Avance contra el infarto
Permite detectar qué lesiones de las coronarias tienen mayor riesgo de causar un coágulo
* La placa que concentra más calor e inflamación es más peligrosa
* Es un método experimental
* Ayudaría a decidir qué tratamiento conviene más a cada paciente
La Nación
Jueves 5 de Agosto de 2004
Cualquier proceso inflamatorio incrementa la temperatura de la zona afectada. ¿Ocurrirá lo mismo dentro de las arterias del corazón, cuando algún ateroma (o placa de grasa) se inflama y aumenta el riesgo de que se rompa la fina capa que la recubre y expulse su contenido a la circulación, poniendo a las personas al borde del infarto?
La respuesta es sí.
La comprobación viene de la mano del "catéter termómetro", un dispositivo que mide la temperatura en el interior de las arterias ocluyendo por algunos segundos la circulación (un fenómeno que naturalmente "enfría" el árbol arterial) y ofrece información que puede anticipar la severidad del ateroma o la obstrucción detectada.
Durante una sesión del X Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Cardiología Intervencionista (Solaci), que concluye mañana en Buenos Aires, el doctor William O´Neill, director de Cardiología del Beaumont Hospital de Michigan, Detroit, EE.UU., presentó las características fundamentales de este aparato, del que es diseñador.
-Desde hace algunos años sabemos que la inflamación influye en el riesgo de ruptura de la placa de aterosclerosis, y está vinculada con la temperatura -dijo el cardiólogo, que nació en Ecuador y a los 6 años emigró al país del Norte-. Hasta ahora había instrumentos para medir el interior de las arterias, pero no lograban la precisión de éste, que detectó placa aterosclerótica de hasta 39°. Además, también permitió hallar placas de distinta temperatura en un mismo paciente: la placa más caliente sería de formación reciente y más riesgosa o vulnerable, en tanto que la placa más fría, una lesión más antigua y de menor gravedad.
O´Neill agregó que el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) había realizado una investigación sobre 15 pacientes para demostrar la utilidad del aparato.
"A partir del próximo año, pondremos en marcha un protocolo más ambicioso entre 100 y 200 pacientes con indicación de angioplastia [un procedimiento para desobstruir arterias] -dijo el doctor Jorge Belardi, director del Departamento de Cardiología Clínica e Intervencionista del ICBA-. El dispositivo creado por el doctor O´Neill es un método experimental que podría determinar la relación entre la temperatura de la placa aterosclerótica, el uso de un stent con fármacos [una malla metálica que abre arterias y además libera medicamentos] y la posibilidad de que el vaso vuelva a obstruirse."
O´Neill indicó que existen fuertes sospechas acerca del vínculo entre una placa más caliente y el riesgo de que, una vez liberada la arteria de la obstrucción, se produzca reestenosis, una nueva obstrucción.
"Los stents con fármacos -dijo Belardi- solucionan en gran parte este problema, pero en nuestro país su utilización no supera el 15% de las cerca de 2000 angioplastias anuales."
En los EE.UU., en cambio, más del 70% de las angioplastias se realizan con stents con fármacos, que cuestan unos 2800 dólares, en tanto que los comunes, 700. "La Argentina -dijo el cardiólogo de los EE.UU.- es un escenario ideal para comprobar la utilidad de medir la temperatura arterial y sobre esa base indicar un stent medicado en aquellos pacientes con placa más riesgosa y vulnerable: eso evitaría nuevas obstrucciones y re intervenciones."
William O´Neill, por otra parte, es un conocido investigador de la generación de nuevo músculo (miocardio) y vasos (venas y arterias) en los casos en que un infarto ha dañado el órgano que bombea sangre hacia todo el organismo.
"Un infarto puede causar la muerte de hasta el 40% del músculo cardíaco -dijo el cardiólogo-. Después de varios estudios que mostraron los límites de las drogas para «revivir» el corazón, en la actualidad existen cada vez más investigaciones que prueban la utilidad de las células stem [inmaduras, con capacidad para convertirse en cualquier célula] de la médula ósea del propio paciente para introducirlas en la zona dañada, a través de una intervención a cirugía abierta o mediante un catéter, y logran la reconstrucción de nuevo tejido y vasos sanguíneos, siempre que se aplique dentro de los 14 días de producido el infarto."
O´Neill aclaró que, en lugar de las células stem embrionarias, que plantean grandes dificultades en materia ética, las stem de médula del propio paciente no generan conflictos en este nivel, y prometen convertirse en el método de reparación por excelencia de los corazones rotos del futuro.
El doctor Conrad Simpendorfer es un cardiólogo chileno que, desde hace más de 30 años, vive y trabaja en los Estados Unidos, concretamente en la Cleveland Clinic, con sede central en Ohio, donde dirige el Centro Internacional.
"Mi función -explica durante el X Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Cardiología Intervencionista (Solaci)- consiste en coordinar las consultas que se reciben desde el extranjero, que oscilan entre 5500 y 5800 anuales. Hasta el atentado de septiembre de 2001, la mitad de quienes consultaban eran de origen árabe, pero ahora encabeza la lista América latina, aunque la proporción de argentinos que solicitan una segunda opinión o deciden tratarse en la Cleveland Clinic, es muy baja, porque el nivel de los profesionales locales es excelente, al igual que la tecnología."
El médico dijo que la cardiología intervencionista (que realiza intervenciones mínimamente invasivas, sin "abrir" al paciente, y por vía endoscópica) avanza a pasos agigantados. "Desde hace cuatro años, en los EE.UU. -explicó- la angioplastia comenzó a superar al by pass. Es que la situación cambió con los stents medicados, que disminuyeron el riesgo de nuevas obstrucciones o reestenosis, principal complicación de la angioplastia. Ahora, hasta se están perfeccionando técnicas de reemplazos o reconstrucciones de válvulas cardíacas por vía percutánea."
Por Gabriela Navarra
De la Redacción de LA NACION
http://www.lanacion.com.ar/04/08/05/SL_624699.asp
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Métodos menos invasivos
Los avances son en esa dirección
El doctor Conrad Simpendorfer es un cardiólogo chileno que, desde hace más de 30 años, vive y trabaja en los Estados Unidos, concretamente en la Cleveland Clinic, con sede central en Ohio, donde dirige el Centro Internacional.
"Mi función –explica durante el X Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Cardiología Intervencionista (Solaci)– consiste en coordinar las consultas que se reciben desde el extranjero, que oscilan entre 5500 y 5800 anuales. Hasta el atentado de septiembre de 2001, la mitad de quienes consultaban eran de origen árabe, pero ahora encabeza la lista América latina, aunque la proporción de argentinos que solicitan una segunda opinión o deciden tratarse en la Cleveland Clinic, es muy baja, porque el nivel de los profesionales locales es excelente, al igual que la tecnología."
El médico dijo que la cardiología intervencionista (que realiza intervenciones mínimamente invasivas, sin "abrir" al paciente, y por vía endoscópica) avanza a pasos agigantados. "Desde hace cuatro años, en los EE.UU. –explicó– la angioplastia comenzó a superar al by pass. Es que la situación cambió con los stents medicados, que disminuyeron el riesgo de nuevas obstrucciones o reestenosis, principal complicación de la angioplastia. Ahora, hasta se están perfeccionando técnicas de reemplazos o reconstrucciones de válvulas cardíacas por vía percutánea."
http://www.lanacion.com.ar/04/08/05/SL_624698.asp
Enviado por Licenciatura en Gerontología el: Agosto 6, 2004 09:31 PM