Gerontologia - Universidad Maimónides

Marzo 26, 2005

Consultoría filosófica o la búsqueda del sentido de la vida

La madre de las ciencias abandonó su lugar puramente académico y desde una perspectiva más pragmática busca ayudar a resolver los problemas existenciales de cada persona en particular

La Nación
Sábado 26 de marzo de 2005

Tras siglos de estar restringida al universo teórico, la filosofía se expandió más allá de las universidades y se inmiscuyó de a poco en cafés, grupos de discusión y consultorios, como una manera de retomar la práctica de los antiguos pensadores griegos -que examinaban las cuestiones esenciales en plazas y jardines- y allanar el camino para encontrar el sentido de la propia vida.

Esta nueva aplicación de la madre de las ciencias, que es en realidad un retorno a sus fuentes, se conoce como consultoría filosófica y apunta a ayudar a resolver los problemas existenciales de cada mortal en particular.
La intención no es reemplazar la psicoterapia. Se trata más bien un complemento, una alternativa.

A diferencia de la psicología tradicional, la orientación está puesta en función de un proyecto, no de un conflicto. Lo que se busca es que la persona descubra si lo que está haciendo es coherente con la vida que quiere llevar y las distintas corrientes filosóficas son las guías para resolver la cuestión.

Más que una tendencia a revisar las emociones o el pasado, es una orientación a examinar la estructura de pensamiento, con el futuro y al presente como foco.

"Una persona vive hoy un problema determinado porque lo percibe con una estructura de pensamiento determinada. Si lo percibe de esa manera y se siente que no puede convivir con ese problema, hay que mostrarle los caminos alternativos para que lo pueda percibir de otra manera", señaló Gerald Cresta, consultor filosófico a LA NACION LINE .

A pesar de que es un trabajo mayoritariamente racional, también se atiende al sentimiento, pero se contesta no desde una verbalización sino desde otro sentimiento como contrapartida.

De la especulación a la práctica

Aunque en la Argentina comienza a dar sus primeros pasos, en Europa y Estados Unidos es una disciplina aceptada hace más de 20 años.

En el mundo se conocen tres líneas fundamentales. La alemana, liderada por el teórico Bert G. Achembach; la norteamericana, cuya cabeza es el autor del best seller "Más Platón y menos prozac", Lou Marinoff, y la ítalo-argentina, que, según explicó el psicólogo y consultor filosófico Andrés Sánchez Bodas, es un mix entre modos psicológicos interventivos y teorías filosóficas que sirven como guías para orientar al profesional.

No existen grandes diferencias entre unas y otras, aunque la europea se distingue por su carácter más especulativo y la norteamericana, fiel a su idiosincrasia, se presenta desde una perspectiva más pragmática.
La formación es en posgrado y la mayoría de los profesionales son psicólogos o filósofos.

Durante la especialización se van estudiando las diferentes líneas filosóficas y como cada una de ellas "en realidad" responde a una pregunta existencial de la vida.

"Por ejemplo, si el asunto de consulta es la angustia, Epicuro es un pensador que se ocupó mucho del tema. Si una persona está encarando un proyecto vital, una decisión importante en su vida, se reflexiona sobre el existencialismo, de la mano de Sartre o Heidegger", expresó Sánchez Bodas.
El método es básicamente el diálogo socrático. Las entrevistas duran alrededor de una hora y constan de tres partes: la descripción, el análisis reflexivo y la respuesta.

Así, expuesto el dilema, el profesional busca en el universo especulativo de la filosofía y la convierte en práctica, al exponer como alternativa una línea de pensamiento ya sostenida por otros como Nietzche, Aristóteles, Sartre o Kant.

No obstante, se intenta que el consultante vaya descubriendo su particular manera de mirar el mundo: "Aquí no valen las recetas previas. Se intenta que la persona busque la concreción de sí misma. Cada ser humano busca comprender y ser comprendido, pero desde él mismo, no desde una teoría general", explicó Cresta.

Para adentrarse en una experiencia de este tipo no se necesita ser erudito. Basta con la voluntad para reflexionar sobre la existencia personal pues como versa el refrán popular: todos somos un poco filósofos de nuestra propia vida.

Constanza Longarte
clongarte@lanacion.com.ar

Filosofía de café

Una alternativa de la filosofía llevada a la práctica son las charlas organizadas en cafés, centros o departamentos particulares donde se exponen temas y se disertan sobre ellos desde numerosas perspectivas.

La idea es aprovechar espacios públicos, a la usanza de Sócrates en la Antigua Grecia, y reemplazar el ágora por confiterías donde, café de por medio, se discuten cuestiones esenciales como el amor, la fidelidad, la muerte, el futuro.

El tema puede ser elegido de antemano por el coordinador -experto en la materia-, o por los presentes. Luego, cada uno va exponiendo su particular manera de entender el asunto y se va relacionando lo dicho con distintas teorías filosóficas.

Se busca que la persona se conecte más con su propia filosofía, después de reflexionar sobre cada tema y, porque no, cultivarse.

La idea surgió en Francia y se extendió pronto por todo el mundo. En la Argentina, existen varios grupos. Alguno de ellos son:
* Clásica y Moderna: desayuno filosófico, coordinado por Guido Mizrahi. Callao 892
* Bar El Taller: dirigido por Florencio Noceti. Serrano 1595
* Epogé: Alsina 298. San Isidro Tel: 4743-3711
* Filosofía práctica para la vida cotidiana: coordinado por Roxana Kreimer Tel: 4784-0333

http://www.lanacion.com.ar/690767

Publicado por Licenciatura en Gerontología el día: Marzo 26, 2005 07:36 PM