Cuando Richard Bloch, cofundador de la financiera H&R Block, falleció de un ataque al corazón en 2004 a los 78 años, se había convertido en un caso exitoso en los anales de la medicina. En 1978 le diagnosticaron un cáncer de pulmón en fase terminal. Una década más tarde sufrió cáncer de colon. Superó ambos y fundó un grupo de supervivientes y otros servicios ligados al cáncer. Bloch era uno de los pacientes a quienes se les detectó el cáncer lo suficientemente temprano para salvarle la vida.
The Wall Street Journal
Agosto 29, 2005
Nada tiene más atractivo que la afirmación que los chequeos para prevenir el cáncer ayudan a una detección temprana, lo que conduce a una tasa mayor de supervivencia. Ya sea la prueba APE para el cáncer de próstata, las mamografías, la endoscopia para el cáncer de colon, escáner de rayos X para el cáncer de pulmón, el instinto dice que mientras antes se detecte el cáncer, más oportunidades habrá de seguir vivo dentro de cinco años. Y el caso de Bloch parece confirmarlo.
Los investigadores oncológicos están contrastando esta creencia común con datos y el resultado no es tan obvio. El impacto que una detección temprana tiene "sobre la reducción de la mortalidad del cáncer", dice Elaine Jaffe, del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos "aún no es definitivo para varios cánceres".
En parte esto se debe a que muchos tumores progresan tan lentamente que permanecen en un órgano durante décadas sin efectos perjudiciales, lo que los médicos conocen como tumores indolentes.
Eso no quiere decir que los exámenes para el cáncer sean inútiles. Sin lugar a dudas, algunos de los tumores que se descubren habrían matado a los pacientes de no mediar un tratamiento, y parte de la mejoría en las tasas de supervivencia al cáncer de mamas probablemente reflejan la detección temprana.
Pero podría ser engañoso atribuir las décadas de vida que alguien disfruta tras "derrotar" el cáncer, a la detección temprana y al tratamiento, en vez de a las propiedades del tumor.
Si se deja sin tratar, un tumor podría dejarlo en paz hasta que usted fallezca de otra cosa completamente distinta. "El sobre diagnóstico de cáncer como consecuencia de los exámenes es más la norma que la excepción", dice el doctor Barnett Kramer, del Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU.
El sobre diagnóstico no es igual que los falsos positivos que pueden producir algunas pruebas como las mamografías. En ese caso, lo que se detecta puede parecer cáncer, pero tras un examen más detenido no lo es. Los falsos positivos producen una gran ansiedad y costos, a medida que los pacientes se someten a más pruebas.
Pero el diagnóstico de un cáncer indolente es probablemente mucho peor, ya que los pacientes se someten a tratamientos que con frecuencia tienen efectos secundarios debilitantes e incluso peligrosos.
El descubrimiento de que muchos tumores pueden ser inofensivos siembra dudas sobre el valor de realizar tantos exámenes.
—Sharon Begley