Gerontologia - Universidad Maimónides

Agosto 14, 2005

HAY MAS DE UN MILLON DE JUBILADOS EN CONDICIONES DE INICIAR JUICIO AL ESTADO

La devaluación produjo una fuerte redistribución de ingresos desde los trabajadores y jubilados a favor de algunas empresas y del Estado. Las decisiones del Poder Judicial reafirmando la movilidad de los haberes previsionales demuestran que se trata de un proceso no sustentable. El superávit fiscal de caja refleja parcialmente la realidad, ya que no considera la deuda que se está acumulando con los jubilados y que se irá materializando a medida que avancen los juicios.

INFORME SEMANAL
IDESA
14 de agosto de 2005

El Estado argentino recauda muy mal los impuestos, derrocha o asigna con poco sentido estratégico los recursos y no es capaz de generar un clima favorable para que el sector privado invierta y genere empleos de calidad. La devaluación no solucionó estos problemas. Simplemente, permitió recuperar el nivel de actividad económica a través de una fuerte transferencia de ingresos a favor del Estado y de algunas empresas.
Datos oficiales permiten cuantificar la magnitud y características de estas transferencias:
• Desde diciembre del 2001 el índice de precios al consumidor creció un 66%. El aumento de precios no fue parejo para todos. Entre los más pobres, donde los alimentos explican la mayor parte de sus consumos, el crecimiento en los precios se estima en el 89%.
• Los salarios han crecido muy por debajo de la inflación, hasta junio de este año, un 46%. Nuevamente, la situación no es igual para todos. Entre los asalariados “en negro”, típica inserción laboral de los pobres, el crecimiento de las remuneraciones apenas llega al 24%.
• La jubilación promedio subió un 33%. Sin embargo, para quienes no se beneficiaron con los aumentos sobre el mínimo, el ajuste apenas llega al 10%, y quienes tienen haberes superiores a $1000 no tuvieron modificaciones.
Medido en términos de canasta básica de alimentos, los asalariados “en negro” perdieron el 34% de su poder de compra y los jubilados que están cerca del haber mínimo un 42%. Esto muestra hasta que punto los pobres están financiando la mejora en las cuentas fiscales y la protección de algunas empresas. Se trata de un ajuste que además de ser socialmente muy injusto es poco sustentable. Por ejemplo, el nivel de conflictividad laboral en el sector público pone en evidencia que las caídas de salario no son tolerables indefinidamente. Los juicios que está perdiendo la ANSES debería ser interpretada en el mismo sentido.
Habría no menos de un millón de jubilados en condiciones de ganarle un juicio a la ANSES porque no se cumple con la cláusula de movilidad prevista en la Constitución. Si el Estado aplicara los criterios de contabilidad del sector privado se deberían constituir previsiones por esos juicios disminuyendo sensiblemente el superávit. Si a esto se adicionan los aumentos de salarios que de manera muy desordenada se están otorgando y el déficit que genera el Banco Central para aspirar los pesos que emite con la finalidad de sostener la paridad nominal del dólar, se llega a un cuadro fiscal mucho mas delicado que el que muestra la contabilidad de caja.
La forma en que se canalizan los cuestionamientos al ajuste agrega más inequidad. En materia previsional, se da un proceso de “rapiña”, donde la prioridad la tienen quienes disponen de los recursos, la iniciativa y capacidad para ganar un juicio. A esto debe sumarse que se filtran gastos de intermediación y muchas oportunidades para la corrupción. En igual sentido, los aumentos de salario en el sector público son concedidos, en la mayoría de los casos, en función de presiones y no como parte de una eficiente política de recursos humanos. Mientras tanto, la intensificación de los paros agregan otro factor en contra de los hogares más pobres, ya que los estratos mejor posicionados tienden a usar educación, salud e incluso seguridad, contratando en el sector privado.
La política cambiaria no tiene capacidad para resolver los problemas que sufre la Argentina. Como ocurría antes de la devaluación el desarrollo sostenido sigue dependiendo de un programa de reformas estructurales orientado a construir instituciones políticas, económicas y sociales; racionales y sólidas.

Publicado por Licenciatura en Gerontología el día: Agosto 14, 2005 07:15 PM