Investigadores de la Universidad de Entre Ríos estudian soluciones para el diagnóstico y tratamiento de afecciones auditivas. También desarrollan un sistema de estimulación eléctrica para lesiones medulares e interfaces que unen el cerebro con una computadora.
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09.11.2005 | Clarín.com
Tres nuevas iniciativas tecnológicas desarrolladas por un equipo de ingenieros de la Universidad Nacional de Entre Ríos van camino a convertirse en la respuesta para el diagnóstico y tratamiento de discapacidades. Se trata de aportes científicos para la detección de hipoacusias en neonatos, así como otros desarrollos para la estimulación eléctrica en personas con discapacidades motoras y la puesta en marcha de interfaces cerebro-computadora con el fin de mejorar la comunicación entre personas afectadas en forma severa.
Las innovaciones están en manos del Laboratorio de Ingeniería en Rehabilitación e Investigaciones Neuromusculares y Sensoriales de la Facultad de Ingeniería, donde los especialistas esperan que estos estudios pronto sean una realidad certera para el paciente y su entorno. Junto con el Hospital Materno Infantil San Roque de Paraná, los investigadores de la UNER estudian un sistema de detección automática de hipoacusias en neonatos basado en el análisis de potenciales evocados auditivos de tronco cerebral (PEATC).
Tal como explicó Rubén Acevedo, director del proyecto, “las PEATC reflejan la actividad de la cóclea, nervio auditivo y vías nerviosas auditivas en el tronco cerebral y pueden detectar disfunciones en el nervio auditivo o vías auditivas, aún en ausencia de hipoacusia periférica (disfunciones del oído medio e interno)”. Además, según explicó, existe otra razón para el amplio uso de los PEATC y es que los registros “no se ven afectados por el sueño y las drogas sedantes, de modo que esta prueba puede ser usada en pacientes que no cooperan o están sedados, tales como neonatos, niños o personas con algún grado de discapacidad mental”.
Si bien en la actualidad a nivel internacional existen equipos comerciales de detección de hipoacusias en neonatos, cuyos costos son muy elevados, es de interés del laboratorio desarrollar tecnología de punta, confiable y de menor costo, con la posibilidad de realizar transferencia a la industria nacional y al sector público.
La audición es la vía habitual de adquisición del lenguaje, que permite a los seres humanos la comunicación y la participación en la sociedad. El período crítico de adquisición del lenguaje comienza en los primeros seis meses de vida y se extiende hasta los dos años.
Se ha comprobado que la detección e intervención de las hipoacusias antes de los seis meses mejora el desarrollo general, personal, social, la comprensión de conceptos y de situaciones, comparados contra aquellos que son detectados después de los 18 meses. La identificación tardía implica el riesgo de un retardo en el establecimiento de las pautas para la comunicación oral y el desarrollo del lenguaje, con las consecuencias sociales que ello implica.
De acuerdo a estudios electrofisiológicos se puede concluir que el desarrollo neuronal impone que se realice una estimulación auditiva temprana, utilizando auxiliares auditivos convencionales o prótesis (implantes cocleares) lo cual permite introducir al niño en el mundo de los sonidos a una edad cronológica similar a la del niño normoyente. Sobre esta cuestión existe numerosa bibliografía e instituciones, como la American Academy of Pediatrics, que apoyan el concepto de exploración universal de la capacidad auditiva o screening auditivo universal. En la Argentina se ha promulgado la Ley No. 25415 por la cual se crea el Programa Nacional de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia.
Estimulación eléctrica funcional
Hay ocasiones en las cuales por diversos motivos, por ejemplo accidentes o tumores, una persona puede sufrir una lesión en su médula espinal produciéndose daño neurológico sólo a nivel del sistema nervioso central, conservándose intacta la inervación periférica. Es decir, la vía sensitivo-motora sufre una interrupción que determina que los impulsos generados en la corteza cerebral motora no puedan llegar al efector final que es el músculo. La Estimulación Eléctrica Funcional (EEF) intenta reemplazar la vía dañada con el fin de obtener una contracción muscular funcionalmente útil: el deseo de mover un músculo se traduce en el movimiento de otro que activa un equipo, que a su vez estimula al músculo deseado.
Tal como explicó la UNER en un informe, uno de los principales objetivos de las aplicaciones de la EEF en lesionados medulares es lograr la bipedestación y marcha domiciliaria. BioStep es un sistema de EEF para marcha, desarrollado en el LIRINS, que brinda cuatro canales de estimulación superficial (con opción a seis) para marcha de personas con lesiones medulares. “Es comandado por el usuario mediante un teclado que le permite variar la amplitud de estimulación de cada canal, iniciar paso a paso la estimulación, decidir cuándo pararse, cuándo sentarse y cuándo comenzar a caminar, entre otras opciones”, destacó la profesora a cargo del plan, Carolina Tabernig.
Según dio a conocer la docente, BioStep realiza permanentemente chequeos de seguridad que previenen situaciones de caída o fallas. Es portátil, de alimentación a baterías, bajo consumo y de reducido tamaño y peso.
En el LIRINS, se realizan además otros estudios clínicos conjuntamente con instituciones de rehabilitación de distintos puntos del país. Uno de ellos analizó los efectos que la estimulación eléctrica tiene sobre la espasticidad muscular, y actualmente se está investigando los efectos de la EEF sobre la reorganización neuronal.
Estas líneas de investigación permiten generar una base de conocimientos que fundamente los efectos observados en la clínica diaria al emplear distintas técnicas terapéuticas, y posteriormente compararlas.
http://www.clarin.com/diario/2005/11/09/conexiones/t-01086161.htm