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Julio 05, 2004
La edad de la razón

palacios.JPGA los 70, Alicia Palacios dice que le gustaría volver a tener 35 años. "Sería más audaz", afirma

En esta nota, hablan los lectores. Algunos tenían 35 cuando la Revista nació. Otros, en cambio, llegaron al mundo con ella. ¿Cómo era entonces y cómo es ahora llevar esa edad en la que confluyen juventud y madurez? Aquí, algunas respuestas

La Nación Revista
Domingo 4 de Julio de 2004

balbiani.JPGA los 35, Antonio Balbiani vivía días "perfectos" de trabajo en el campo, sin las urgencias y el apuro de hoy

Autopista, cajero automático, audio y video digital, Internet, microondas, pañal descartable, tarjeta de crédito, teléfono celular. Ninguna de estas cosas era aquí parte de la vida cotidiana en 1969, en una Argentina cuya paz social se encontraba en jaque. En un país que había empezado su descenso en el mapa mundial.

La Revista quiso averiguar cómo era tener 35 años entonces, y cómo es llevarlos hoy. Conversó con personas comunes, con sus lectores, argentinos que repasaron, desde su experiencia, cómo cambiamos.

Los que hoy tienen 70 extrañan el romanticismo, el cortejo amoroso, los viajes en tren por el interior del país. Los que hoy acusan 35 hablan de hacer lo que quieren, no sólo lo que deben. Y de la dificultad para lograr un equilibrio entre miles de obligaciones.

Todos celebran que las relaciones entre el hombre y la mujer sean más auténticas y menos victorianas; y que los códigos entre padres e hijos se hayan vuelto más flexibles.

Agradecen las maravillas de la tecnología, pero hay algo que los asombra más: que la paz social y la equidad aún sigan siendo, en el planeta y en este país, algo parecido a la ciencia ficción.

Mabel Morrone

"A los 35 años, tengo una energía increíble"

Tener mi edad es estar en un momento buenísimo: hay mucho por delante, pero uno ya sabe cómo va su vida", dice Mabel Morrone, las manos en la panza de cinco meses donde anida su cuarto hijo. Licenciada en administración de empresas, ella viene de una esforzada familia de inmigrantes y trabaja de manera independiente. "Aunque mi mamá no trabajó, quisiera transmitir a mis hijos algo que tuve y sigo teniendo: la presencia permanente de ella. Me da mucha seguridad y protección."

Cuando Mabel era chica, el barrio privado donde vive, en la zona norte del Gran Buenos Aires, ni siquiera existía como concepto. "No soy una obsesiva de la seguridad. Pero me deja más tranquila vivir acá cuando mis hijos están en casa y yo no", dice. Lleva 10 años casada y define su relación con una frase: "Caminamos por el mismo camino". Tuvo la opción de hacer las valijas. "Decidimos quedarnos. En este país están nuestras raíces, cultura y esencia. Pero me preocupa la falta de trabajo y de oportunidades, el estado de los centros de salud y la justicia vulnerable que tenemos", dice.

Se levanta temprano, lleva a los chicos al colegio y va a su oficina. Trata de volver para la merienda, cuando ellos llegan. Los sábados y domingos se instalan todos en una chacra, reciben amigos, pasean a caballo y se desenchufan del estrés cotidiano. "Estoy en miles de cosas. Todos me preguntan cómo hago. Pero, a los 35, tengo una energía increíble."

Antonio Balbiani

"Veo a los de 35 en una carrera contra el tiempo"

Hace 35 años, Antonio Balbiani abría la ventana y el sur de Córdoba se extendía frente a sus ojos como una frazada de alfalfa. Entonces era un hombre de campo, ya tenía una hija y un bebe en camino, recuerda hoy desde su living del porteño Barrio Norte. "Una vez cambié un pañal", dice, como trofeo memorable de esos tiempos en que Carola, su mujer, aún no bebía de las mieles del shopping ni de la tarjeta de crédito y los varones cortejaban a las damas. "Queríamos que la novia fuera pura y virgen hasta el matrimonio. Hoy eso no les interesa ni a ellas ni a ellos, y se casan más grandes."

¿Qué le preocupaba entonces? "Estaba concentrado en que el campo rindiera. Mi mujer se ocupaba de los chicos. Todos los días eran perfectos: me levantaba temprano, arreglaba el molino o me ocupaba de la hacienda. Administraba un campo y los negocios eran de palabra; no había que sacar números exactos, como ahora, con todo planificado por computadora y conectado por celular", compara .

Los fines de semana veía a sus amigos. "No existían el apuro y la urgencia actual. Aunque ahora se vive más, veo a los de 35 en una carrera contra el tiempo. Antes no tenías casa propia hasta los treinta y pico. Hoy parece que si no te los comprás rápido, después es todavía más difícil", dice.

A los 70, sigue teniendo muchas actividades y amigos. "Y pensar que en 1969 tenía un tío de más de 50 que me parecía muy mayor, y decía con llegar como él, suficiente", suspira.

Alicia Palacios

"Una mujer de 35 hoy tiene la vida por delante"

Cuando cumplí los 35 yo era una señora que estaba en la mitad de la vida y tenía tres hijos. Hoy, una mujer de esa edad es una chica con el futuro por delante", comenta Alicia Palacios, cuatro nietos y aritos varios trepados al lóbulo de la oreja. Entonces era docente, soñaba con una casa más grande y estaba preocupada por la educación de sus hijos. "Alcanzaba con que fueran a la escuela y aprendieran un idioma. Podían moverse solos. Hoy las de 35 están convertidas en remiseras de sus chicos, preparándolos para un mundo que quién sabe cómo será", deja picando. "Hoy todos están muy ocupados. Las chicas de 30 van y vienen: el trabajo, los chicos y sus actividades, el gimnasio, un curso. Es agotador. No sé si son felices, pero no se puede juzgar; es muy algo personal", reflexiona Alicia en su departamento de Morón, la ciudad de toda su vida.

"En aquel momento, el sexo no estaba tan expuesto. Los hombres eran más masculinos y las mujeres, más femeninas. Te casabas para toda la vida", dice. Aunque ella ganaba su sueldo, su marido hacía el aporte más importante y tenía la última palabra. Divorciada, a los 70 Alicia no es nostálgica ni cree que todo tiempo pasado fue mejor. "Las relaciones se emparejaron. Cuando mi yerno vuelve del trabajo en auto, llama a su casa y pregunta si compra el pan", dice con evidente satisfacción.

Cree que hace 35 años el país ya se había empezado a derrumbar. "Eramos de clase media. Teníamos coche y confort básico: televisor, licuadora y lavarropas. Esperábamos mejorar la vivienda. Se aceptaban mejor las diferencias, y en la política había más tolerancia. Ahora se habla mucho del amor y poco del respeto", subraya con énfasis esta descendiente de vascos.

"En 1969 éramos más románticas, leíamos más poesía. A las amigas las veíamos en el club, con toda la familia. ¿Si me gustaría tener 35 años hoy? ¡Claro! Sería más audaz, estudiaría más cosas, me ocuparía más de mí. Yo no me daba cuenta de si era linda o fea, joven o señora. Pero ahora veo más a mis amigas que cuando tenía la mitad de mi edad actual."

Jorge Giacos

"Los hombres ganamos con los cambios: cocino y me encanta"

Cuando nací, Montoneros planeaba el secuestro de Aramburu. Ahora te secuestran por otras causas y al voleo." Jorge sabe lo que es caminar de madrugada en calzoncillos por un camino de tierra, con la punta de una pistola en la nuca. A los 35 años ya vivió cuatro robos y un secuestro exprés. "La inseguridad es una de las peores cosas que nos tocan vivir. Estamos recogiendo los frutos de la falta de educación de las últimas décadas. Si no se revierte eso, no se puede cambiar nada", afirma. Gerente de comercialización, Jorge siente que sus 35 años son diferentes, por ejemplo, de los de sus padres, llegados de Grecia tras la Segunda Guerra Mundial. "Una de las cosas que más cambiaron es la comunicación padre-hijo. Estoy feliz del papá que tengo, pero antes la comunicación era más distante."

Planea casarse a fines de año con su novia, abogada, con quien convive. "Los hombres ganamos con los cambios. Cocino y me encanta; no es una obligación. Cuando tenga hijos y cambie pañales, lo haré con gusto", fantasea. En los últimos años, confiesa, empezó a valorar otras cosas, además del trabajo, que lo absorbió a los 20: el yoga, el fútbol, los amigos y las escapadas para hacer rafting o esquí.

Mónica Pucheta

"A los 35, logré hacer lo que me gusta"

Está segura. "No podría tolerar el modelo de matrimonio de hace 35 años, cuando el marido mandaba y la mujer tenía que aceptar. Yo lo consulto, le pido opinión, y le estoy agradecida. No me dice lo que tengo que hacer", aclara Mónica Pucheta. Antes de conocer a su pareja, con quien tiene dos hijos, fue madre soltera. "A los 35, estoy cumpliendo lo que quería: ser mujer, ser mamá, sostener un matrimonio feliz, desarrollar mi costado espiritual y tener un trabajo que me gusta, después de pasar por tantas cosas", dice.

A partir de los 11 años cuidó chicos, cocinó y ayudó a limpiar en casas de familia. Siempre hizo cursos y hoy es animadora de la juegoteca de la Fundación Crear Vale la Pena. Compara: "Mi mamá trabajaba en una fábrica de colchones, sin descanso, y veía poco a sus 10 hijos. Yo puedo hacer las cosas que me gustan. Me las arreglo para que todo marche como un relojito". Esto implica a veces llevar y traer a los hijos de la escuela, en Escobar, a la casa de su madre, en Beccar; ir al trabajo, en Boulogne; ocuparse de su beba de 6 meses, y llegar para cocinar la cena con su marido, ingeniero agrónomo desocupado. "Veo mucha gente que se conforma con las migajas y 150 pesos de un plan. Yo hace un año no tenía este trabajo y estuve al borde de la desesperación. Por poco pido un plan, aunque va contra mis principios. Hay que educarse y armar proyectos", afirma.

Le preocupan las cosas que pasan con los jóvenes, el alcoholismo en los chicos. "También me preocupa la seguridad. Si pasa algo, nadie se mete, como si sólo importara la integridad personal", sostiene. Y la tranquiliza transmitir a sus hijos "que la situación económica puede cambiar; pero uno tiene que estar bien".

Sonríe: "A los 35, logré lo que quería: trabajar con chicos, ayudar a que otros tengan una oportunidad, y que me la den a mí". Y sueña que su marido pueda conseguir un trabajo "que lo dignifique a él y a nuestra familia".

http://www.lanacion.com.ar/suples/revista/0428/sr_615085.asp

Enviado por Licenciatura en Gerontología el: Julio 5, 2004 06:44 AM
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