina una vez que se completara el transplante.
Aquellos que sufren de diabetes no pueden convertir el azúcar de la sangre en energía, debido a que la hormona de la insulina que permite ese procedimiento químico no funciona correctamente o no produce las células necesarias.
En el nuevo tratamiento, las células sanas son trasplantadas de páncreas de donantes e inyectadas en el hígado de los pacientes. Una vez trasplantadas, estas células comienzan a desarrollar su propio flujo sanguíneo y su propia insulina.
Stephanie Amiel, directora del tratamiento en el hospital del King's College, declaró que las implicaciones para el futuro "son enormes" ya que este procedimiento podría significar el fin de las inyecciones de insulina para pacientes que sufren de diabetes tipo 1.