Según Fortune, está entre los cinco lugares más elegidos
La Nación
Viernes 12 de agosto de 2005
Paul Schutt es de Ohio y Mery Tuten, de California, pero desde 2004 tienen DNI argentino y esperan obtener su ciudadanía en 2007. Casados desde hace 27 años, vivieron en Alaska, en la costa californiana, en Chile y en Bahamas. Sin embargo, a los 51 años -ambos-, con siete meses de jubilado él (era consultor en energía, principalmente en gas natural) y tres años de retiro ella (fue consultora de negocios internacionales para inversiones en América latina, Asia y Europa), decidieron residir en la Patagonia argentina y construir en Bariloche su casa principal.
"Elegimos Bariloche por la gente, la naturaleza y porque es bien distinto de nuestro país. Aquí hay tiempo para conocer al vecino", explicó Mery a LA NACION. Ellos forman parte de esta nueva ola de ex ejecutivos norteamericanos que, según la Retirement Guide 2005 de la revista Fortune, eligen uno de los cinco lugares más confortables del mundo para vivir luego de su retiro.
Según lo que manifiesta la publicación, Dubrovnik (Croacia), Boquete (Panamá), Mérida (México), Phuket (Tailandia) y Bariloche son las ciudades preferidas. "La primera vez que llegamos a Bariloche fue hace diez años, por el Cruce de los Lagos, desde Chile -relata Mery-. Lo primero que vimos fue el Llao Llao, y dijimos: «¡Guau!, éste es el lugar»." Paul agrega: "Siempre nos dio una impresión bastante fuerte. No podemos explicar por qué estamos aquí. Lo sentimos". Tan intensa fue la convicción que no repararon en el riesgo que muchos de sus conocidos les marcaban respecto de la inseguridad y la crisis económica y social.
"Ustedes, los argentinos, piensan que hay mucha corrupción en este país -dice Paul-. Pero no es peor aquí que en otra parte del mundo. En cuanto a la inseguridad, hemos vivido en Los Angeles, así que imagínate!"
Reciben a LA NACION en su amplia casa de Arelauquen Golf & Country Club, uno de los lugares más costosos para vivir en esta zona, ubicado frente al lago Gutiérrez, a unos 15 kilómetros del casco urbano.
Una vida nueva
Allí, hay lotes de entre 2000 y 8000 metros cuadrados y los costos varían entre 40 y 120 dólares el metro cuadrado según la ubicación. La casa del matrimonio Schutt-Tuten tiene vista al cerro Ventana. La terminaron de construir en enero de 2005, pero comenzaron a diseñarla en su computadora personal cuando residían en Bahamas. La decisión de instalarse en Bariloche la tomaron en 2003. Entre 1995 y 2001 habían vivido en Chile y visitaban bastante Buenos Aires y otras ciudades del país. Luego, en 2001, Paul fue trasladado por trabajo a Bahamas y si bien reconocen que es un paraíso, también asumen que no es para cualquiera. Schutt ni quiere mencionarlo, pero asiente cuando le preguntan si el atentado contra las Torres Gemelas fue determinante: "Fue complicado, pero mejor no repasar ese tema. Es suficiente decir que nuestro país ya no es como antes".
Con la decisión tomada en 2003, la primera inversión fue una casa que compraron en el kilómetro 22 de la avenida Bustillo, con costa de lago, camino a Llao Llao. Nunca residieron allí, porque según cuenta Mery, "allá hay casas, pero no hay nadie durante el año, sólo en verano. Hay algunos perritos, pero imagínate que tengo que aprender el idioma y no puedo hablar con perros. Yo quería tener vecinos y aquí los tengo".
La idea no era vivir en un country porque aseguran que nunca respondió a su estilo de vida. Sin embargo, una amiga los convenció de que visitaran Arelauquen.
"No es cierto que este country esté lleno de extranjeros; más del 80 por ciento de los residentes son argentinos -desmitifica Mery-. Nosotros no queremos vivir aislados y sin vecinos."
"Aquí es bien distinto el enfoque de la vida. En nuestro país todo es trabajar, ganar dinero, tener, poder. Aquí hay un equilibrio entre el trabajo y la vida."
Paul y Mery ocupan la mayor parte de su tiempo en tareas comunitarias, aunque ella está pensando en instalar una pequeña empresa.
El está abocado a su trabajo para el Rotary Club Nahuel Huapi.
"Ya no queremos mudarnos. Esta ciudad es nuestro lugar de residencia principal."
Mery concluye: "Podríamos construir otra casa, pero aquí, en Bariloche. Porque ahora somos ciudadanos de este país".
Por Gilda Santarsiero
De la Redacción de LA NACION
Paz, seguridad y paisaje
SAN CARLOS DE BARILOCHE.-Ricardo Gattas, presidente del Sistema Inmobiliario Bariloche, señaló que luego de la devaluación de 2001, esta ciudad y su entorno se convirtieron en terreno accesible para los extranjeros. "Ellos ven que aquí su capital tiene rendimiento. Sobre todo, compran lotes con costa de lago y allí construyen propiedades importantes. La mayoría dice que viene aquí en busca de seguridad y de calidad de vida. Para ellos la seguridad tiene un valor que no es mensurable: se sienten atraídos por la naturaleza, por los lagos y la vegetación. También destacan la calidez que encuentran en la Argentina". Según el empresario, el metro cuadrado en lotes con costa de lago cuesta entre 80 y 100 dólares, mientras que la construcción con buenos materiales (piedra y madera de la región, termopaneles y pisos tarugados, por ejemplo) está entre los 500 y 700 dólares por m2.
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