Gerontología - Universidad MaimónidesGerontología - Universidad Maimónides
Julio 15, 2004
Todo por Amor, todo por los abuelos

Ana Beatriz Moreira y Ernesto Pidal cuentan que han escuchado a abuelos decir que iban al médico solamente para poder hablar con alguien. Para que alguien, aunque sea para medirles la presión, los agarre fuerte de un brazo. Por eso, Ana y Ernesto remarcan que el principal objetivo del centro de jubilados Todo por Amor es "sostener un lugar de encuentro para compartir" direccionado fundamentalmente a los adultos mayores.

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En Todo por Amor, entonces, los abuelos festejan cumpleaños, juegan a las cartas, charlan, se divierten. Es decir, se juntan. Y además, acceden, ellos y sus familias, a numerosos servicios, como apoyo escolar, asesoría jurídica, cursos de corte y confección, psicología, clases de gimnasia y yoga y turismo.

"En estos últimos años el vértigo, correr atrás de las urgencias, las dificultades económicas, la falta de empleo, potenciaron muchos conflictos, obligaron a que la mujer, la mamá, salga más a una función de trabajo. Y eso trajo aparejado que la posición del abuelo sea distinta: de ser un referente paulatinamente fue pasando a un lugar cada vez más reducido, menos considerado. Inclusive, en muchos casos, con separación física, con cambios de casa o los geriátricos. Es como que el abuelo pasa a ser un estorbo, una molestia", indica Ernesto. "No hay un sistema que tenga en cuenta los derechos de los viejos. No hay a quién recurrir por sus problemas", agrega Ana. Y aclaran: "estamos hablando de que no hay lugares que den respuestas, porque lugares de pura burocracia hay muchos".

Todo Por Amor surgió hace cinco años a partir de un grupo de vecinos que comenzaron a reunirse en la casa de Ana, en Juan Manuel de Rosas al 2100. "Nace por la inquietud por la problemática de la tercera edad. Es decir, desde el abuelo, hacerle valer y respetar sus derechos, fundamentalmente en lo que hace a la salud, pero con el criterio de integrarlos", cuenta Ernesto. "Nos tocaron años donde la crisis comenzó a manifestarse con la falta de trabajo y los gravísimos problemas de salud, con la falta de prestaciones de las obras sociales, los problemas del Pami", repasa luego. Y vuelve sobre la filosofía de la organización: "desde un primer momento se buscó que sea un lugar de encuentro para compartir en familia. Es retomar un poco la aspiración del adulto mayor respecto de lo que se piensa y se entiende como familia. Hoy los cambios sociales hacen que haya habido una transformación, ni buena ni mala. Pero el concepto y la conformación de la familia es distinta a la que podía existir treinta o cuarenta años atrás, de la familia grande, en la que el abuelo era más escuchado y se sentía parte. Eso hace que necesite un lugar para expresarse, para divertirse, para desahogarse. Y hay que tener en cuenta, si esto lo proyectamos a futuro, que las expectativas de vida son cada vez mayores. La cantidad de adultos mayores es cada vez más significativa y representativa y como país no estamos estructurados ni para considerarlos ni para darles una respuesta. Como pasa en tantos órdenes, esto es como que nos pasa por arriba".

Ana refuerza la idea de que falta una política –"un sistema", dice ella- que tenga en cuenta el tema de los más grandes. Y señala que los problemas de los abuelos tienen que ver muchas veces con la incomprensión familiar, ante la que no tienen a quién recurrir. "Por ejemplo: les dicen, si la casa es muy grande, para qué te vas a quedar a vivir acá, que hacés vos solo acá adentro. Y son sus olores, es su taza rota, su pava, su mate. Entonces, no hay respeto al viejo. Y no hay un organismo donde uno pueda dirigirse si sabe qué está pasando con un viejo. Nosotros somos un centro chico, no sabemos de leyes, sí de brindar servicio. Y como institución sabemos de la vida del abuelo porque viene a jugar a las cartas, se queda, cuenta", explica Ana, que entonces pide que el Estado utilice –"utilice en el buen sentido de la palabra", aclara- a organizaciones como Todo Por Amor.

Otro de los problemas, que marca Ernesto, es el que les surge por la zona en que desarrollan su labor. "Tenemos que definir qué se entiende por necesidad –puntualiza-. Uno de los problemas fundamentales que encontramos cuando vamos a hablar y surge la ubicación geográfica de nuestra institución es que nos dicen ustedes qué saben de necesidades. Vayan a las villas, a las zonas marginales. El entorno nuestro está compuesto por lo que llamamos los nuevos pobres. Esa clase media que con sacrificio tenía su casita, se compraba el autito, pensaba en las vacaciones, hacía estudiar al hijo. Por la crisis, no solamente hay un retroceso en el poder adquisitivo sino mucha gente que se ha quedado sin trabajo, ha tenido que cerrar el negocio. Es un sector que no es demandante, no sale a quemar cubiertas ni a hacer un piquete, pero se encierra en su casa, se culpa de por qué no puede mantener su familia. En ese aspecto el Estado cumple una función de asistencialismo pero no de contención. Es como que las ongs trabajamos no solamente la asistencia sino también la contención. Es como que el Estado le tiene que dar al que no tiene nada. Es como decir andá degradándote, retrocediendo en la escala social, y cuando no tengas nada vení que te doy algo". En este sentido, Ana pone el ejemplo de las pensiones a los mayores de 60 y 70 años: "están bien, son bárbaras. Pero no incluyen a personas que tal vez pudieron llegar a tener una propiedad, pero se quedaron sin ingresos y no pueden pagar los impuestos. Y no le dan la pensión porque es propietario de una casa. Muchas veces esas personas realmente no tienen: no se pueden comer las paredes".

Aunque señalan las dificultades, Ana y Ernesto no dejan de mencionar las satisfacciones que les genera la labor que desarrollan y se deshacen en agradecimientos y elogios a la colaboración de un grupo de jóvenes voluntarios, estudiantes universitarios, que llegaron a la organización a partir de una convocatoria a través de la página solidaria del diario La Capital. Los voluntarios son veinteañeras y veinteañeros que garantizan distintos servicios para los abuelos, con los que comparten tiempo y espacio por encima de las diferencias de edades.

En cuanto a cómo mejorar lo que hacen, en Todo por Amor reivindican la necesidad de que las diversas organizaciones sociales se junten para potenciar su trabajo. En función de ello, el centro se sumó a la Federación Rosarina de Organizaciones no Gubernamentales (Frong) que está tramitando su personería jurídica y agrupa a unas doscientas asociaciones y fundaciones. A cargo de la presidencia de la Federación está la fundación Fraternitas, y Ana cuenta con orgullo que la secretaría de la entidad fue encomendada a Todo por Amor.

Con la participación en la Federación y con la voluntad que no les falta, en el Centro confían, además, en cumplir lo que llaman "un sueño": la instalación de una Granja de los Abuelos, que primero brinde espacio a los adultos mayores los fines de semana y que luego se transforme en un centro de día. Para la granja ya cuentan con un terreno que les fue cedido en comodato, y el objetivo es tener allí una huerta orgánica, aves de corral, un horno de barro e instalaciones adecuadas para que los viejos la pasen bien y le ganen la batalla a la cara urbana de la soledad. Para la granja, cuentan Ana y Ernesto, les hace falta de todo. Así que queda hecha la invitación a la comunidad para acercar muebles, herramientas, materiales de construcción, tejidos de alambre y demás.

"Uno inició esto por el nombre que tiene: por amor –resume Ana en el final de la charla con enREDando-. Yo estoy volcada a mis hijos y al centro de jubilados. Dios me dio la posibilidad de no tener que salir corriendo atrás de un sueldo para poder alimentarme o que mis hijos estudien. No estoy corriendo atrás de la urgencia personal. Entonces me dedico a full a esto. Devuelvo todo eso que tengo con este trabajo".

CENTRO DE JUBILADOS Y PENSIONADOS TODO POR AMOR
La Paz 692 – Rosario
Teléfono: 0341-4824459
todoporamor@eldigital.com.ar

http://www.enredando.org.ar/des-colizqabajo.shtml?x=13556

Enviado por Licenciatura en Gerontología el: Julio 15, 2004 04:59 PM
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