Los ganadores de un Oscar en Hollywood viven un promedio de cuatro años más que el resto de los actores. Los empleados públicos de más alto rango gozan de mejor salud y de un tiempo como jubilados más prolongado que quienes están por debajo. Los doctores en filosofía tienen más probabilidades de sobrevivir a los artistas plásticos y la gente que deja la universidad con una licenciatura bajo el brazo vive más años que la que abandona sus estudios a los 16 años. Así lo asegura Michael Marmot, epidemiólogo en el University College London que analizó la conexión entre la salud y el status social.
Tim Radford THE GUARDIAN. ESPECIAL
Clarin
09.06.2004
En todo grupo —desde los empleados públicos de Whitehall (Londres) a las tribus de mandriles de Africa— el nivel de status social sirve de guía sobre la salud.
"Las jerarquías son algo inevitable. Pero la forma cómo esas jerarquías se traducen en diferencias para la salud es la cuestión crucial", dice Marmot.
Lo que más importa, según asegura Marmot en su libro Status syndrome (El síndrome del status) es la relativa desigualdad de una sociedad. Cuanto más coherente sea una cultura en lo social, menor será la brecha en ex pectativa de vida. En los EE.UU., uno de los países más ricos del mundo, la expectativa de vida es de 76,9 años. En Cuba, uno de los más pobres, es de 76,5. En la ex Unión Soviética, la expectativa de vida cayó siete años en poco más de siete años después de la introducción de un capitalismo de libre mercado.
En un recorrido entre el centro de Washington y el condado de Montgomery, en el estado de Maryland, la expectativa de vida aumentaba un año por cada kilómetro recorrido. Se percibió una brecha de 20 años entre un hombre negro pobre en un extremo del viaje y otro blanco, rico, en el otro.
Aun en Gran Bretaña, siempre según Marmot, un viaje en el subterráneo de Londres puede registrar un cambio en la expectativa de vida de un año por cada estación que se pasa. Las diferencias en expectativa de vida entre dos municipios —los elegantes Kensington & Chelsea y el más humilde de Tower Hamlets— son de cerca de seis años.
Traducción: Silvia S. Simonetti