Lo llaman la crisis temprana de la vida y, según un estudio, afecta a hombres entre 25 y 44 años. El trabajo, la falta de tiempo y estilos de vida costosos son suficiente para preocupar a cualquiera.
Lucy Ward.
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Lunes | 08.08.2005
Según una encuesta, en su intento por cumplir con aspiraciones más que ambiciosas para ellos y para sus familias, los hombres que atraviesan la mediana edad tienen que soportar, cada vez más, un tipo de ansiedad catalogada como “la crisis temprana de la vida”. Los desafíos de la vida moderna, entre ellos las cuestiones profesionales, las presiones de la falta de tiempo y el tener que financiar estilos de vida deseables pero costosos, se combinan para convertirse, como nunca antes, en una carga para los hombres entre 25 y 44 años, según la firma de investigación de mercado Mintel.
Uno de cada siete hombres en este grupo, que suelen hacer malabarismos entre las presiones del trabajo y de una familia joven, se mostraron lo suficientemente preocupados como para que los autores del estudio los consideraran “abrumados por la ansiedad”, aunque el problema principal serían las ambiciones desmedidas. “En los próximos años, este grupo lo quiere todo –un trabajo mejor, una casa mejor, más vacaciones, más tiempo libre, y esperan lograr todo esto reduciendo, al mismo tiempo, sus niveles de deuda”, dice la gerente de Mintel, Angela Hughes. “Adoptar ambiciones más realistas haría que muchos hombres se sintieran más felices y menos estresados”.
La encuesta, que examinó los niveles de satisfacción entre los hombres, determinó que casi las dos terceras partes estaban bastante felices o muy felices. Pero también identificó variaciones: los hombres de más edad aparentemente estaban más felices que sus pares más jóvenes y los hombres casados, más felices que los divorciados o separados. El principal temor entre los 1.883 hombres encuestados fue la salud –una preocupación para la tercera parte de los participantes-. Los temores sobre la salud, personal y de los demás, fueron mayores entre los hombres de más de 65 años, aunque más de la tercera parte de los hombres entre 20 y 44 años también admitieron sentirse preocupados.
A partir de los 35 años, al menos una cuarta parte de los hombres también se sienten afligidos por lo que la encuesta llama “aprehensión a la provisión” –preocuparse por darle educación a sus hijos- y, a medida que cumplen años, por la jubilación. Entre los 25 y los 34 años, una quinta parte sigue preocupada por no ganar lo suficiente como para llevar el estilo de vida que les gustaría, aunque son los adolescentes y los hombres poco más de 20 años los que más admiten sufrir este tipo de preocupaciones.
Hugues atribuye los temores que afectan a los hombres de mediana edad a los cambios en el papel de los hombres en la sociedad. La sensación de falta de rumbo que comparten muchos de ellos podría contribuir a altos niveles de estrés y ansiedad, sugirió. Los cambios de roles que se analizaron en la encuesta incluyen la participación de los hombres en los quehaceres domésticos. Aproximadamente el 34% de los encuestados dijeron que “les gustaba cocinar” (la cifra asciende al 76% entre los hombres jóvenes que viven en pareja) y menos del 25% admitió que “odian” hacer alguna tarea en la casa.
Sólo la mitad de los hombres dijeron que se hacían cargo de “los arreglos normales de la casa”. Las tres cuartas partes de la totalidad de hombres dijeron que le dedicaban un rato todos los días a algún tipo de quehacer doméstico.
The Guardian
Traducción de Claudia Martínez.