Se presentó en París un nuevo estudio
Los trastornos aparecen después de los 70
* El 70% de los adultos hipertensos es hospitalizado por alguna disfunción
* Pueden presentarse inconvenientes de memoria, razonamiento o atención
La Nación
Martes 15 de Junio de 2004
PARIS.- En el congreso de la Sociedad Europea de Hipertensión, que en estos días se realiza en esta ciudad, uno de los temas que comienzan a despertar interés entre los cardiólogos es la reducción de la capacidad cognitiva de las personas con hipertensión.
Según la doctora Françoise Forette, de Le Groupe Hospitalier Broca, el 70% de los adultos hipertensos son hospitalizados por alguna disfunción cognitiva durante la evolución de la enfermedad. Si bien puede comenzar con inconvenientes mínimos de razonamiento, memoria, atención, la falta de tratamiento puede inducir a la demencia.
Durante una de las conferencias realizadas ayer, a la que asistieron principalmente especialistas jóvenes en hipertensión arterial, se presentaron trabajos de investigación cuyos resultados coincidieron en que el mejor camino para la prevención es el tratamiento de la hipertensión, la protección vascular y el uso de bloqueadores de los canales de calcio de las paredes arteriales.
"Se estima que el tratamiento de 1000 pacientes hipertensos durante cinco años puede prevenir 20 casos de demencia", señaló el doctor Olivier Hanon, del Club de Cardiólogos Jóvenes especializados en Hipertensión de esta ciudad.
Un estudio realizado a 988 adultos mayores hipertensos evaluados neuropsicológicamente demostró que en el 53% la reducción de la capacidad cognitiva fue menor debido a que cumplía con el tratamiento recetado más antagonistas del calcio. El funcionamiento cognitivo del 21% de los participantes del estudio era normal, mientras que el 43% padecía Alzheimer. La edad promedio era de 78 años, el 66% era de sexo femenino y el 54% cumplía con un tratamiento antihipertensivo recetado.
Desde el auditorio, el doctor Willem Birkenhäger, profesor de medicina de la Erasmus University, en Holanda, seguía los detalles de las presentaciones. Birkenhäger fue un precursor de la investigación sobre las consecuencias de la hipertensión en la capacidad cognitiva.
"Hay un mayor interés por la investigación científica en esta área -señaló en diálogo con LA NACION-. El problema es que es muy difícil realizar estudios precisos, ya que las evaluaciones del funcionamiento cognitivo no pueden ser realizadas por cualquier profesional." El camino para la evaluación no es complejo: se utiliza un examen estandarizado que, según el puntaje obtenido por el paciente, debe complementarse con técnicas más refinadas y una comprobación morfológica del cerebro mediante exploraciones por imágenes.
"Y esto es mucho pedir para los departamentos de investigación de enfermedades cardiovasculares, lo que es una deficiencia en el tema -dice el doctor Birkenhäger-. Otra es la elección de los medicamentos para el tratamiento: suelen ignorarse las diferencias entre los distintos tipos disponibles de antihipertensivos y su influencia en la preservación de la función cognitiva. En los únicos estudios clínicos que presentaron una mejoría en la prognosis, aparecen los antagonistas de calcio, que demostraron proteger el centro típicamente involucrado en el mantenimiento de las funciones cognitivas."
Catástrofe clínica
Para el investigador, la hipertensión puede disminuir notablemente la capacidad cognitiva de una persona en un período de entre siete y veinte años. De ahí la insistencia en la jornada de ayer de no separar el proceso de la hipertensión del de la disminución de la capacidad cognitiva.
"En teoría, podría ser promisorio que al llegar a los 75 años, y sin importar la presión arterial, se organice una terapia preventiva con antagonistas de calcio. Es más, ahora que lo menciona, estoy tentado de hacerlo, ya que estoy llegando a la edad de disminución de la capacidad cognitiva", dice con humor.
Para ser tan trascendente en la calidad de vida, especialmente a partir de los 70 años, el mecanismo por el que los vaivenes de la presión arterial afectan el funcionamiento del cerebro es bastante sencillo. Con la hipertensión disminuye la llegada de sangre a los distintos órganos, entre ellos el corazón y el cerebro. Para Birkenhäger, el problema se ha convertido en una catástrofe clínica con efectos sociales.
"Cientos de miles de personas en el mundo sufren y sus familias padecen el dolor de sus consecuencias -dice con vehemencia ante el avance de un mal desatendido-. Actualmente, no hay estudios que comparen las distintas edades en las que se realizan tratamientos antihipertensivos con la disfunción cognitiva en el largo plazo. "Debo confesar que la industria farmacéutica ya no está interesada en este tema y el financiamiento de los estudios debe contar con apoyo de los gobiernos. Espero que esto suceda."
Por Fabiola Czubaj
Enviada especial
Amlodipina v. valsartán
PARIS (De una enviada especial).-Uno de los estudios que más expectativas despertaron entre los 7850 especialistas en hipertensión que recorren las salas del Palacio de Congresos, a sólo pasos del río Sena, es el Value, que evaluó el comportamiento de dos de los fármacos antihipertensivos más utilizados: amlodipina y valsartán. El objetivo planteado por el doctor Stevo Julius, investigador principal del trabajo en el que participaron más de 900 investigadores y 15.245 pacientes mayores de 50 años y de 934 centros de salud en 31 países, fue comparar durante seis años la efectividad de los fármacos entre sí. Ambos redujeron el riesgo de desarrollar diabetes, aunque el valsartán lo hizo un 23% más con respecto a los resultados de la amlodipina. "Debido a que los tratamientos para la hipertensión demostraron que pueden aumentar el riesgo de diabetes, este hallazgo es muy significativo en este momento en el que la prevalencia de la enfermedad sigue aumentando", señaló el doctor Julius.
http://www.lanacion.com.ar/04/06/15/sl_610341.asp
Enviado por Licenciatura en Gerontología el: Junio 15, 2004 07:13 AM