Buscan que estos aparatos los relajen y entretengan. Les ayudan a reducir el estrés, la depresión y la ansiedad
Infobae.com
17 de abril
Japón es uno de los países donde hay más ancianos, según un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Población. Pero es también, uno de los lugares donde mejor los tratan.
Paro, por ejemplo, es una foca bebé (en realidad, un robot) que se comporta como los animales de verdad. Su creación duró 12 años y le costó al Instituto Japonés de Ciencia y Tecnología 9,5 millones de dólares. La séptima versión de este prototipo de bebé-foca, creado por el equipo del profesor Takanori Shibata ingresó al libro de los récords Guinness como el mejor robot terapéutico del mundo.
Según la revista 'Época', de Brasil, Shibata explicó que en Japón "muchos hospitales e instituciones médicas se abstienen de utilizar animales de verdad –a pesar de estar convencidos de sus efectos positivos sobre los pacientes–, por miedo a las alergias, infecciones y mordidas".
Hay otros muñecos que imitan bebés. Hablan, se ríen y hasta piden abrazos. Fueron bautizados como Primo Puel, un nombre poco sugestivo que no ha sido impedimento para que se hayan vendido, solo en Japón, un millón de ejemplares.