Todos sabemos que con el transcurso de los años las capacidades funcionales comienzan a disminuir. En las ultimas décadas observamos un fenómeno social común a todo el mundo, que es el aumento del envejecimiento de la población.
Prof. Alicia H. Zanellato
zanelopez@yahoo.com.ar
Publicado en Señoras & Señores- Edición 2 – Mayo 2004
Órgano de difusión de la Asociación de Geriatría y Gerontología de Mar del Plata.
Esto requiere una reflexión profunda, ya que la sociedad no puede propiciar un aumento de la esperanza de vida si no lleva implícito un compromiso previo respecto a prestación de servicios que deparen un envejecimiento con independencia y autonomía. La calidad del envejecimiento depende de factores propios del individuo o endógenos y de factores ambientales externos o exógenos. Lo que afecta no es la conducta cotidiana el organismo con su medio, sino sus facultades, sus posibilidades de enfrentarse a una situación insólita tanto de origen biológico, psicológico o social y saber o poder aprender a adaptarse a ella.
Con el aumento de la edad se producen desbalances en el equilibrio, el aparato muscular baja su calidad y función, hay menor densidad y mayor fragilidad ósea, por lo tanto es importante que se logre una mayor adaptación osteo-articular, cadiovascular y respiratoria.
Un trabajo de ejercicios físicos programados, regulares, moderados y continuados hacen que una persona tenga una mejor calidad de vida aunque aumente su edad. Sin realizar actividad física, una persona muy sedentaria, tiene un incremento en los porcentajes de morbilidad y mortalidad, presenta cambios acelerados en su composición corporal y en su postura, pudiendo llegar a tener un mayor deterioro fisiológico que lo lleve a una dependencia y/o invalidez prematura.
La actividad física ayuda a prevenir la enfermedad, ya que se acompaña paralelamente con un menor riesgo de enfermedades crónicas, entre ellas enfermedad coronaria, hipertensión arterial. diabetes mellitus, osteoporosis, obesidad, dislipemias, síntomas depresivos, estrés. Todo programa de actividad física con adultos mayores debe tener en cuenta los siguientes objetivos generales:
r Aumentar el nivel de autonomía (física y psicológica): prevenir el sedentarismo, retardar la dependencia y retrasar el deterioro de capacidades funcionales y aparición de algunas patologías.
r Mejorar el equilibrio emocional: mejorar la autoestima, proporcionar bienestar y placer (físico y psicológico), capacitar la adaptación a nuevas situaciones.
r. Potenciar la sociabilidad: prevenir el aislamiento y la soledad, fomentar hábitos positivos de salud, aplicar lo aprendido en las clases a las actividades de la vida diaria.
r. Educar para el tiempo libre.
r. Fomentar hábitos positivos de salud.