Jubilarse parecía hasta hace poco algo sencillo e incluso predecible. Al cumplir la edad prevista, generalmente los 65 años, el esposo (y casi siempre era el esposo) recogía su placa o recordatorio de la empresa y él y su mujer, que se había quedado en la casa cuidando a los hijos, se acomodaban silenciosamente en sus sillones reclinables.
Glenn Ruffenach
The Wall Street Journal
Marzo 10, 2005
Hoy en día, dado que muchas mujeres se dedican a sus carreras fuera de casa, y cuando el retiro es visto como una oportunidad para tomar docenas de caminos, los desafíos y preguntas que rodean a la transición hacia la jubilación son cada vez más difíciles para las parejas.
¿Deben retirarse ambos al mismo tiempo, o uno de los dos quiere, o necesita, seguir trabajando? ¿Ambos tienen la misma percepción sobre qué hacer en el retiro, o lo ven de forma diferente? ¿Será este tiempo juntos la mejor etapa del matrimonio, o se volverán locos el uno al otro?
"El primer año [de retiro] para casi todas las parejas es difícil", dice David Arp, quien con su esposa, Claudia, fundó hace 22 años Marriage Alive International, un programa educativo para parejas. Durante el tiempo dedicado a la carrera y a la crianza de los hijos, "es muy fácil poner la relación en segundo plano", dice Arp. "De repente, uno mira a su alrededor y los hijos se han ido; tiene un montón de tiempo y no está seguro de conocer a la otra persona".
La mala noticia es que algunos matrimonios no sobreviven. El índice de divorcios en Estados Unidos entre personas de 55 años o más está superando al de la población general, señala Maryanne Vandervelde, una sicóloga de Seattle y autora de Retirement for Two (Retiro para dos), una guía para las parejas maduras.
Joel S. Savishinsky, un profesor de antropología de Ithaca College en Ithaca, Nueva York, hizo una crónica de la vida de 26 jubilados en un libro. "En el camino, seguramente se presentaron una cantidad de obstáculos que las parejas tuvieron que discutir y negociar".
Dado que las parejas con dos carreras son hoy muy comunes, escoger el momento del retiro (si ambos cónyuges dejan sus trabajos al mismo tiempo o si uno de ellos segue trabajando) se ha convertido en uno de las mejores herramientas para predecir cuán serenos o cuán difíciles serán los primeros años fuera de la oficina.
En su mayoría, los estudios muestran que las parejas funcionan mejor cuando marido y mujer se retiran al mismo tiempo. Phyllis Moen, profesora de sociología de la Universidad de Minnesota que ha estudiado a parejas y sus transiciones hacia el retiro, dice que si un cónyuge continúa trabajando después de que el otro se ha retirado, las tensiones son casi inevitables.
"Es como un sistema; si cambias una cosa, todo lo demás en la pareja cambia", dice Moen. "Si un cónyuge repentinamente se queda en la casa, y no lo hacía anteriormente, eso a menudo renueva desacuerdos latentes sobre, por ejemplo, los quehaceres domésticos".
Las esposas que siguen trabajando cuando sus cónyuges se retiran a menudo tienen la impresión de que sus esposos no hacen lo suficiente en la casa, dice. A los esposos, mientras tanto, les parece que están haciendo mucho. Por el contrario, cuando siguen trabajando y sus mujeres se retiran, los hombre creen que ha pasado a tener un ama de casa de tiempo completo. "Se puede crear mucho estrés en el matrimonio", dice Moen.
"Las mujeres se concentran más en el mundo exterior durante esos años, pero los hombres a veces hacen el recorrido opuesto", dice Vandervelde. "Los hombres, que a menudo se han concentrado totalmente en sus carreras a sus 20, 30 y entrados sus 40 años, comienzan a decir: '¿Esto es lo único que puedo hacer?' A menudo se perdieron ver crecer a sus hijos o no han conseguido el ascenso que querían. Así que comienzan a pensar: 'Bueno, necesito tener una relación con mi familia ahora'".
El gerontólogo Adam Davey dice que desearía que las parejas y los planificadores de retiro prestaran a la relación conyugal aunque sea una pequeña fracción de la atención que le prestan a cuestiones financieras relacionadas al retiro. Davey, un científico investigador para el Polisher Research Institute en North Wales, Pensilvania, dice: "Desarrollar expectativas realistas sobre cómo será el retiro, cuándo comenzará, y qué debe o no debe incluir, es algo que las parejas deben encarar con tiempo y revisar regularmente".
Casi todas las parejas entrevistadas para esta nota dijeron que cuando se tomaron tiempo para discutir el futuro, invariablemente descubrieron que cada uno tenía ideas diferentes sobre uno o más temas: cuánto viajar durante el retiro, dónde vivir, cuándo retirarse y si trabajar durante la madurez.