Gerontologia - Universidad Maimónides

Diciembre 10, 2005

En busca del deseo, más allá del Viagra

El fenómeno resulta tan desconcertante, que el diario The New York Times le dedicó una nota en la tapa. Siete años después de haber irrumpido como el invento más milagroso desde el chocolate, responsable de la felicidad de millones de parejas permanentes u ocasionales, las ventas de Viagra y sus competidores -Levitra y Cialis- están registrando una caída que, entre octubre de 2004 y octubre de 2005, fue de un alarmante 10 por ciento.

La Nación
Sábado 10 de Diciembre de 2005

La evidencia se torna aún más sorprendente si se toma en cuenta que la expectativa de vida en los Estados Unidos ha alcanzado un nuevo récord, y se sitúa ahora en los 77,6 años, al tiempo que las muertes por infarto, cáncer o derrame cerebral han ido declinando en los últimos años de forma persistente.
Esto significa que la población de entre 55 y 64 años de edad, precisamente la clientela ideal de estas drogas, aumentará de 29 millones a 40 millones en 2014.
Esta perspectiva hizo que los pronósticos de venta que se formularon en 1999, cuando el Viagra llevaba apenas un año en la calle y sus ventas ya totalizaban 1000 millones de dólares anuales, rondaran, para 2004, los 4500 millones.
En cambio, el año pasado, las tres drogas combinadas vendieron por un total de 2500 millones de dólares.
Un fenómeno en baja
La explicación más simple y más reveladora de esta tendencia, según los testimonios que están recibiendo los médicos, es que después de un período de euforia por la recuperación de su energía sexual, muchos hombres dentro del grupo crítico deciden que no quieren seguir medicándose para obtener una erección.
Un factor de disuasión han sido, ciertamente, las versiones que vinculaban el uso de estas drogas con una rara forma de ceguera. Aunque esta conexión es cuestionada por algunos especialistas, la Administración de Alimentos y Drogas (FDA, según su sigla en inglés) obligó a los laboratorios a incluir una advertencia en los envases.
Pero por lo que se desprende de los testimonios médicos e innumerables cartas publicadas en los diarios, es que para muchos hombres y muchas mujeres en la tercera edad, el sexo a esa altura de la vida no merece ni la inversión ni el riesgo.
El otro grupo que evidencia signos de desinterés en la píldora, es el de los menores de 40 años, quienes las consumen como una forma de expandir la experiencia sexual y descubren que, en realidad, no hacen mucha diferencia.
Sucede que estas drogas posibilitan una erección inhibiendo una enzima que lentifica el flujo de sangre al pene, pero no incrementa el deseo sexual.
Esta circunstancia ha llevado a muchos hombres a concluir que la actividad sexual que resulta de ingerir Viagra, Levitra o Cialis tiene cierta desapasionada mecanicidad.
Pero si esto es así (y millones de satisfechos consumidores seguramente discreparán de esta percepción) no hay que desesperar: la solución parece estar a la vuelta de la esquina.
Las mujeres, en la mira
El nuevo elixir, capaz de levantar llamas de las brasas, se llama PT-141, una incolora sustancia química sintética que en estos días ha ingresado en la tercera y última fase de las pruebas clínicas antes de que sus conclusiones sean presentadas en forma oficial al FDA.
La razón del entusiasmo que campea en los laboratorios Palatin Technologies, de Nueva Jersey, es que todo cuanto se sabe hasta el momento acerca de esta droga es sumamente alentador.
A diferencia de Viagra y sus émulos, que actúan sobre el flujo sanguíneo masculino, PT-141 se aloja ahí donde verdaderamente hace falta -en el sistema nervioso central- y sirve por igual a hombres y mujeres.
La droga, que se aspira por medio de un vaporizador, es una copia de la hormona que estimula los receptores melanocitos en el cerebro, responsables del estímulo sexual y según el testimonio de algunos pacientes que participaron de las pruebas, recogidos por Julian Dibbell, de la revista New York, sus efectos son asombrosos.
"Las mujeres sienten sensibilidad en la piel y una intensa vibración, seguidas de un intenso deseo sexual; los hombres se sienten rejuvenecidos y energéticos", escribe Dibbell.
Dado que las mujeres han sido las grandes desatendidas de la revolución de la pildorita azul, la aparición de PT-141 desafía la imaginación y en términos de mercado parece incomparablemente más prometedora que sus predecesoras.
A juzgar por lo que ocurre con las ratas de laboratorio, en las que la droga provoca que la hembra comience a perseguir obstinadamente al macho en busca de sus favores sexuales, PT-141 parece tener el potencial de transformar el ritual de la conquista en direcciones inquietantes y difícilmente predecibles.

Por Mario Diament

http://www.lanacion.com.ar/exterior/nota.asp?nota_id=763609

Publicado por Licenciatura en Gerontología el día: Diciembre 10, 2005 06:09 PM