Esta disciplina nació a partir de experiencias realizadas con veteranos de guerra a mediados del siglo XX; hoy, complementa en muchos casos los tratamientos médicos tradicionales
La Nación
Sábado 16 de abril de 2005
La música está presente en nuestras vidas desde tiempos inmemoriales. El nacimiento del teatro en la Grecia antigua estuvo muy relacionado a ella y en las primeras tragedias nunca faltaba el coro como un personaje central.
Pero recién a mediados del siglo XX comenzó a verse desde una perspectiva científica la incidencia de la música sobre la salud de las personas.
Fue con experiencias realizadas con veteranos de la 1ª y 2ª Guerra Mundial que cobró forma la disciplina que hoy se conoce como musicoterapia.
En nuestro país, tuvo un gran impulso con la creación de la Asociación Argentina de Musicoterapia (ASAM) en 1966 y actualmente, aparte de la UBA, existen tres universidades que la dictan como carrera de grado.
La mayoría de las veces, las mejoras que se ven en los pacientes que hacen musicoterapia son cambios en la manera que éstos tienen de relacionarse y expresarse a través de los sonidos. De todos modos, la evolución es el correlato de una recuperación general, que excede el tratamiento con música.
El licenciado Marcos Vidret, presidente de ASAM, señaló algunos de los logros que permite este tipo de terapia:
* Mejorar la comunicación con los otros
* Reconocer la autopercepción
* Desarrollar y mantener determinadas capacidades físicas y cognitivas (especialmente movimiento y memoria)
* Acceder a emociones habitualmente ocultas o reprimidas
* Mejor comprensión de la persona a tratar, gracias a la evaluación de la expresión y percepción sonoras que tiene dicha persona
En cuanto al tipo de música con el que se trabaja, explicó que sobre todo debe tenerse en cuenta aquélla que sea significativa para el paciente, además de los aportes que considere el especialista.
Complemento para atenuar diversos males
Los casos de su implementación son numerosos y aumentan con el paso del tiempo: Alzheimer; autismo; discapacidad mental, sensorial o motora; adicciones; afasias; problemas psicológicos.
También hay estudios que aseguran los beneficios para revertir la agresividad, el insomnio, mejorar el carácter y la calidad de vida, aumentar la relajación y aliviar los dolores físicos producidos por enfermedades como el cáncer.
Se utiliza asimismo para ayudar a algunos adultos mayores. En estos casos, según Vidret, se promueve la socialización y autonomía de estas personas.
Durante el embarazo
Es algo bastante difundido que escuchar música durante el embarazo puede ser beneficioso para el bebé. Las experiencias musicales placenteras (ya sea escuchar música agradable, cantar o tocar algún instrumento) fortalecen el vínculo pre-natal y permiten que la madre viva mejor el proceso.
Virginia Lauricella
Vlauricella@lanacion.com.ar
De la redacción de LA NACION LINE
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Publicado por Licenciatura en Gerontología el día: Abril 16, 2005 04:29 PM