RIGE DESDE FEBRERO UN REGIMEN ESPECIAL PARA LA CLASE PASIVA
Beneficia a personas con 30 años de aportes, con un haber promedio de $ 477. También hay 15 mil jubilados que están completando aportes en una moratoria.
Ismael Bermúdez.
ibermudez@clarin.com
Lunes | 01.08.2005
Ya son 26.144 las personas que están cobrando la jubilación anticipada por desempleo, que se puso en práctica en febrero pasado, con un haber promedio de 477 pesos mensuales, según los datos de la ANSeS. Y además se concedieron 15.067 jubilaciones a personas que tienen la edad jubilatoria y completaron los años de aportes faltantes adhiriendo a la moratoria previsional.
La prestación anticipada por desempleo es un beneficio para las mujeres con más de 55 años y los hombres mayores de 60 años, que cuentan con 30 años de aportes, pero que estaban desocupados al 30 de noviembre de 2004 y que siguen sin empleo.
Por la ley previsional esas personas no pueden jubilarse porque no tienen la edad mínima requerida de 60 años las mujeres y 65 años los hombres. Y al mismo tiempo, si están sin empleo, tienen problemas por la edad para reinsertarse en el mercado laboral. Por eso, y por el término de dos años (hasta enero de 2007), se votó una ley que determina que esas personas, si reúnen los 30 años de aportes, aunque no tengan la edad jubilarse, pueden acceder a la jubilación anticipada. En ese caso cobran la mitad del haber que les corresponderá cuando alcancen la edad jubilatoria, no menor a una jubilación mínima (hoy de 350 pesos).
En la ANSeS dijeron que a pesar de que cobran la mitad, el haber promedio es más elevado porque en general se trata de gente que tuvo durante toda su vida activa un empleo regular, con buenos sueldos, y que se quedó sin trabajo en los 90 por las privatizaciones o la flexibilidad laboral y luego por la crisis de 2001/2002.
Este es el caso de Mercedes González. Aunque cumple los 60 años recién en febrero, la mujer percibe —desde hace un mes— una jubilación anticipada algo superior a los 400 pesos.
"Yo tenía 32 años de aportes que acumulé al trabajar en una importante tabacalera", cuenta mientras aclara que el monto que hoy percibe dista bastante del haber que debería cobrar según el sueldo que tenía. Soltera y vecina de Congreso, la mujer "respiró" cuando le salió la jubilación anticipada ya que toda su indemnización quedó atrapada en el corralito, si bien pudo rescatar "algo" mediante un amparo.
Según el nuevo sistema, las personas que tienen la edad jubilatoria, pero les faltan años de aportes, pueden completarlos adhiriendo a la moratoria en un plan de hasta 60 cuotas. En ese caso, pueden jubilarse mientras van pagando las cuotas de la moratoria. El haber previsional dependerá del sueldo promedio de los últimos 120 meses y años de aportes. Y, en el caso de los afiliados a las AFJP, del saldo acumulado en la cuenta individual. La jubilación es de por vida y sólo se interrumpirá si el beneficiario deja de pagar la cuota.
RESPIRO. MIGUEL MEDINA LO ENCONTRO AL JUBILARSE COMO DESEMPLEADO. (
Luego de ocho años sin trabajo
Con 32 años de aportes previsionales, Miguel Angel Medina Romero, de 63 años, es hoy, una de las 26.000 personas que accedió a una jubilación estatal anticipada por desempleo.
El hombre dejó de trabajar en octubre de 1996 en lo que hoy es la sede central de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES), ubicada en la avenida Córdoba al 700. Ese fue su último domicilio laboral, ya que a lo largo de los años trabajó en distintos edificios. El primero, recuerda, fue en Chacabuco al 400, donde funcionaba la ex Caja de Trabajadores Independientes.
"Dejé de prestar servicio hace ocho años", cuenta, con buena predisposición, en su departamento de Palermo.
Desde el último día en que trabajó —hace ocho años— hasta hace tres meses, cuando le salió la jubilación, el hombre intentó, sin éxito, varias búsquedas de empleo. Entre otras cosas, como vendedor. "Aunque uno ya era viejo para ciertas cosas", reflexiona. Pero el resultado no demoró en llegar: "El trámite salió muy rápido". Y dice que su historia previsional "era muy transparente", al no haber cambiado de trabajo.
Ahora, al menos, puede —junto con el sueldo de su pareja— proyectar algunas pequeñas metas. Aunque, se ocupa de aclarar, su anhelo más firme es duplicar el ingreso que percibe actualmente, apenas le toque soplar las 65 velitas.
Natalia Muscatelli