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Mayo 26, 2004
El uso del audífono abre expectativas y soluciones

Encarar un tratamiento hipoacúsico enfrenta distintas realidades. La mayor parte, naturalmente, origina temores en materia de salud. Luego se genera un planteo de orden social y en el medio aparecen los costos económicos.

LA CAPITAL (Mar del Plata)

Para los pacientes no es fácil encarar un tratamiento hipoacúsico, que lleve a quien padece el problema a mejorar su nivel de audiencia. Ese es el objetivo central. Pero a veces aparecen factores de distinta índole. Hay temores en pacientes grandes y chicos y se enfrentan a una nueva circunstancia en su convivencia social por la sordera. Otro elemento clave resulta la situación económica y los costos que se deben enfrentar en el núcleo de la familia. El medio ambiente con una clara tendencia a agigantar los niveles de ruidos causan molestias generales que conducen en las grandes ciudades como Buenos Aires a temer por el futuro de saluyd de sus habitantes.

La adquisición de un nuevo audífono supone un importante paso para oír mejor. El éxito en su uso depende, en gran medida, del esfuerzo personal. Se necesita motivación, perseverancia y paciencia.

La adaptación requiere alrededor de tres meses de práctica continua, pero el tiempo puede variar según el tipo y grado de su pérdida auditiva, la causa de su hipoacusia, su edad y su capacidad de adaptación. No se desanime si le lleva más tiempo obtener un buen rendimiento.

Empiece a usar sus audífonos solamente durante períodos cortos e incremente paulatinamente el tiempo de uso.

Inicie las prácticas en ambientes tranquilos y explore poco a poco las situaciones de audición dificultosa.

Es conveniente que siga los siguientes pasos:
* Reconocimiento de los ruidos simples de su hogar.
* Reconocimiento y control de la correcta intensidad de su voz.
* Conversación con una persona.
* Conversación en grupos.
* Reconocimiento de los ruidos al aire libre.

Una vez finalizado el período inicial de adaptación es importante que use su audífono durante todo el día. Debe aprender a ignorar los ruidos de fondo que no desea percibir y para lograrlo previamente debe oírlos. La utilización poco frecuente del audífono impedirá obtener todo el beneficio posible.

Lo que puede esperar del audífono

Al comenzar a usar audífono percibirá más sonidos que antes e incluso con sonoridad "diferente". Forma parte del proceso de adaptación el acostumbrarse a ello.

El audífono no le devolverá una audición normal. Pero en muchos casos le ayudará a oír y distinguir sonidos en diferentes situaciones de comunicación.
Con el audífono percibirá más ruido ambiental del que es oído por cualquier persona con audición normal. La práctica le permitirá seleccionar los sonidos significativos que quiera oír.

Los audífonos no podrán ayudarlo a entender palabras que vengan desde otra habitación. El habla que llega de lejos pierde intensidad y claridad.

Puede ocurrir que oiga pero no entienda el mensaje. El entender una conversación pone en juego dos facultades: la habilidad para detectar los sonidos del habla y la de interpretar. Esto significa que aunque el audífono amplifique todos los sonidos, su eficacia puede verse limitada por si incapacidad personal para comprender el mensaje que contiene la conversación.

El tiempo de vida útil de sus audífonos dependerá de diferentes factores: del cuidado que Ud. les dé, de la limpieza periódica por parte del técnico, de su entorno de trabajo, de las condiciones climáticas, de su transpiración. Cuando el audífono empiece a ser costoso en reparaciones, quizás sea una buena indicación de que se necesita uno nuevo.

La vista podrá ayudarle a entender el lenguaje. Muchos sonidos difíciles de distinguir mediante un audífono, quizás le resulten más claros si los combina con la lectura de los labios. Cuanto más hábil sea en esta aptitud, mejor podrá llenar os vacíos que se le crean por su audición deficiente.

El mayor provecho del audífono lo obtendrá en ambientes tranquilos y con un solo interlocutor. Es posible que se sienta insatisfecho cuando intente seguir una conversación en lugares ruidosos o en grupos.

Escuchar la televisión y la radio podrá resultarle dificultoso. El habla grabada no es clara y los efectos sonoros pueden tapar la conversación. Otras veces los actores tienen acento extranjero.

Pruebe escuchar noticieros, ya que los locutores hablan claramente y eso le facilitará la comprensión del habla.

Cuidado y Mantenimiento del audífono

La humedad, el polvo o la suciedad, las temperaturas extremas, el cerumen y el manejo inadecuado pueden dañar el audífono y acortar su vida útil.

- Cerumen
Si el cerumen se introduce en el molde puede obturar el canal para el paso del sonido disminuyendo la amplificación real. En el caso de audífonos intracanales también puede corroer los componentes electrónicos.


De ahí la necesidad de limpiar e molde del audífono retroauricular así como el audífono intracanal.

- Polvo y Suciedad
El polvo y la suciedad de introducen en la caja del audífono, pudiendo descender considerablemente el rendimiento del mismo. Por lo tanto es importante el siguiente cuidado diario:

* Antes y después de usarlo limpielo externamente con un paño suave, un papel tissue o un cepillo especial generalmente provisto por el fabricante. Puede utilizar algún spray desinfectante especial para audífonos.
* No use elementos punzantes para sacar la suciedad de las partes abiertas. No limpie la abertura del micrófono ni la salida del sonido.

Temperaturas extremas

Las temperaturas extremas pueden afectar el rendimiento del audífono y/o dañar la caja, especialmente si las variaciones son bruscas y reiteradas. Para evitarlo es necesario que siga las siguientes indicaciones:

- Guárdelo a temperatura ambiente normal.
Si es verano no lo deje durante mucho tiempo bajo los rayos del sol.
No lo ponga cerca de estufas o superficies calientes ni en la guantera o asiento del auto en un día caluroso.
No lo exponga al aire del secador de pelo.
Resguárdelo del frío intenso.

Humedad
Para evitar daños en el audífono tenga en cuenta las siguientes indicaciones:
* Manipúlelo con las manos secas.
* No lo limpie con líquidos.
* No lo exponga a la lluvia.
* Quíteselo al bañarse, afeitarse o lavarse la cara. También al utulizar spray o tintura para el cabello, perfumes, lociones y repelente de mosquitos.
* En épocas de calos intenso séquelo varias veces por día con un papel tissue o una gamuza.
* Cuando no lo use abra el compartimento para la pila, de modo que la humedad pueda evaporarse.
* Todas las noches colóquelo dentro de un recipiente conteniendo elementos deshidratadores. Recuerde sacar la pila.

Pilas
Existen diferentes tamaños de pilas para satisfacer los requerimientos de potencia de cada uno de los audífonos. Las pilas más usadas son las de zinc-aire pues su vida útil es mayor. Se distinguen porque tienen un papel autoadhesivo adherido a su cara positiva. Recién cuando se quita dicho papel, las pilas entran en contacto con el aires exterior y se activan. Espere 30 segundos en colocarla en el audífono.

Tenga en cuenta las siguientes indicaciones respecto a las pilas:
* Evite que se toquen entre sí o con otros objetos metálicos pues se descargan.
* Manténgalas en su envase original hasta el momento de su utilización.
* Guárdelas en un lugar fresco y seco.
* Déjelas fuera del alcance de niños y animales domésticos.
* No use la pila si está húmeda o cubierta por un polvo blanco.
* Quítela del audífono durante el tiempo que no lo usa.
* La vida útil de la pila depende de su tamaño físico, de la cantidad de potencia que requiere el audífono para compensar su pérdida auditiva y de las horas de uso.
* En general, la pila muere súbitamente una vez que su potencia está consumida. Si no quiere esperar que la misma se agote, cámbiela cuando al subir el volumen éste no aumenta lo suficiente o si percibe distorsión.
* Tenga siempre a mano una pila de repuesto.
* No mezcle las pilas viejas con las nuevas.
* No guarde las viejas como repuesto. Las pilas normales no se recargan.

Indicaciones sobre el molde
Es conveniente la renovación periódica del molde/carcasa, a fin de mantener un correcto ajuste del mismo. Varias condiciones indican esta necesidad:
Cambio significativo del peso corporal
Modificación del nivel de pérdida auditiva
Deterioro o rotura del molde/carcasa
Estiramiento de los tejidos del conducto auditivo externo.
Crecimiento, en el caso de los niños

En líneas generales deberá rehacerse el molde cuando éste queda flojo o si se producen frecuentes silbidos (acople). Comúnmente los niños requieren su cambio cada tres a seis meses en los primeros años de vida, y más adelante cada seis meses. Los adultos, en cambio, cada año o año y medio.

Enviado por Prensa el: Mayo 26, 2004 04:34 PM
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