Quieren permanecer en sus empleos por más tiempo
Ochenta de cada cien personas están en contra de las leyes que fomentan la ausencia de trabajo en la vejez, según una encuesta del HSBC en diferentes países
InfobaeProfesional.com
Cuatro de cada cinco entrevistados dijeron que las personas deberían poder seguir trabajando hasta cualquier edad siempre que aún sean capaces de hacer bien su tarea.
La encuesta cubrió a entrevistados de Estados Unidos, China, Hong Kong, Brasil, Canadá, India, México, Reino Unido, Japón y Francia, países que representan más de la mitad de la población mundial
Alrededor de 80 por ciento de las personas encuestadas están en contra de las leyes que las harían dejar de trabajar cuando envejezcan.
La encuesta cubrió a entrevistados de Estados Unidos, China, Hong Kong, Brasil, Canadá, India, México, Reino Unido, Japón y Francia, países que representan más de la mitad de la población mundial, dijo el HSBC, que realizó el sondeo.
Seguir mientras se pueda
“Cuatro de cada cinco entrevistados dijeron que las personas deberían poder seguir trabajando hasta cualquier edad siempre que aún sean capaces de hacer bien su tarea'', dijo HSBC, con sede en Londres, el mayor banco de Europa por valor de mercado, en un informe por correo electrónico.
Los gobiernos buscan formas de hacer que las personas contribuyan más a sus propios retiros, reduciendo así la carga para el estado conforme aumenta la expectativa de vida. En Europa y Norteamérica en 1900 el promedio de las personas vivía hasta los 47 años, mientras que un siglo más tarde esa cifra era de más de 77, dijo HSBC.
En Estados Unidos y el Reino Unido, 90 por ciento de los encuestados dijo que la gente debería poder seguir trabajando, mientras que esa afirmación fue respaldada por 60 por ciento de los entrevistados en China e India, dijo HSBC.
Países como EEUU y el Reino Unido fijan los 65 años como la edad de retiro. Los ciudadanos británicos podrían tener que trabajar hasta los 70 para compensar un déficit de las pensiones de US$100.000 millones anuales, según un informe elaborado para el Gobierno el año pasado por Adair Turner, vicepresidente europeo de Merrill Lynch & Co.