Así lo asegura un estudio del Instituto Nacional de Envejecimiento norteamericano. Hay 41 países, entre ellos Cuba, en los que la tasa de mortalidad infantil es menor que en los Estados Unidos.
Por Andy Robinson. . NUEVA YORK
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22.03.2005
Estados Unidos puede estar a punto de registrar la primera caída de la esperanza de vida de los últimos cien años y el responsable es la epidemia de obesidad que ya alcanza a los niños, según las últimas previsiones del prestigioso demógrafo Jay Olshansky, de la Universidad de Illinois.
Según el Instituto Nacional de Envejecimiento (NIA, por sus iniciales en inglés), que patrocinó el estudio, "la esperanza de vida del estadounidense medio puede descender entre dos y cinco años si no se logra frenar el aumento de la obesidad".
Las enfermedades relacionadas con la obesidad -desde problemas cardiacos hasta diabetes- pueden provocar un fuerte descenso de la esperanza de vida "conforme los niños obesos lleguen con su elevado riesgo de muerte a la mediana edad y a la vejez", advierte Olshansky, conocido desde hace años como uno de los demógrafos más pesimistas respecto a la evolución de la esperanza de vida.
Si Olshansky acierta, será enormemente significativo. A lo largo de los siglos los países desarrollados -con la excepción de Rusia en los últimos 15 años- han venido mejorando sus esperanzas de vida en una lucha contra la enfermedad y la desnutrición. La longevidad se considera un indicador clave del desarrollo humano. "Olshansky está previendo algo tan trágico como lo que ocurrió en Rusia en los años noventa, que es la única vez que hemos visto un retroceso en la esperanza de vida en un país civilizado en la edad moderna", dijo John Haaga, del NIA, en una entrevista para La Vanguardia.
La esperanza de vida en EE.UU. subió desde los 47 a los 77,6 años entre el año 1900 y el 2003 y sólo se registró una breve caída durante la epidemia de gripe española en 1918, dice Haaga. Estados Unidos registró los avances más rápidos en esperanza de vida durante muchos años, pero ahora es superado por muchos países europeos. Japón, con una esperanza de vida de 81 años, es el país de mayor longevilas dad, seguido de países europeos como Suecia (80 años), España (79 años) o Francia (78), según datos de la ONU correspondientes al 2003.
La obesidad se considera ya una epidemia en Estados Unidos y su incidencia en la población de niños y adolescentes es motivo de una fuerte preocupación. En 1970 en torno al 4% de los niños menores de 12 años eran obesos. En el 2000 este porcentaje había subido al 15% y ahora lo rebasa, según la American Obesity Association. Uno de cada cuatro mayores de edad es obeso.
Las previsiones de Olshansky son aún más alarmantes para los ciudadanos de menores ingresos y para minorías afroamericana e hispana. Estos segmentos sociales ya tienen esperanzas de vida más bajas que sus homólogos blancos y de mayores ingresos.Un hombre negro vive como promedio seis años menos que un blanco, debido al mayor riesgo de morir joven entre la población afroamericana, aunque más por motivos sociales que de salud.
Pero las cuestiones sanitarias son fundamentales también. Unos 45 millones de estadounidenses, muchos de ellos negros y latinos, carecen de cobertura médica debido a su situación económica. Las costumbres alimenticias de los pobres en EE.UU. son peores también y son los principales consumidores de comida rápida. En torno al 20% de los niños negros y latinos en Estados Unidos son obesos, frente al 11% de los niños blancos. "Hemos avanzado algo en cerrar la brecha de la esperanza de vida entre negros y blancos, pero si Olshansky acierta, vamos a ver un efecto desproporcional sobre negros, latinos y pobres en general", dijo Haaga.
La noticia sobre un posible descenso de la esperanza de vida se produce poco después de que el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) anunciara que la tasa de mortalidad infantil en Estados Unidos, otro indicador clave del desarrollo humano, subió en el 2002 por primera vez en 44 años. Ocho niños por mil murieron al nacer. Hay 41 países que tienen una tasa menor de mortalidad infantil que EE.UU., entre ellos Cuba. La tasa en Suecia, Japón y Alemania es la mitad o menos. En España, la tasa está en cinco por mil.
La mortalidad infantil, como la esperanza de vida, registra índices peores entre las familias de bajos ingresos, negros e hispanos. Un bebé negro tiene dos veces más posibilidades de morir que uno blanco. Una explicación de los malos resultados del país más rico del mundo en mortalidad infantil es que el 22% de sus niños nacen en la pobreza. Según el Economic Policy Institute de Washington, sólo el 6,8% de los niños alemanes pueden considerarse pobres, frente al 4,2% de los suecos, el 7,9% de los franceses y el 12,2% de los españoles.