Las pequeñas y medianas empresas, sobre todo, buscan personal con mucha experiencia y conocimientos específicos.
Clarín
Jueves | 24.03.2005
Empresa busca persona con experiencia relevante para gestión de sus activos operativos". "Banco busca persona con amplios conocimientos en créditos para industrias". Estos dos pedidos de personal se publicaron este mes en los diarios. Entre los 200 candidatos que se postularon para cada puesto, la consultora de recursos humanos eligió a dos: un hombre de 52 años para la empresa y una mujer de 55 años para el banco. Dos de los "rescatados" de una generación hasta hace poco excluida del mercado laboral.
Lo que parecía una utopía en la Argentina de la década de los 90, hoy es una realidad tangible: cada vez más empresas demandan empleados mayores de 35 años, apostando a la experiencia acumulada y a sus conocimientos específicos como valor agregado. El abanico de candidatos requeridos para los distintos puestos ahora abarca desde jóvenes de 25 hasta maduros de 60 años, ya en la frontera de la jubilación.
Según los especialistas consultados por Clarín, la tendencia se da especialmente en las pymes que pudieron superar la crisis del 2002. "Estas empresas que se habían quedado sin estructura, cuando empezaron a despegar tendieron a tomar empleados de más edad porque no tenían tiempo para entrenar gente inexperimentada. Quieren asegurarse personal bien fogueado porque su economía no les permite errores", señala la contadora Nora Moreau, quien dirige una consultora laboral.
"Muchos de los trabajadores de más edad, que ahora tienen mejores posibilidades de conseguir empleo, habían sido despedidos a partir de las fusiones, cierres y ventas de grandes empresas que reestructuraron todo el mercado laboral en los últimos años", puntualiza Edgar Medinaceli, director de la consultora Heidrick & Struggles.
La reincorporación de este grupo olvidado a pequeñas y medianas empresas trae aparejada una desventaja: los toman por un sueldo mucho más bajo del que tenían anteriormente. "Sin embargo, encuentran una posibilidad de generar proyectos interesantes, porque a las pymes les falta de todo", opina Moreau.
Los rubros más flexibles en la búsqueda de "veteranos" son los asociados a la industria, a la ingeniería, a los recursos humanos, a la administración y finanzas (sobre todo, impuestos) y a oficios que ya no se enseñan, como la carpintería o plomería.
Uno de los requisitos para reclutar a los mayores de 35 es que se hayan mantenido activos o hayan probado con algún emprendi miento propio en el último tiempo. "Ultimamente, se buscan personas con conocimientos específicos en algún área y que puedan aportar a la organización; muchos que cumplen con este perfil tienen no menos de 50 años", indica Medinaceli.
Este consultor asegura que la tendencia de ampliar la búsqueda se disparó porque las empresas comenzaron a darse cuenta de que habían sobreestimado la capacidad de los más jóvenes para desempeñar ciertas tareas ligadas al cambio tecnológico: "El mercado ahora sabe bien que hay que dejarlos madurar un poco para manejar una empresa".
Para Moreau lo que se produjo es "un cambio de paradigma que pone más de manifiesto la capacidad que la juventud". Y afirma que ahora se necesita básicamente "gente que sepa mucho y que sea más templada".
Otros expertos consideran que el fenómeno de incluir a los mayores en el mercado surge más por necesidad que por otra cosa. "Al no existir mano de obra adecuada para cubrir muchas de las demandas laborales actuales, es imperioso flexibilizar la búsqueda y extenderla a gente más grande. Pero si para un puesto de enfermero tenés un candidato de 25 y uno de 50, casi seguro contratan al más joven", explica Fernando Moyano, de la consultora Auren. "Los empleadores creen que la edad trae, además de experiencia, algunas rigideces; por ejemplo, en la adaptación a los cambios tecnológicos", agrega.
No obstante, Moyano reconoce que la incorporación de gente mayor a las empresas es "una excelente oportunidad para enriquecer el trabajo en equipo". Y asegura que "la buena integración en el trabajo no tiene que ver con la edad, sino con la actitud de cada uno frente a las tareas".
-------
Idealización
Horacio Convertini
hconvertini@clarin.com
"Viejo es el viento pero igual sigue soplando", decía un ex campeón mundial de boxeo que se negaba al retiro, mientras despachaba a más de un pibe lozano y musculoso. La idealización de la juventud es, como todas las idealizaciones, una apuesta incierta. No por ser joven se es necesariamente más capaz ni más entusiasta ni más responsable. Acaso sí, ante un mismo empleo, el aspirante de 24 años tenga menos pretensiones económicas que el veterano de 50. Lo que abre una duda: ¿cuántas políticas de personal, con el bonito discurso de abrir posibilidades a las nuevas generaciones, habrá apuntado únicamente a bajar los costos laborales?