El Centro de Prevención para el Adulto Mayor (Cepram) impulsa distintas iniciativas para la inclusión social de los adultos mayores.
Buenos Aires, octubre de 2005 (RIS- Argentina)
Del otro lado del teléfono o de las páginas de un libro hay un adulto mayor que está dispuesto a ayudar a otro que sufre problemas anímicos, o a transmitir a las generaciones más jóvenes sus costumbres y tradiciones. Esto se hace posible gracias a dos iniciativas que desarrolla, desde Córdoba y hacia todo el país, el Centro de Prevención para el Adulto Mayor (Cepram).
Por un lado se encuentra el servicio de Acompañamiento Telefónico a Mayores en crisis (ATM) que se implementa a través de dos líneas gratuitas. Se trata de un programa de prevención de la depresión que es llevado a cabo por 60 voluntarios capacitados en primeros auxilios psicológicos frente a la crisis que asisten a adultos mayores en busca de auyda.
La director ejecutivo del Cepram, Andrés Urrutia, informó que el 56,4 por ciento de los llamados son para satisfacer necesidades de acompañamiento frente a la soledad, la angustia o la depresión. También se comunican con la entidad para resolver problemas familiares, tales como discusiones conyugales, violencia doméstica o abandono. Además, siete de cada 10 llamados son realizados por mujeres.
El ATM se financia y complementa con la iniciativa editorial Publicar para No Olvidar: Otra forma de Acompañar, que se puso en marcha en octubre de 2004 y fue uno de los ganadores del premio Ashoka de ese mismo año. En él se publican obras que tienen como objetivo “rescatar las historias de personas mayores, cargadas de afectos, valores y expresiones narrativas para que de esta forma su memoria colectiva quede escrita”, señaló Urrutia.
La primera edición incluyó una recopilación de 103 recetas de cocinas típicas elaboradas por los propios ancianos. “Las obras se agotaron (unos tres mil ejemplares) y con eso se recolectaron 24 mil pesos”, contó el director del Cepram. Ahora, prevén publicar otro libro pero que tendrá un conjunto de anécdotas de la infancia de los adultos mayores. Se llamará “Cuando los grandes eran chicos”.