Gerontologia - Universidad Maimónides

Junio 15, 2005

El componente genético de la depresión

Un estudio en Viena comprobó la relación entre la enfermedad y la construciión del cerebro. Este hallazgo descarta que las causas sean sólo bioquímicas

Infobae.com
15 de junio

La depresión, considerada durante mucho tiempo como mero proceso bioquímico en el cerebro, tiene un componente genético, según ha descubierto el psiquiatra austríaco Lukas Pezawas, jefe del consultorio clínico de psiquiatría en el Hospital General de Viena.
El experto examinó el metabolismo de serotonina y descubrió un circuito en el cerebro influido por factores genéticos que acoge las emociones negativas y, en interacción con varias zonas cerebrales, puede provocar la depresión.
En estudios realizados en cooperación con el National Health Institute de Bethesda, en EEUU, mediante la así llamada tomografía funcional de resonancia magnética, el científico austríaco constató que ese circuito cerebral debe ejercer la función de amortiguar las impresiones negativas.
Según las conclusiones alcanzadas, un gen transbordador de serotonina desempeña un papel clave en el estado de ánimo. Este gen existe en dos variantes: una larga, más resistente al estrés, y otra, anormalmente corta y más sensible, en cuyo caso el cerebro llega a ser vulnerable. De esta manera aumentan las emociones negativas y las angustias, y se producen depresiones a consecuencia de cualquier experiencia traumatizante a lo largo de una vida.
Durante mucho tiempo, se creía en las causas puramente bioquímicas de la depresión, por haberse descubierto substancias como la hierba de San Juan, que influyen en el metabolismo de serotonina y mejoran las depresiones.
El trabajo de Pezawas y su equipo, publicado en la revista especializada "Nature Neuroscience", ha podido probar ahora que no todo depende de la química, sino que hay una relación entre la depresión y la construcción del cerebro.
Se ha descubierto que la serotonina ya se produce durante el desarrollo del feto, antes de que disponga de células nerviosas, y contribuye a diferenciar y coordinar las vías nerviosas, por lo que influye directamente en la formación del cerebro.
Ya se sabía que las personas portadoras de la variante corta del gen transbordador son más bien miedosas y tienen una mayor inclinación a las depresiones, tanto más cuando sufren experiencias traumatizantes como malos tratos o abuso sexual en la infancia, una violación o vivencias de guerra.
Pero no se sabía cuáles son las causas exactas, y ahora se ha comprobado que hay dos regiones del cerebro especialmente implicadas: la amígdala cerebral, como sede de las reacciones de miedo y fuga, y el cíngulo, que revisa las reacciones espontáneas de ánimo y es responsable de las disposiciones de ánimo.
Las personas portadoras de la variante corta del gen muestran reacciones de miedo más fuertes que las demás, lo que, según los estudios del investigador, se debe a una comunicación reducida entre amígdala y cíngulo.
Como consecuencia terapéutica de su descubrimiento, el investigador ve la posibilidad de compensar en una fase embrionaria temprana una eventual escasez de serotonina para influir en el desarrollo del cerebro, de manera que se pueda evitar la depresión en la vida futura de la persona afectada.

Publicado por Licenciatura en Gerontología el día: Junio 15, 2005 05:46 PM