Un tercio de ese grupo etario las sufre por lo menos una vez al año. La fractura de cadera es una de sus principales consecuencias.
Aconsejan controles médicos y actividad física
Publicado por Mayores en Movimiento
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Un tropezón puede convertirse en caída y cambiar drásticamente la vida de los mayores, a partir de los 65 o 70 años. Según las estadísticas internacionales, una de cada diez caídas en ese grupo etario produce un daño de envergadura.
Un reciente artículo publicado en la prestigiosa revista The New England Journal of Medicine (NEJM) recuerda que el problema es frecuente: “Por lo menos un tercio de los mayores de 65 años sufre una caída cada año. En la mitad de los casos, esas caídas son recurrentes”.
Las causas son múltiples y, si bien los riesgos se incrementan con la edad, en la mayoría de los casos pueden prevenirse.
Para la doctora Alicia Bagur, médica de planta de la Sección Osteopatías del Hospital de Clínicas José de San Martín, “existen muchos mitos en relación con el tema. Por ejemplo, que el mayor peligro está en la calle, pero, en realidad, la mayoría de las personas se cae dentro del hogar. En general se trata de una población que sale poco”.
Es normal, dicen los expertos, que las dificultades para mantener el equilibrio y la firmeza en el desplazamiento se acentúen con los años. Esos son algunos de los factores que propician las caídas, al igual que los problemas de visión y la ingestión de medicamentos que alteran las funciones de coordinación.
Señala la American Geriatrics Society (AGS) que “los predictores más importantes de caídas son la debilidad muscular, los cambios en el ritmo de la marcha, una caída previa o tomar drogas sedativas o antidepresivas”.
Ocupando alrededor el 10% de las emergencias y el 6% de las hospitalizaciones de urgencia en las personas mayores, estos traumas suelen tener como consecuencia una restricción de la movilidad y de la capacidad para realizar tareas cotidianas, como bañarse, vestirse o realizar los quehaceres domésticos
Osteoporosis
Aunque existen diversas lesiones que provocan las caídas, la fractura de cadera es la más frecuente.
Estas fracturas están estrechamente ligadas a la osteoporosis, una enfermedad que afecta a los huesos y predispone a estos traumatismos.
Según datos de la International Osteoporosis Foundation (IOF), la patología afecta a un tercio de las mujeres a partir de los 60 años.
"Una de cada tres sufrirá una fractura de cadera luego de los 80, mientras el mismo problema afectará a uno de cada nueve varones", advierte ese organismo.
Y agrega: "En 1990 en el mundo se registraron 1,7 millón de fracturas de cadera, pero en 2050 la IOF calcula que la cifra se elevará a 6,3 millones".
Cuenta la doctora Bagur que "hace diez años realizamos el primer estudio de incidencia de osteoporosis en el país, con un relevamiento en la ciudad de La Plata. Allí observamos que se fracturaban 379 mujeres y 100 hombres cada 100.000 habitantes cada año en el grupo de los mayores de 65".
También se concluyó que "los que más sufrían estas fracturas eran los que vivían lejos de sus familias."
Por otra parte, indicaron los investigadores locales en contra de lo que suele creerse, "los tropezones y las caídas no ocurrían mayormente en escaleras o sitios con desniveles sino en un mismo nivel. Por ejemplo: las personas se caían de noche, caminando por su habitación, cuando iban al baño."
También se verificó que la mayoría de los afectados consumía poco calcio, un elemento esencial para cuidar la fortaleza de los huesos desde la infancia, y que tenía deficiencia de otros nutrientes que benefician la salud ósea".
Proceso inverso
Agrega la especialista que "prácticamente todas las fracturas de cadera son secundarias a una caída."
Si bien no todas las personas mayores que se caen se fracturan, "la gente suele pensar que el hueso se rompe primero, eso produce un disbalance o pérdida del equilibrio y luego ocurre la caída. En realidad, el proceso es inverso: es el traumatismo lo que ocasiona la fractura, y por eso es importante prevenirlo", explica Bagur.
Como medida estratégica para los profesionales de la salud, la doctora Mary Tinetti, profesora de Medicina y Epidemiología, directora del Programa de Envejecimiento de la Yale University y autora del mencionado artículo del New England Journal of Medicine, aconseja: "Todos los pacientes mayores de 70 deben ser interrogados por su médico acerca de antecedentes de caídas y circunstancias en que ocurrieron. Evaluando los riesgos potenciales e implementando medidas concretas (ver recuadro e infografía) estos riesgos se pueden reducir".
Para Tinetti, es importante recordar que a pesar de que unas pocas caídas tienen una causa única la mayoría se debe a un juego de interacciones entre una predisposición a corto plazo (una enfermedad reciente que limita la marcha, por ejemplo) y una predisposición a largo plazo (falta de controles médicos de factores de riesgo), a las que se agregan los factores ambientales (un pozo en la calle).
Además de la tan difundida osteoporosis, los científicos han detectado otras enfermedades y condiciones que pueden predisponer a las caídas, entre ellas, la artritis reumatoidea, los síntomas depresivos, las patologías mentales y las musculares.
Para recordar
Controles
Visión y audición
Para evitar caídas se deben controlar con regularidad estos parámetros.
Medicamentos
Efectos adversos
Algunas medicaciones alteran la coordinación, la marcha y el equilibrio.
Movimientos
En la cama
Es fundamental levantarse y acostarse con cuidado.
Al caminar
Calzado cómodo
Conviene emplear zapatos cerrados en lugar de utilizar chancletas.
De compras
Objetos pesados
Aconsejan no trasladar demasiado peso para evitar perder estabilidad.
Por Valeria Shapira
Fuente: Diario La Nación