El experimento se hizo en el prestigioso Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York. Se probó que de las células madre extraídas de embriones humanos pueden surgir neuronas productoras de dopamina, un neurotransmisor que se pierde cuando hay Parkinson.
Clarín 17/08/2004
Un equipo de científicos ha logrado crear neuronas humanas capaces de segregar una sustancia química ausente en la enfermedad de Parkinson a partir de células madre embrionarias, dando una nueva esperanza terapéutica a los enfermos.
Los trabajos realizados por el equipo de biólogos dirigido por el doctor Lorenz Studer, del laboratorio de células madre y biología tumoral Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York fueron publicados en la página Web de la Academia de Ciencias de Estados Unidos (www.pnas.org).
El estudio demuestra por primera vez, in vitro, que la evolución de células madre extraídas de embriones humanos se puede dirigir selectivamente para conseguir neuronas productoras de dopamina, el neurotransmisor ausente en la enfermedad de Parkinson.
Esta es una enfermedad neurodegenerativa, descripta en 1817 por el médico británico James Parkinson. Se caracteriza por los temblores de los miembros en reposo, rigidez muscular y lentitud en los movimientos. Afecta a entre el 1 y el 2% de la población de más de 65 años, pero puede afectar a gente más joven.
La enfermedad de Parkinson, para la que hay predisposiciones familiares y genéticas, se explica químicamente por la destrucción de unas células nerviosas, neuronas que producen la dopamina, situadas en una estructura cerebral llamada "sustancia negra". La dopamina es el neurotransmisor que facilita la ejecución de todos los movimientos.
En la síntesis del estudio se lee: "La disponibilidad de un número ilimitado de neuronas (que producen dopamina del cerebro medio) es el primer escalón hacia la exploración del potencial de las células madre en modelos preclínicos de la enfermedad de Parkinson".
"Este sistema experimental también proporciona una poderosa herramienta para probar el mecanismo molecular que controla el desarrollo y la función" es esas neuronas.
Lograr guiar de forma tan concreta la especialización de esas células madre embrionarias, potencialmente susceptibles de dar lugar a todas las variedades de células que forman nuestro organismo, es uno de los grandes retos científicos para llegar a concretar su utilización terapéutica, por ejemplo, en forma de trasplante.
"Es una etapa clave. Este resultado era indispensable para todo test preclínico", declaró a la agencia France Press el primer firmante del artículo, el biólogo francés Anselme Perrier.
"El funcionamiento de esas neuronas —aclaró Anselme Perrier— se ha probado in vitro (verificación de la actividad eléctrica de las células, de la producción de dopamina)".
Los resultados fueron confirmados en tres tipos distintos de células madre humanas y dos de monos. "Ahora queda efectuar los tests en animales, los ratones y luego los monos", agregó Perrier, quien trabaja en el laboratorio del prestigioso equipo de Marc Peschanski (Inserm) para la investigación del Parkinson.
La posibilidad de disponer de cantidades casi ilimitadas de neuronas dopaminérgicas marca la primera etapa.
"Una célula madre embrionaria permite obtener aproximadamente diez mil neuronas, y un recipiente de cultivo (de alrededor de 6 centímetros de diámetro) de esas células, un millón", según Perrier.
Si los ensayos resultan concluyentes, el siguiente paso consistiría en implantar las células directamente en una región concreta del cerebro por medio de una neurocirugía. Experiencias anteriores permitieron obtener en ratones de laboratorio células del Sistema Nervioso Central, pero ninguna pudo lograr una diferenciación tan precisa que permitiera disponer de un tipo concreto de neuronas humanas.