Si bien la familia juega un rol fundamental, el clima generado entre el profesional y quien efectúa la consulta es fundamental a la hora de llevar adelante un tratamiento.
Urgente24.info
Salud | 25/11/2005
Años atrás, la relación entre el médico y el paciente solía ser cercana y fluida. En la actualidad, tanto los hospitales públicos como las clínicas privadas brindan servicios de consultorio en los que el paciente puede acceder a una consulta casi con la misma cantidad de tiempo dedicado a cada caso como sucedía antes, con el aditivo de que todos los centros de salud cuentan actualmente con los elementos necesarios para hacer estudios y diagnosticar en el momento. Hay que lograr el equilibrio entre la afectividad y el profesionalismo.
Sin embargo, y pese a todos los avances realizados en el área de la medicina, sigue siendo fundamental contar con el apoyo del médico a la hora de enfrentar una determinada enfermedad. En este sentido, se recomienda encontrar un especialista con el que sea posible establecer empatía y seguir el tratamiento con esa misma persona hasta las instancias finales del mismo.
* Las preguntas más frecuentes
En general, siempre la forma en la que se entabla la relación, depende de cuál sea el motivo de la consulta, pues si se trata de una enfermedad terminal o de estado avanzado, el paciente probablemente esté muy preocupado por saber cuáles son sus posibilidades de sobrevida, el costo de los medicamentos, los riesgos del tratamiento y los cambios que sufrirá su vida, entre otras preguntas. Si, en cambio, la consulta es de rutina o sin una causa específica, lo que va a hacer el paciente es contarle los síntomas al médico y preguntarle, ¿qué me está pasando, doctor?
En este sentido, el doctor César Blajman, médico oncólogo que se desempeña en la Clínica ISIS de la Provincia de Santa Fe, manifestó a Pro-Salud News que “en esta especialidad la relación médico paciente es bastante diferente de otras por la patología subyacente. Si bien lo ideal sería manejarse con información, explayarse y decirle al paciente toda la verdad acerca de su condición, la relación muchas veces se torna ‘mentirosa´y precaria debido a la dificultad para comunicar determinados diagnósticos”.
No obstante, sea cuál sea el motivo de la consulta, siempre es importante que los médicos tengan en cuenta las particularidades de cada uno de sus pacientes. Esto incluye no sólo su condición o el cuadro que presenta, sino también sus probabilidades concretas de llevar adelante el tratamiento en cuando a hábitos, pero también de acuerdo con sus posibilidades de acceso a la medicación. La idea siempre es entablar una relación profesional por supuesto, pero sobre todas las cosas, humana.
* El rol de la familia
La familia es el apoyo más importante con el que puede contar una persona que está enferma o bien tiene dudas acerca de su estado de salud y decide recurrir al médico. En el caso de los enfermos cuyo cuadro es muy avanzado, es usual que el paciente concurra a las consultas acompañado por algún familiar para que pueda informarse de todas las cuestiones concernientes a su estado mientras obtiene la contención adecuada. En este sentido, es fundamental brindar tanto al paciente como a sus familiares, toda la información.
Sin embargo, en determinadas situaciones, la intervención de personas del núcleo más cercano de la persona que efectúa la consulta, puede entorpecer la relación entre el especialista y el paciente.
“Muchas veces, se recibe la consulta por parte de los familiares quienes se encargan de enfatizarle al médico que no quieren que el paciente conozca toda la verdad de su condición. En esa situación, la relación se ve completamente condicionada por las decisiones de la familia y la comunicación se entorpece”, señaló el doctor Blajman y continuó: “Por eso, siempre hay que recalcar que cuando hay una buena relación entre el médico y el paciente, todo, desde la atención y la confianza hasta la posibilidad de evitar problemas legales, se facilita”.
* ¿Por qué es tan importante la empatía?
Uno de los principales desafíos de todo médico es evitar generar un diálogo con el paciente en el que prevalezca la obediencia y la sumisión, para privilegiar una relación en la cual el curso del tratamiento sea tema de discusión entre ambas partes involucradas en éste. En este sentido, es fundamental lograr establecer una relación basada en la empatía positiva entre ambas partes.
Sobre este tema, Pro-Salud News dialogó con el doctor Roger Montenegro, médico psiquiatra, vice presidente para América del Sur de la Federación Mundial de Salud Mental quien explicó que “la empatía tiene que ver con la sintonía psico-afectiva, pero también con una cuestión más visceral o ‘de piel´. El psicoanálisis afirma que todo encuentro es un reencuentro con uno mismo y con experiencias o situaciones internalizadas. Desde ese punto de vista, y partiendo de una actitud humilde y contenedora, el profesional debe generar un clima empático positivo que le permita ayudar a la persona que se presenta a la consulta para ser aliviado”.
En cuanto a la posibilidad de que se genere una relación empática negativa, el profesor Montenegro, quien también se desempeña como Director de la Carrera de Especialista en Psiquiatría del Instituto de Formación de Postgrado de APSA y Presidente de la Fundación Contener, señaló que “en ese caso, la responsabilidad es del profesional y tiene que ver con una actitud mala o desvalorizadora que se tiene frente y hacia el paciente. Para evitar la mala empatía, el especialista debe asumirse a sí mismo como una persona que también puede encontrarse expuesta a ser paciente en alguna ocasión de su vida”.
* El momento de tomar los medicamentos
En esa instancia entra a jugar otro aspecto fundamental de esta relación que intentamos abordar: la confianza. El paciente debe estar planamente seguro de la idoneidad del profesional que tiene enfrente y también debe confiar en la capacidad de éste para decidir qué es lo que más le conviene, evaluando concientemente cada situación y las variables que en ella se involucran.
En este sentido, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Michigan en USA determinó que la confianza en los médicos ayuda a los pacientes a llevar adelante sus tratamientos. Según la investigación, que consistió en analizar datos de 912 enfermos de diabetes y cuyas conclusiones forman parte de la publicación Archives of Internal Medicine, aquellas personas que manifestaron tener plena confianza en las decisiones de sus médicos de cabecera, se mostraron más conformes y tranquilos a la hora de tomar sus medicamentos, incluso cuando éstos tenían un costo muy elevado.
* La primera consulta con el pediatra
En pediatría, se da una particularidad en cuanto a la relación médico paciente, ya que no es directa, sino que se encuentra mediatizada por la intervención de los papás del niño.
“En nuestra especialidad, es posible encontrarse con tres tipos de padres: los tranquilos, los ‘intermedios´y los nerviosos, que por supuesto son los más difíciles. Para tratar con ellos, la mejor forma de bajar la ansiedad es brindarles mucha información y contarles todo lo que le está pasando al bebé o al niño. Si no hay tiempo, lo ideal es recomendarles páginas web o textos para leer”, puntualizó el doctor Diego Montes de Oca, médico pediatra.
“Si bien en la consulta de media hora no se pueden evacuar todas las dudas, es importante que los papás sepan que cuentan con el médico tanto antes del nacimiento, en cuyo caso son interesantes las consultas pre natales, como después del mismo”, finalizó el especialista.
Para mayor información:
- Archives of Internal Medicine: http://archinte.ama-assn.org
- Universidad de Michigan: http://www.umich.edu
- Sociedad Argentina de Pediatría: http://www.sap.org.ar
- Fundación Contener: http://www.contener.org
- TV Crecer: http://www.tvcrecer.com