VNS: una esperanza para disipar las nubes negras de la depresión.
Para las personas que sufren de depresión crónica se ha desarrollado un prometedor dispositivo. Al respecto DW-WORLD conversó con un experto de la Clínica Charité de Psiquiatría y Psicoterapia de Berlín.
Deutsche Welle
20/7/2005
Una especie de marcapasos para combatir las depresiones ha sido autorizado hoy en Estados Unidos. En Alemania, la fase de prueba ha terminado, y los institutos que la han llevado a cabo están a la espera de la autorización. DW-WORLD conversó con respecto a la terapia VNS (vagus nerve stimulation) con Malek Bajbouj, catedrático e investigador de la Clínica Charité de Psiquiatría y Psicoterapia de Berlín.
El dispositivo VNS
Se trata de un dispositivo parecido a un marcapasos, que se coloca en el lado izquierdo del tórax y estimula el nervio vago, que nace en el cerebro y va a través del cuello al cuerpo. Éste proporciona información a muchas áreas del cerebro que controlan el comportamiento, el sueño y otras funciones. Su estimulación consiste en una serie de impulsos eléctricos minúsculos a través del dispositivo.
Éxito en los resultados alemanes
Si bien la página web de Cyberonics, la empresa norteamericana que distribuye VNS, habla de estudios clínicos realizados desde 1998 en Estados Unidos, en el continente europeo el estudio previo a su aplicación comenzó en el año 2002 en ocho institutos de investigación: los de Copenhague y Amsterdam están entre ellos. Por su parte, en Alemania, el Clínico y Policlínico para Psiquiatría y Psicoterapia en Bonn y la Clínica Charité para Psiquiatría y Psicoterapia de Berlín se han encargado de realizar el estudio que se concluyó hace tres semanas y durante el cual se trató a 16 pacientes con depresiones fuertes por espacio de 3 años. Debido al éxito obtenido, se ha solicitado la autorización para el uso del "marcapasos" antidepresivo en Europa.
Cómo se mide el éxito
Los criterios para determinar la efectividad del dispositivo son, por un lado, si los pacientes salen efectivamente de la depresión y, por otro, si los pacientes que salen de ella sufren recaídas. En cuanto lo primero se puede decir que un 40% de los pacientes tratados superan su depresión; en cuanto a lo segundo, informa Bajbouj, la observación requiere de un período más prolongado.
Por lo pronto, sólo se tiene evidencia de los efectos a largo plazo en pacientes tratados con el mismo dispositivo para combatir la epilepsia, campo en el cual se utiliza desde 1994 en Europa. Las reservas que hay en contra de la utilización de este dispositivo son las mismas que ante cualquier implantación: se trata de una operación, una neurocirugía, y de implantar un cuerpo extraño en el organismo. Por ello, aunque es fácilmente tolerable y es bastante seguro, sólo se recomienda para los pacientes con depresiones graves.
Definición de depresión grave
Los criterios para determinar si un paciente sufre de una depresión grave son, así Bajbouj, dos años de depresión o cuatro estados depresivos en ese lapso. Además el paciente debe haber pasado por dos terapias con medicamentos o por una psicoterapia profunda, sin resultados.
Los estados depresivos son más comunes de lo que la gente quiere aceptar. Tristeza, falta de ánimo, insomnio, alteraciones en el apetito, sentimientos de culpa y de falta de sentido, pensamientos suicidas son algunos de sus síntomas; si éstos se intensifican y prolongan se trata de una enfermedad que debe ser tratada. La probabilidad de éxito de las diversas terapias, sea medicamentosa o psicológica, es alta. Sólo en un 20% de los pacientes las terapias no tienen resultado. En ese caso se recomienda la terapia VNS.
Desde el punto de vista financiero, aunque el dispositivo en cuestión tiene un costo alto -unos 10.000 euros-, su alta probabilidad de éxito hace que sea a la larga más barato que prolongados tratamientos con medicamentos, psicoterapias e internamientos en clínicas siquiátricas. Otro factor que habla a favor del VNS es que si bien tiene efectos secundarios como ronquera, tos o falta de aire, éstos son raros y pasajeros. Al parecer se trata de un aparato de fácil implementación y manejo. El médico lo implanta y el paciente, mediante un magneto, puede encenderlo y apagarlo a voluntad. "Para evitar los cambios en la voz, un paciente que da charlas, por ejemplo, puede apagar el dispositivo por el tiempo de su alocución y luego volver a encenderlo fácilmente", explica Bajbouj .
Mirra Banchón