Gerontologia - Universidad Maimónides

Noviembre 06, 2005

Cuando la cadera indica riesgo de infarto

Resultados de un estudio multinacional sobre más de 27.000 personas

La relación entre su tamaño y el del abdomen sería el indicador más confiable de peligro cardíaco

La Nación Ciencia/Salud
Domingo 6 de noviembre de 2005

Una cintura prominente montada sobre unas caderas bastante menos generosas no es una combinación saludable. Eso es lo que afirma uno de los estudios cardiológicos más ambiciosos del mundo, que evaluó a 27.000 personas de 52 países -incluida la Argentina- y que postula que la relación entre las circunferencias corporales medidas a la altura de la cintura y de la cadera constituye el mejor indicador de riesgo de sufrir un infarto.
El estudio Interheart, dirigido por el doctor Salim Yusuf, de la Universidad McMaster de Canadá, demuestra que dividir el perímetro de cintura por el de cadera es tres veces más efectivo que el índice de masa corporal (que se obtiene al dividir el peso de una persona por su altura al cuadrado), si lo que se busca es establecer el riesgo cardíaco.
"El principal mensaje de este estudio es que el uso actual del índice de masa corporal es obsoleto -escribió en un comentario sobre el estudio publicado por la revista médica The Lancet la doctora Charlotte Krageland, de la Universidad de Oslo, Noruega-. Para conocer los riesgos asociados a la obesidad, la relación entre cintura y cadera es la medida que debería preferirse."
Pero el cambio de herramienta de diagnóstico propuesto implica expandir la población en riesgo de infarto. Según Yosuf, "si la obesidad es redefinida usando la relación cintura-cadera en lugar del índice de masa corporal, la proporción de personas en riesgo de sufrir un infarto se triplica".
A favor de la propuesta puede decirse que Interheart, a diferencia de la mayoría de los estudios sobre riesgo cardiovascular realizados en población europea y norteamericana, abarcó a personas de todos los continentes. "Nuestras observaciones fueron consistentes en hombres y mujeres de todas las edades y de todas las regiones del mundo", escribieron Yusuf y sus colegas.
La propuesta fue recibida con cautela por cardiólogos y nutricionistas argentinos, que dudan de que la relación cintura-cadera pueda desplazar al ya establecido uso del índice de masa corporal combinado con el perímetro de cintura como herramienta clínica para evaluar el riesgo de infarto.
Noventa-sesenta-¿cien?
Que un voluminoso abdomen -en términos universales, la panza- es el principal factor independiente de riesgo cardiovascular ha sido ampliamente demostrado. De hecho, un análisis previo del estudio Interheart presentado el año pasado en Munich, en el Congreso Europeo de Cardiología, mostraba que un perímetro de cintura superior a 102 centímetros para el varón y a 88 para la mujer duplica el riesgo de sufrir un infarto.
"Cuanto más prominente es la panza, mayor es la cantidad de grasa intraabdominal, lo que a su vez implica una mayor resistencia a la insulina, niveles más elevados de glucosa en sangre, mayor disfuncionalidad de las paredes de las arterias y un mayor riesgo de que éstas se obstruyan", explicó el cardiólogo Jorge Tartaglione, jefe del Servicio de Prevención y Calidad de Vida del hospital Churruca.
¿Y qué se puede decir de las caderas generosas? "El perímetro de cadera puede tomarse como indicador del volumen de masa muscular de la persona", respondió Tartaglione. Pero ésa no es la única explicación posible.
"Recientes estudios demuestran que la grasa que se acumula en la cadera es completamente distinta de la que se acumula en el abdomen -señaló la doctora Mónica Katz, directora del Posgrado en Nutrición de la Universidad Favaloro-. Es una grasa que se degrada menos fácilmente y que además libera adiponectina, una sustancia protectora cardiovascular, que tiene un efecto antiinflamatorio sobre las paredes de las arterias y que mejora el perfil de lípidos."
Es más, agregó Katz, "ya hay investigadores prestigiosos que postulan que un perímetro de cadera inferior a 100 centímetros se asocia a un mayor riesgo cardiovascular".
Un punto de corte
Si una cintura desmedida constituye un factor de riesgo cardiovascular y unas caderas generosas ejercen un efecto opuesto, la pregunta es: ¿a partir de qué punto el efecto negativo prevalece sobre el positivo? Cuando la división entre el perímetro de cintura y el de cadera da como resultado 0.85 para las mujeres y 0.90 para los varones, postula Yusuf. "Un número más alto denota riesgo cardiovascular."
Pero aunque este estudio aporta una nueva herramienta para determinar el riesgo de infarto de una persona, opinó el doctor Tartaglione, él no cree que pueda decirse que "el índice de masa corporal o el perímetro de cintura solo sean obsoletos. De hecho, es el índice de masa corporal el que se emplea para decidir cuál es el tratamiento más adecuado para cada paciente con sobrepeso u obesidad en particular".
Para la doctora Katz, su posible uso en reemplazo del perímetro de cintura tiene sus inconvenientes. "No es tan fácil entrenar a los enfermeros y médicos de atención primaria para que también midan el perímetro de cadera, cuando medir el de cintura es más sencillo, incluso para los pacientes."

Por Sebastián A. Ríos
De la Redacción de LA NACION

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Publicado por Licenciatura en Gerontología el día: Noviembre 6, 2005 08:27 AM