Gerontologia - Universidad Maimónides

Agosto 14, 2005

No importa la edad: su cuerpo es más joven de lo que usted cree

Un nuevo método permite conocer cuánto envejecieron las células

Aun en una persona mayor, casi todas sus células tienen alrededor de 10 años

La Nación
Ciencia/Salud
Domingo 14 de agosto de 2005

Cualquiera que sea su edad, su cuerpo es muchos años más joven. De hecho, aunque usted sea una persona de edad avanzada, la mayor parte de su cuerpo puede tener unos diez años, o incluso menos.
Esta alentadora verdad, que se basa en el hecho de que la mayoría de los tejidos del cuerpo se renuevan constantemente, ha sido puesta en relieve por un nuevo método empleado para estimar la edad de las células humanas. Su inventor, Jonas Frisen, cree que la edad promedio de todas las células del organismo de un adulto pueden ser tan sólo de entre 7 y 10 años.
Pero Frisen, un biólogo celular del Instituto Karolinska, de Estocolmo, también ha descubierto por qué la gente se comporta según su edad de nacimiento y no según la edad de sus células. Unos pocos tipos de células duran desde el nacimiento hasta la muerte, sin renovarse, y en esta minoría están incluidas las células de la corteza cerebral.
Una disputa sobre la posibilidad de que la corteza cerebral produjera o no nuevas células en algún momento fue lo que indujo a Frisen a buscar una nueva manera de calcular la edad de las células humanas. Las técnicas existentes dependen de una rotulación del ADN por medio de sustancias químicas, pero están lejos de ser perfectas. Frisen se preguntó si no existiría ya una marca natural de antemano, y recordó que las armas nucleares probadas en la superficie de la Tierra hasta 1963 habían inyectado en la atmósfera carbono 14 radiactivo.
Absorbido por las plantas de todo el mundo e ingerido por animales y personas, el carbono 14 se incorpora al ADN celular cada vez que la célula se divide y su ADN se duplica. Casi todas las moléculas de una célula son reemplazadas constantemente, pero no el ADN. Todo el carbono 14 del ADN de una célula es adquirido en la fecha de nacimiento de la célula, el día en que se dividió su célula madre.
Lo que muestra el carbono 14
Así, infirió Frisen, la cantidad de carbono 14 podía usarse para calcular la edad de una célula. En la práctica, el método debe aplicarse sobre los tejidos, y no sobre células individuales, porque en ninguna célula hay suficiente carbono 14 como para revelar su edad. Frisen elaboró una escala para convertir el contenido de carbono 14 en fechas calendarias, midiendo el carbono 14 incorporado en los anillos individuales de los troncos de los pinos suecos.
Tras validar su método por medio de diversas pruebas, Frisen y sus colegas han publicado en la revista Cell los resultados de sus primeras pruebas realizadas sobre tejidos corporales. Las células de los músculos de las costillas tomadas de personas cercanas a los 40 años de edad tienen una edad promedio de 15,1 años.
Las células epiteliales que recubren la superficie del aparato digestivo tienen una vida dura y se sabe, por otros métodos, que sólo duran cinco días. Ignorando estas células superficiales, la edad promedio de las células situadas en la mayor parte del aparato digestivo es de 15,9 años.
El equipo del Karolinska se dedicó luego al cerebro, cuya renovación celular ha sido objeto de grandes debates. En general, predomina la creencia de que el cerebro no genera nuevas neuronas después de que su estructura se ha completado, salvo en dos regiones específicas, el bulbo olfatorio, que media en el sentido del olfato, y el hipocampo, donde se acumula la memoria de los rostros y los lugares.
Esta opinión generalizada fue cuestionada pocos años atrás por Elizabeth Gould, de Princeton, quien informó haber hallado nuevas neuronas en el córtex cerebral, junto con la elegante idea de que los recuerdos de cada día podían quedar registrados en las neuronas generadas ese mismo día.
El método de Frisen permitiría que se fechen todas las neuronas del cerebro para ver si se generan neuronas nuevas. Hasta el momento sólo se han hecho pruebas de las células de la corteza visual. Frisen descubrió que esas células tienen la misma edad del individuo, demostrando que las neuronas de esta región del córtex no se generan después del nacimiento, o al menos no en un número significativo. Las células del cerebelo son ligeramente más jóvenes que las del córtex, hecho que respalda la idea de que el cerebelo sigue desarrollándose después del nacimiento.
Otro tema conflictivo es si el corazón genera nuevas células musculares después del nacimiento. Frisen ha descubierto que el corazón genera nuevas células, pero todavía no ha medido el índice de renovación de las células musculares cardíacas.
Cuerpo en movimiento
Aunque la gente puede pensar que su cuerpo es una estructura permanente, la mayor parte del organismo está en un estado de cambio permanente, a medida que se descartan las células viejas y se generan otras nuevas para reemplazarlas. Cada clase de tejido tiene su tiempo de renovación, que depende del trabajo desempeñado por sus células. Las células que recubren el estómago, como ya se ha mencionado, duran sólo cinco días. Las células de los glóbulos rojos, magulladas y golpeadas después de viajar casi 1500 kilómetros a través del laberinto del sistema circulatorio, sólo duran alrededor de 120 días antes de ser enviadas al cementerio del bazo.
La epidermis, la capa superficial de la piel, se recicla más o menos cada dos semanas. La razón de ese rápido reemplazo es que "éste es el film transparente que envuelve el cuerpo, y se daña fácilmente con los rasguños, solventes y el uso y abuso", dijo Elaine Fuchs, de la Universidad de Ciencia & Salud de Oregon.
En cuanto al hígado, el desintoxicante de todas las drogas y los venenos de las plantas naturales que pasan por la boca de una persona, sus células tienen corta vida en el frente de la guerra química. Un hígado humano adulto probablemente tiene un tiempo de renovación entre 300 y 500 días, según Markus Grompe, experto en células hepáticas de la Universidad de Oregon.
Otros tejidos tienen un tiempo de vida que se mide en años y no en días, pero están lejos de ser permanentes. Hasta los huesos se renuevan constantemente. Se cree que todo el esqueleto humano se reemplaza cada diez años en los adultos, mientras equipos de construcción gemelos formados por células de disolución y de reconstrucción se combinan para remodelarlo.
Las únicas partes del cuerpo que parecen durar toda una vida son, por lo que se sabe, las neuronas del córtex cerebral, las células cristalinas del ojo y tal vez las células musculares del corazón. Pero si el cuerpo permanece perpetuamente joven y vigoroso, y tan capaz de renovar sus tejidos, ¿por qué esa regeneración no continúa eternamente?
Algunos expertos creen que la causa es que el ADN acumula mutaciones y que su información se degrada gradualmente. Otros culpan al ADN de las mitocondrias, que carecen de los mecanismos de reparación de los que disponen los cromosomas. Una tercera teoría sostiene que las células que son origen de nuevas células en cada tejido se debilitan con la edad.
"La idea de que las células envejecen y se vuelven menos capaces de generar progenie está ganando cada vez más respaldo", dijo Frisen. Se propone investigar si el ritmo de regeneración de los tejidos se hace más lento a medida que una persona envejece, lo que indicaría que las células son lo mismo que el talón fue para Aquiles: el único impedimento para lograr la inmortalidad.

Por Nicholas Wade
De The New York Times
Traducción: Mirta Rosenberg
http://www.lanacion.com.ar/729918

Publicado por Licenciatura en Gerontología el día: Agosto 14, 2005 07:16 PM