Una sustancia activa del té verde puede prevenir el mal de Alzheimer, por lo menos en ratones. Si el efecto se confirma en el ser humano, un extracto del té verde puede ser ofrecido como complemento alimentario.
Deutach Welle
23.09.2005
Cada vez más personas se ven afectadas por el mal de Alzheimer. En Alemania, el número de pacientes se duplicará en los próximos 40 años, dice Hans-Jürgen Möller, investigador de la Asociación Alemana contra el Mal de Alzheimer.
Actualmente el número de afectados en Alemania suma 700 000. Y no se cuenta con que a corto plazo se puedan desarrollar medicamentos contra la enfermedad. Una promesa, por lo menos para las jóvenes generaciones, es una sustancia activa contenida en el té verde. Ésta puede prevenir el mal de Alzheimer, como probaron científicos en torno al investigador Jun Tan, de la Universidad del Sur de California, en el marco de un estudio con ratones, a los que inyectaron una sustancia concentrada contenida en el té verde.
La clave: una albúmina mortal
Los ratones estaban programados genéticamente para enfermar de Alzheimer, pero el tratamiento disminuyó la producción y el depósito en el cerebro de una albúmina que desempeña un papel preponderante en la enfermedad. Esa albúmina, llamada beta amiloide, se deposita en el cerebro, generando pérdida de la memoria y dañando las fibras nerviosas.
Los investigadores inyectaron a los ratones diariamente y durante varios meses una sustancia contendida en el té verde, la epigalocatenina-3-galato (EGCG). En los ratones así tratados, los científicos constataron una disminución del 50 % de beta amiloide.
No obstante, beber una taza de té verde todos los días no es suficiente para prevenir el Alzheimer. Una mezcla de otras substancias también contenidas en el té contrarresta el efecto de la EGCG en relación con la enfermedad. Por ello, los científicos proponen aislar la sustancia y proporcionarla como complemento alimentario, para aprovechar el efecto preventivo contra el mal de Alzheimer.
Té verde: muchas cualidades positivas
Los científicos indican también que el efecto de la EGCG ha sido probado hasta ahora sólo en ratones. Sólo si los mecanismos del mal de Alzheimer son los mismos en los seres humanos, los prometedores resultados de los estudios podrán ser transferidos a éstos.
Al té verde se le atribuyen muchas cualidades positivas, sobre todo por su alto contenido en antioxidantes. Esas substancias neutralizan radicales, que pueden dañar enormemente al organismo.
También efectos contra el cáncer
Los antioxidantes del té verde han llamado la atención de la ciencia sobre todo en la lucha contra el cáncer. El té puede prevenir el surgimiento de la enfermedad e incluso detener en algunos casos el crecimiento de tumores. Pero ahora es la primera vez que científicos han relacionado un cazador de radicales, la ECGC, con el mal de Alzheimer.
El té verde y el té negro son las hojas de una misma planta, un árbol de la familia Camellia sinensis. No es sino la elaboración del té luego de la cosecha lo que hace la diferencia.
En Japón, las hojas de té verde son expuestas a vapor de agua en cilindros en rotación. En China se calientan sobre grandes planchas de hierro. Es por ello que la infusión de té verde chino adquiere un color ligeramente anaranjado, mientras que la de té verde japonés es de color amarillo limón hasta verde.
Autor Pablo Kummetz
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