Pronóstico sombrío para las jubilaciones
Es un trabajo de la OIT y de Seguridad Social. Pronostica una baja en la calidad de la prestación y en el monto jubilatorio en relación con los ingresos.
Ismael Bermúdez.
ibermudez@clarin.com
Domingo | 14.08.2005
Aunque la Argentina crezca en los próximos 45 años en promedio al 3,3% anual, aumente el empleo y disminuya la desocupación, será menor la proporción de gente que podrá jubilarse. Y los que accedan al beneficio, "en conjunto percibirán cada vez menos beneficios y de composición más precaria, sumado a la magnitud de los beneficiarios del sistema de capitalización (AFJP) que no alcanzan con su jubilación ordinaria al mínimo del sistema".
Estas tajantes y preocupantes conclusiones forman parte de un estudio de la Secretaría de Seguridad Social y la oficina de la OIT Argentina sobre la "Prospectiva de la Previsión Social". El trabajo, una valuación financiera actuarial del sistema actual de jubilación para el período 2005/50, toma en cuenta las proyecciones demográficas, estima los aportes que realizaron y realizarán las personas activas y los requisitos del sistema. Y sobre la base de hipótesis relativamente optimistas ("mayor estabilidad política", "reducción gradual del desempleo y de la informalidad laboral", crecimiento, estabilidad fiscal, baja de la tasa de interés y aumento del crédito interno), obtiene las siguientes conclusiones:
* Cobertura: "La proporción de personas cubiertas por el sistema disminuye de manera sostenida, pasando del 69% al 44% entre 2005 y 2025". Esto se debería a que una gran cantidad de personas que alcancen la edad jubilatoria en esos años trabajó muchos años "en negro" o estuvo desocupada y no podría justificar los 30 años de aportes mínimos que se requieren para acceder a la jubilación completa (Prestación Básica Universal más la Prestación Compensatoria por los años aportados al Estado antes de 1994). Luego, entre 2026-2050, según el estudio, la cobertura aumentaría de manera paulatina 6,6 puntos si se concreta el supuesto de que habrá una mejoría en el mercado de trabajo.
* Calidad: A la baja cobertura se suma "un deterioro en su calidad" porque disminuye el peso de las jubilaciones y pensiones, mientras aumenta la participación de la prestación por edad avanzada pasando del 2% a 31%. Así, crece el peso de esta prestación —de bajo importe, se otorga a partir de los 70 años, con 10 años de aporte— cuando "fue diseñada para cumplir una función de red de contención social entre los adultos mayores y ocupar así un espacio marginal dentro de los beneficios del sistema".
* Pocos beneficios: Una proporción cada vez mayor de los afiliados a las AFJP tendrá beneficios muy bajos porque no reunirán los requisitos para acceder a las prestaciones del Estado y cobrarán del sistema privado un haber que no alcanzará al mínimo del sistema. "Al inicio de la proyección se encuentra en esta situación el 0,2% de la población que cumple con la edad jubilatoria mínima, algo más de 10.000 personas, y hacia el final, el 8%, lo que representa aproximadamente unas 900.000 personas".
* Jubilación como proporción del sueldo: "La evolución de esta variable es decreciente para ambos regímenes (estatal y AFJP) partiendo de más del 70% y llegando a valores que apenas superan el 50%". Esto se debería a que con el tiempo, disminuye hasta desaparecer el reconocimiento por parte del Estado de los aportes hechos antes de 1994 y el sistema privado "sólo llegará a reemplazar el 27% del salario".
Por último el estudio evalúa el comportamiento financiero tanto del régimen público como del privado, que hacia el 2050 podría acumular fondos equivalentes al 25% del PBI. Y como conclusión plantea que "si bien a fines de la proyección el régimen de reparto registra superávits, frente al hecho de encontrarse la mitad de la personas de la tercera edad sin cobertura es altamente probable que el Estado se vea obligado a cubrir a estas personas, con el consecuente deterioro de las cuentas públicas".
Publicado por Licenciatura en Gerontología el día: Agosto 14, 2005 07:23 PM