Gerontologia - Universidad Maimónides

Julio 22, 2005

Un hospital psiquiátrico, con pacientes durmiendo en el piso

hospital_alvear.jpgENCUENTRAN GRAVES DEFICIENCIAS EN LA ATENCION DE URGENCIAS EN EL HOSPITAL ALVEAR

Lo detectaron durante una serie de inspecciones a lo largo del año. Por eso, un juez ordenó que no admitan nuevos enfermos. El director del centro asistencial dijo que los pacientes ya fueron reubicados.

Daniel Gutman.
dgutman@clarin.com
Viernes | 22.07.2005

El Hospital Alvear, el único de emergencias psiquiátricas que tiene la Ciudad, está desbordado y, desde el año pasado, muchas veces se hizo dormir a pacientes en colchones en el piso. La situación fue admitida ayer a Clarín por el director del hospital, Oscar Taber, quien dijo que en la última semana se consiguió reubicar a los pacientes, luego de una orden dictada por el juez Roberto Gallardo. El magistrado también ordenó que no se reciban nuevos pacientes que excedan la capacidad.
El escenario del Alvear se suma a un delicado cuadro de situación de todo el sistema público de salud mental en la Capital, que fue declarado en emergencia en mayo pasado por el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra. En el decreto 675 se señaló como de carácter "urgente y prioritaria" la refacción de los establecimientos y la incorporación de personal.
La causa judicial del Hospital Alvear fue impulsada por el asesor tutelar Gustavo Moreno, quien en cuatro visitas sorpresivas realizadas este año encontró pacientes durmiendo en el piso. El funcionario, cuya misión es defender ante los tribunales los derechos de los menores y los insanos en la Ciudad, dijo a este diario que "el sistema público de salud mental en Buenos Aires está en estado de abandono".
El Alvear queda en Warnes 2630, La Paternal, y tiene en total 86 camas. "Existe una sala de guardia superpoblada a diario, donde los pacientes se encuentran hacinados, sin muebles, camas obsoletas, o durmiendo sobre un fino colchón en el piso", dijo Moreno en su presentación, donde dejó constancia de los reclamos que hizo durante meses a la Secretaría de Salud porteña, antes de interponer el amparo.
Desde hace un año existe un proyecto ya aprobado para remodelar tanto el edificio como el sistema de atención en el Alvear, con un presupuesto de casi seis millones de pesos, pero está trabado a la espera de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Esa reforma, según el director del hospital, permitiría que los pacientes no sufran condiciones indignas de internación.
"Lo peor que podría ocurrir —dijo Taber— es que alguien crea que la situación en el Alvear se arregla agregando 10 camas. Hace falta agilizar los tiempos de internación. En el nuevo diseño, que hasta ahora no se ha podido llevar a la práctica, existe un área de externación no hospitalizada para los pacientes que ya están rehabilitados pero no tienen adónde ir. Con ese tipo de modificaciones se podría ir corrigiendo la situación de un hospital que hoy está desbordado porque recibe pacientes de todos lados".
Como receptor de emergencias psiquiátricas, el Alvear es un lugar de períodos breves de internación, al cabo de los cuales los pacientes son dados de alta o trasladados a centros de salud privados —si la persona tiene cobertura— o públicos. Estos últimos son el Borda, el Moyano, el Tobar García o los dos hospitales que tienen servicio de salud mental: el Piñero y el Alvarez.
La diputada macrista Soledad Acuña —quien presentó la acción de amparo que impulsó la clausura de tres pabellones en el Moyano— explica que "la ley local de salud mental apunta hacia un modelo distinto. Por ejemplo, con casas llamadas de medio camino, mucho más chicas, en lugar de estos manicomios grandes y antiguos que tenemos, con más de 1.000 internos cada uno".
Acuña dice que el Gobierno de la Ciudad no tiene política de salud mental y señala que en el Moyano hay no menos de 120 mujeres con el alta, "que se quedan en el hospital porque no tienen adónde ir, por falta de políticas de reintegración social".

Los olvidados
Germán Cervetto
gcervetto@clarin.com

Con precisión notable y casi cruel, una legisladora porteña definió a los centros de atención psiquiátrica porteños como "manicomios gigantes". Esa figura remite a un modelo de atención anticuado, en el que los enfermos que no tienen recursos, o simplemente quién los cuide, quedan olvidados detrás de paredones inmensos. El propio director del Alvear, al hablar del postergado plan de mejoras, explica que ahora se apunta a una atención menos institucionalizada, con plazos de internación más cortos. Las deficiencias vienen de hace años, no hay excusas por lo que aún no se ha hecho.


Los problemas en el Moyano

A comienzos de mayo, el Gobierno porteño intervino el neuropsiquiátrico Braulio Moyano porque detectó pérdidas de gas en un pabellón. La situación se agravó cuando la jueza porteña Alejandra Petrella clausuró, el viernes 6 de mayo, otros tres sectores, por el mismo motivo y por "fallas edilicias". Como parte de su medida, ordenó la relocalización de unas 120 pacientes, que fueron mudadas a otras áreas del hospital.
A raíz de la decisión judicial, el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, decretó la "emergencia en el sistema de salud mental" de la Ciudad. El objetivo fue acelerar las obras en el Moyano, que gracias a ese decreto se pudieron contratar sin pasar por una licitación pública. También dispuso que se hagan refacciones en los hogares Martín Rodríguez y Guillermo Rawson.

Publicado por Licenciatura en Gerontología el día: Julio 22, 2005 08:31 PM