En qué lugar de la pirámide alimenticia encajan las personas mayores? La respuesta no parece ser muy apetitosa que digamos.
Por Kelly Greene
The Wall Street Journal
Junio 2, 2005
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos presentó en abril una pirámide moderna, que por primera vez hace hincapié en el ejercicio. Su nuevo sitio Web, mypyramid.gov (por ahora sólo está disponible en inglés), usa la edad, sexo y nivel de actividad para generar uno de los 12 planes de alimentación personalizados que se basan en la cantidad de calorías necesarias diariamente.
La mala noticia es que después de los 51 años, normalmente necesitará unas 200 calorías menos de las que consumía. Si es una mujer moderadamente activa de 51 años, es decir, que camina entre dos y cinco kilómetros diarios, o el ejercicio equivalente, debe consumir 1.800 calorías al día, en lugar de las 2.000 que necesitó en los últimos 20 años. Para los hombres de la misma edad y actividad el rango descenderá a entre 2.200 y 2.400 calorías.
"A medida que perdemos masa muscular a causa de la edad y quizás no somos tan activos físicamente, nuestro metabolismo se hace más lento", dice Eric Hentges, director ejecutivo del Center for Nutrition Policy and Promotion del Departamento de Agricultura.
Según las directrices nutricionales, deberíamos comer entre cinco y 13 raciones al día de frutas y vegetales, más que las cinco a nueve porciones que recomendaba hace cinco años.
Las nuevas normas también reducen las cantidades de cereales y fijan límites para la sal y el azúcar. Incluyen recomendaciones específicas: tomar cereal fortificado y otros alimentos con vitamina B12, consumir cantidades adicionales de vitamina D, los que sufren de hipertensión deberían intentar consumir no más de 1.500 miligramos de sodio al día y 4.700 miligramos de potasio al día porque puede reducir la presión sanguínea y contrarrestar los efectos de la sal. También deben escoger alimentos que sean ricos en fibra.
Las papilas gustativas de la mayoría de la gente comienzan a decaer con la edad, "y las dietas tienden a ser menos equilibradas", dice Hentges. "Intentar encontrar un equilibrio alimenticio, aun cuando uno tiene cambios en el gusto y la textura que percibe, es algo que la gente debería tener en cuenta".