UNA RELACION CADA VEZ MAS DIFICIL
Desde la obra social de los jubilados dicen que quieren eliminar a los intermediarios.
Carlos Galván.
cgalvan@clarin.com
Viernes | 16.09.2005
La relación entre la dirección del PAMI y la Confederación de Clínicas de la Argentina (Confeclisa) volvió a tensarse. Es que la cámara que agrupa a los dueños de los sanatorios le reclamó ayer públicamente a la titular del PAMI, Graciela Ocaña, que se incremente de inmediato el monto de lo que se les paga por atender a los jubilados y que se les cancele una deuda que se viene arrastrando desde 2001. Desde la obra social de los jubilados respondieron rápido: "Esos planteos son sólo excusas. En realidad se oponen al nuevo modelo de atención que estamos implementando".
El nuevo modelo de gestión se trata básicamente de la eliminación del cuestionado sistema de intermediarios —se los llama gerenciadores— que hay entre el PAMI y las clínicas y sanatorios. Es decir: la obra social más grande del país contratará directamente a los prestadores médicos y a cada uno de ellos se les asignará una población a cargo.
"Los intermediarios se quedan con entre el 20 y el 30% de las cápitas (lo que paga la entidad a las clínicas por afiliado) sólo por tener el contrato con el PAMI", dijeron allegados a Graciela Ocaña. Y agregaron: "Con lo que estamos proponiendo los prestadores cobrarán mucho más".
Este nuevo modelo de atención ya se aplica en seis provincias —Córdoba, Entre Ríos, San Juan, Chubut, Neuquén y Río Negro— y en menos de un mes se instrumentaría en la Capital Federal, en la zona Norte y Oeste del Conurbano y Bahía Blanca. Se supone que para los primeros meses de 2006 todos los afiliados del PAMI ya serían atendidos de acuerdo a este sistema.
Gustavo Mammoni, presidente de Confeclisa, dijo ayer a Clarín que "se habla de un nuevo sistema prestacional, pero lo que nos pagan no cubre nuestros costos. En 1995 la capita estaba en 25 pesos y hoy, pese al incremento que hubo en esta década en el costo de vida, es de apenas 26,30".
El nuevo modelo de atención establece una capita de 27 pesos por paciente más un peso de "informe de estadísticas". En total, entonces, sería de 28 pesos.
Para Mammoni ese valor es modesto. "Debería ser de al menos 35 o 36 pesos. Estamos a al menos ocho pesos de distancia de lo que propone el PAMI", sostuvo. En la obra social de los jubilados, claro, ven este punto exactamente al revés: "Hablar de 36 pesos no es ni siquiera razonable. El valor que proponemos es el justo".
El otro eje de la discusión son los 500 millones de pesos que, según Confeclisa, el PAMI le adeuda a las clínicas. Ese monto se habría generado de fines de 2001, cuando la obra social entró en default, a abril de 2002.
"Hace dos semanas en una reunión en la Jefatura de Gabinete —dijo el titular de Confeclisa— el Gobierno se comprometió a que en 60 días se nos iba a cancelar esa deuda. Nos dijeron que se nos pagaría con bonos, pero todavía no sabemos cuáles serán, ni si nos reconocerán los intereses ni si van a servir para pagar las deudas que las clínicas tienen con el fisco. Muchas clínicas, como dejaron de cobrar del PAMI y para financiarse, no tuvieron más remedio que dejar de pagar impuestos". Allegados a Ocaña afirmaron ayer que el dinero que reclaman las clínicas sería mucho menos. Y que por eso el PAMI se está tomando el trabajo de certificar esas deudas: "Desarchivamos 40.000 expedientes para ver si esos pacientes habían sido atendidos realmente por las clínicas tal como ellos reclaman. Recién al terminar con este trabajo se les podrá empezar a pagar".