Gerontologia - Universidad Maimónides

Octubre 13, 2005

La mala audición puede afectar la memoria

Los expertos afirman que cuando el cerebro lucha por entender el habla, se cobra un precio en la facultad de recordar

Fuente: Brandeis University, news release, Aug. 12, 2005
Current Directions in Psychological Science. http://www.blackwell-synergy.com/doi/abs/10.1111/j.0963-7214.2005.00356.x

HealthDay http://www.healthday.com/espanol/art527449SPAN.cfm

Publicado por Mayores en Movimiento
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Los adultos mayores con pérdida auditiva de ligera a moderada podrían usar tanto esfuerzo cognitivo tratando de escuchar el habla que eso disminuiría su capacidad para recordar lo que acaban de escuchar, según sugiere un nuevo estudio.
El estudio encontró que aún cuando son mayores, los adultos con impedimentos de la audición escuchaban las palabras suficientemente bien para repetirlas, pero no podían memorizar y recordar esas palabras tan bien como los adultos mayores que escuchaban bien.

"Este estudio es una advertencia para cualquier persona que trabaje con personas mayores, incluidos los profesionales de la salud, para que sean especialmente sensibles a la manera cómo la pérdida auditiva puede afectar la función cognitiva", afirmó en una declaración preparada el investigador principal, Arthur Wingfield, profesor de neurociencia de la Universidad de Brandeis en Waltham, Massachusetts.

Los hallazgos aparecen en la última edición de Current Directions in Psychological Science. http://www.blackwell-synergy.com/doi/abs/10.1111/j.0963-7214.2005.00356.x

"Hay efectos sutiles de la pérdida auditiva sobre la memoria y la función cognitiva en los adultos mayores. El efecto de hacer un poco más de esfuerzo para comprender las palabras significa que hay menos recursos cognitivos para la comprensión de mayor nivel", anotó Wingfield.

Los individuos que interactúan con adultos que presentan pérdida auditiva, especialmente los cuidadores y los trabajadores de la salud, tal vez quieran mantenerse conscientes de esa deficiencia, afirmaron los investigadores.

Por ejemplo, podrían modificar cómo se comunican, hablando claramente y pausando luego de cada cláusula del habla, o luego de grupos separados de significados, aconsejó Wingfield. Sin embargo, eso no significa que tengan que hablar dramáticamente más despacio, sino simplemente más claro, advirtió.


Robert Preidt

Publicado por Licenciatura en Gerontología el día: Octubre 13, 2005 10:23 AM