MOVILIZACIONES MULTITUDINARIAS
En Alemania, 500 mil personas les dijeron "no" a las reformas del gobierno. En Italia, cientos de miles de jubilados y pensionados tomaron la capital, y en Francia hubo una jornada de movilización por el empleo.
Araceli Viceconte
aviceconte@clarin.com
BERLIN.
Publicado en Clarin
Domingo 4 de abril de 2004
Jubilados, familias, estudiantes, inmigrantes turcos. Medio millón de personas salió a la calle ayer en Alemania para protestar contra los recortes sociales del gobierno socialdemócrata-verde. "El canciller Gerhard Schröder se tiene que ir", coreaba la multitud que recorrió Berlín al mediodía, convocada por los principales sindicatos y por ONG como Attac.
Ordenadamente, con camiones musicales al estilo Love Parade, banderas, globos y silbatos, unas 250 mil personas marcharon hacia la Puerta de Brandeburgo, en la capital alemana. Mientras, otras tantas se manifestaban en Colonia, Stuttgart y distintos puntos del país.
El lema era "Por el trabajo y la justicia social", un fuerte mensaje al gobierno liderado por el socialdemócrata Schröder. La mayoría de la población rechaza el paquete de reformas aprobado el año pasado y bautizado "Agenda 2010", que incluye la flexibilización del despido, el recorte de la ayuda al desempleo, el congelamiento de las jubilaciones y una disminución de las prestaciones de salud.
"Hay que hacer algo, no podemos quedarnos de brazos cruzados", dijo a Clarín una empleada, afiliada al sindicato de servicios Verdi. Desde un escenario cantaba el terrible grupo pop alemán Die Prinzen, y se veía alguna que otra bandera roja con la cara del Che Guevara. "Quien busque pelea la tendrá. Y a los empresarios que amenazan con llevar los puestos de trabajo al exterior les decimos: 'vamos a resistir'" , gritó el presidente de la confederación alemana de sindicatos DGB, Michael Sommer.
Los gremios, tradicionales aliados de la socialdemocracia, cortaron el romance con el gobierno y están decididos a salir a las calles otra vez el 1ø de mayo. También hubo críticas al ex director del FMI Horst Köhler, candidato a presidente alemán, siempre en campaña por la flexibilización. "No necesitamos a un jefe de Estado que pida a los gritos alargar la jornada laboral y no piensa en los que están sin trabajo", dijo el presidente del sindicato metalúrgico IG-Metall, Jürgen Peters.
En sus apariciones públicas, Schröder habla de reformar para las generaciones futuras, en un país donde la tasa de natalidad es bajísima y la longevidad muy alta. Sin embargo, la capacidad reformista de Schröder parece agotada luego de la desbandada de afiliados de su partido y su estrepitosa caída de popularidad.
Ni en el propio Partido Socialdemócrata hay consenso sobre las reformas. "Que centenares de miles de personas se manifiesten significa que la dirección tomada no tiene aceptación", dijo el diputado Ottmar Schreiner, del ala izquierda del SPD.
"Alemania tiene que hacer algo para que tengamos bienestar también mañana y pasado mañana", declaró una vez más Franz Müntefering, presidente del SPD. Müntefering sucedió al canciller Schröder en la cúspide del partido hace unas semanas, con la misión de mantener a raya a los dirigentes partidarios más díscolos.
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Los jubilados italianos invaden Roma
Julio Algañaraz
jalganaraz@clarin.com
ROMA. CORRESPONSAL
Cientos de miles de jubilados y pensionados de toda Italia (500.000 según las centrales obreras, que organizaron el mitin), marcharon en tres grandes columnas ayer por las calles de Roma hasta la plaza de la basílica de San Juan en Letrán, escenario tradicional de grandes concentraciones populares, en protesta por la política económica y la reforma de pensiones del gobierno conservador del primer ministro Silvio Berlusconi. "No llegamos a fin de mes", fue el lema más entonado por los manifestantes.
El gobierno proyecta una reforma del sistema de jubilaciones que entraría en vigor en 2008, contra la cual se han pronunciado los partidos de la oposición de centroizquierda y las centrales obreras.
Pero las protestas principales, que tenían como blanco principal a Berlusconi, apuntaban a la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y las jubilaciones en los últimos años. "Italia está atravesando un período de desarrollo cada vez más cerca de cero y se alargan las diferencias entre las zonas ricas y atrasadas del país, con un evidente estancamiento de la economía y de la producción industrial", afirmó uno de los líderes de los jubilados, Antonio Uda, de la CISL, la central obrera católica.
Las marchas contaron con la participación de muchos jóvenes. "No sé si en el futuro podremos tener una jubilación, como están yendo las cosas. Por eso venimos también nosotros a apoyar a los retirados", dijo Tiziana Bernini, una joven llegada desde Pavia, en el norte italiano.
Los sindicatos movilizaron seis mil pullmans, 15 trenes especiales y hasta dos barcos de pasajeros que trajeron desde Cerdeña a muchos jubilados.
La concentración fue muy colorida, con bandas de música, grandes muñecos, carteles que anunciaban: "¡Somos más pobres!" y miles de banderas rojas de la CGIL, la central obrera dominada por la izquierda, y con los colores de las otras centrales, la CISL y la UIL.
"Basta de mentiras, que el gobierno nos escuche. La paciencia ya se ha terminado", gritó el líder de la CGIL, Guglielmo Epifani. "O el gobierno cambia o no nos representa más", advirtió.
El clima político y social italiano está muy recalentado y en junio el gobierno Berlusconi, que en 2001 ganó las elecciones con mayoría absoluta en el Parlamento, verificará su popularidad. Los sondeos señalan un fuerte deterioro. El 12 y 13 de junio habrá elecciones administrativas y para renovar el Parlamento Europeo.
Una asociación de consumidores afirmó ayer que los jubilados y pensionados han sufrido un deterioro de 520 euros anuales en sus ingresos en los últimos dos años. "Los jubilados siempre pagamos la crisis", señalaba un gran cartel llevado por dos pensionadas sicilianas.
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Francia: por los derechos sociales
PARIS. EFE Y DPA
Miles de personas marcharon ayer en París y otras ciudades francesas dentro de la jornada de movilización por el empleo convocada por la Confederación Europea de Sindicatos (CES), aunque las protestas no alcanzaron la magnitud que se había barajado.
En Francia hay preocupación porque se da el mayor índice de desempleo de la Unión Europea entre los países grandes, 9,4%.
En la capital, se estimaron en 10 a 15 mil los asistentes a la marcha, según los sindicatos, y en 5.500 de acuerdo con la Policía. El desfile de protesta recorrió desde la plaza de la República a la Opera Garnier.
Al frente de las columnas, algunos de los principales dirigentes sindicales llevaban una pancarta en la que se leía "Juntos en París y en Europa por el empleo, los derechos sociales, la protección social y los servicios públicos".
Los sindicalistas lanzaron sus mensajes sobre todo en dirección del nuevo gobierno francés, remodelado tras la derrota electoral sufrida por la derecha francesa en la segunda vuelta de las elecciones regionales de hace una semana. Pero también hubo reclamos al resto de los responsables europeos, para pedir una política de empleo a escala de la UE que contemple las necesidades de la clase trabajadora.
Allí estaban los líderes de la Confederación Francesa de Trabajadores ( CFDT), Franois Chereque; de la Unión Nacional de Sindicatos Unitarios (UNSA), Alain Olive, o el de la Federación Sindical Unitaria (FSU), Gérard Aschieri. El secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) había viajado a Berlín, invitado allí para participar en la marcha que se celebró en la capital germana. Pero asistieron otros dirigentes cegetistas.
También en Lyon, Ille, Burdeos o Marsella hubo caravanas por el empleo y la seguridad social