Según los resultados de un estudio realizado en Canadá, no sólo no previene el cáncer ni las enfermedades cerebrovasculares, sino que aumentaría el riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca
Infobae.com
18 de agosto
Durante los años 1993 y 1999 se realizó un ensayo denominado ‘Heart Outcomes Prevention Evaluation’ (HOPE, Evaluación de la prevención en los resultados cardíacos), el cual contó con la participación de 9.541 personas mayores de 55 años con un historial de enfermedad cardíaca o diabetes.
Varios investigadores sugirieron que este estudio, que buscaba demostrar los beneficios de la vitamina E, debía realizarse a largo plazo. Por este motivo, se lanzó un nuevo proyecto que reveló que aquellos pacientes que recibieron suplementos de vitamina E durante 7 años no vieron reducido de forma significativa el riesgo de cáncer o episodios cardiovasculares, en contrapartida, algunos mostraron un aumento en el riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca.
La segunda parte de la investigación (HOPE-TOO – ‘The Ongoing Outcomes’), que duró hasta mayo de 2003 y fue liderada por la doctora Eva Lonn de la Universidad McMaster en Otario, Canadá, prosiguió con los datos de cerca de 4 mil pacientes del proyecto original a los cuales se les administró aleatoriamente 400 UI de vitamina E de origen natural, o un placebo.
Paralelamente los investigadores pudieron obtener información de seguimiento a través de registros médicos de muchas personas que no permanecieron en el estudio.
Los resultados revelaron que existía un aumento de hasta un 19 por ciento en el riesgo de insuficiencia cardíaca en aquellos que recibieron vitamina E en comparación con el otro grupo de voluntarios. Con respecto a la posibilidad de padecer un ataque al corazón o un derrame cerebral, la incidencia fue más baja y no tuvo significación estadística. No se evidenció la hipótesis de protección de cáncer o de enfermedad cardiovascular.
La doctora Lonn aseguró que el mecanismo que podría causar que la vitamina E aumente el riesgo de insuficiencia cardíaca no está claro y sugirió que se explicaría a través de la presencia del estrés oxidativo ya que la vitamina E podría actuar como un pro-oxidante, en vez de un antioxidante.
A su vez, aconsejó que aquellos que la toman no deben preocuparse pero deben llevar a cabo otras medidas para prevenir el cáncer y la enfermedad cardíaca, tales como el ejercicio y una buena alimentación.
Era sabido
El jefe de la Unidad Coronaria del Hospital Italiano, doctor José Luis Navarro Estrada, explicó por su parte que el estudio demuestra conclusiones que ya se habían planteado con anterioridad.
"Investigaciones sobre la vitamina E y otros antioxidantes utilizados para reducir los eventos en pacientes con enfermedad coronaria o prevenir a aquellos que estaban en riesgo y todavía no la tenían, se habían realizado y no pudieron demostrar nada. En la actualidad uno no podría recomendar la vitamina E o ningún antioxidante como preventivos en enfermedad cardíaca isquémica", aseveró en una entrevista publicada por Pro-Salud News.
"El hecho de que la vitamina E no se indique no significa que está prohibida, ya que no hay suficiente cantidad de evidencia como para tomar esta medida -aseguró el cardiólogo- Hay ciertos estudios, con una gran cantidad de pacientes en los que el uso de la terapia propuesta redunda en factores negativos, como pueden ser aumentos de cáncer o de mortalidad. Después hay que comprobarlo y analizar las causas. Lo que se conoce en esta investigación es que no se puede recomendar".
Fuente: Pro-Salud News