Gerontologia - Universidad Maimónides

Junio 14, 2005

Dicen que el cigarrillo y la obesidad aceleran 9 años el envejecimiento

Lo asegura un estudio realizado por científicos británicos que comprobó que fumar y estar excedido de peso disminuye los códigos genéticos del ADN.


Clarín
Martes | 14.06.2005

Se sabe hace tiempo: fumar y tener sobrepeso no es bueno para la salud. Pero ahora un estudio realizado por científicos británicos y estadounidenses reveló precisamente cuáles son sus consecuencias: tanto el cigarrillo como la obesidad aceleran nueve años el proceso de envejecimiento.
La investigación -publicada por la revista británica The Lancet- fue realizada por especialistas del Hospital St. Thomas de Londres. En el estudio, los expertos compararon a personas que fuman y están excedidas de peso con un grupo de no fumadores -de la misma edad- que se encontraban en buen estado físico.
Los resultados fueron contundentes: aquellos que fumaban y tenían un importante sobrepeso presentaban una aceleración en el proceso de envejecimiento del ADN. Los científicos descubrieron que el cigarrillo y la obesidad son factores de riesgo que pueden causar muchas de las enfermedades que provocan el envejecimiento.
El estudio comprobó que las personas que fuman y tienen sobrepeso tienen menos telómeros en el ADN (códigos genéticos importantes para la regulación de la división celular que limitan las terminales de cromosomas, protegiéndolos y estabilizándolos).
"Lo que hemos comprobado aquí es que el cuerpo envejece directamente por el acto de fumar, no sólo por los problemas de corazón o pulmones. Fumar y estar clínicamente obeso acelera el reloj de los cromosomas”, explicó Tim Spector, jefe de la investigación del Hospital de St. Thomas.
Los telómeros se reducen cada vez que una célula se divide -hasta que dejan de existir- haciendo de la división celular sea un proceso cada vez menos confiable y aumentando el peligro de enfermedades y desórdenes.
El equipo de investigadores estudió un grupo de mujeres de entre 18 y 76 años, 119 de ellas clínicamente obesas, 203 fumadoras y 369 ex fumadoras. Al analizar las pruebas de sangre para el ADN, los expertos hallaron que la longitud de los telómeros decrecía con la edad, como era esperado. Sin embargo, en las mujeres obesas y fumadoras los telómeros eran mucho menores que los de aquellas de la misma edad que nunca fumaron o tenían un buen estado físico.
Así, los científicos descubrieron que cada año que los pacientes habían fumado equivalía a la pérdida de un 18 por ciento adicional en el nivel promedio de reducción de los telómeros.

Publicado por Licenciatura en Gerontología el día: Junio 14, 2005 05:53 PM