Gerontología - Universidad MaimónidesGerontología - Universidad Maimónides
Septiembre 23, 2004
Nunca es tarde para hacer vida sana

CUATRO ESTUDIOS REALIZADOS EN LOS ESTADOS UNIDOS

Dieta, caminata, poco alcohol y cero tabaco bajan a la mitad el riesgo de muerte. En la tercera edad reduce incluso los riesgos cardíacos, de cáncer y de demencia.

Rob Stein THE WASHINGTON POST
Clarín
23.09.2004

Nunca es demasiado tarde para comer bien y hacer ejercicio todos los días, según cuatro nuevos estudios. Un estilo de vida saludable puede generar efectos benéficos para el cuerpo y la mente, aun entre las personas de la tercera edad.

Los cuatro estudios difundidos este martes en EE.UU. descubrieron que estos efectos benéficos se extienden hasta la tercera edad, reduciendo los riesgos de contraer cáncer, enfermedades cardíacas y demencia.

Uno de los estudios descubrió que la gente mayor que seguía una dieta saludable, hacía ejercicio con frecuencia, bebía alcohol con moderación y no fumaba redujo más de la mitad su riesgo de morir, mientras que otro llegó a la conclusión de que el mismo tipo de dieta mejoraba la función vascular y reducía la inflamación. Los otros dos estudios arrojaron la prueba más contundente hasta la fecha de que una simple caminata diaria ayuda a mantener en buen estado la mente y a alejar la demencia, incluido el Alzheimer.

"El mensaje más importante para la población es que la combinación de todos estos factores puede surtir un impacto enorme", dijo Perry Hu, especialista en medicina geriátrica de la Facultad de Medicina de la Universidad de California, Los Angeles.

En el primer estudio, que fue el más vasto realizado hasta la fecha para determinar los efectos para la salud entre los mayores del estilo de vida, los investigadores siguieron de cerca durante 10 años a 1.507 hombres sanos y a 832 mujeres de entre 70 y 90 años en 11 países europeos.

Quienes seguían los estilos de vida más saludables tenían un 50% menos de probabilidades de morir por cualquier causa. Esa vida saludable consistía en seguir la "dieta mediterránea", rica en granos, aceite de oliva, verduras, frutas y pescado y pobre en carne y productos lácteos. Incluía también 30 minutos de actividad física moderada por día, como la caminata, el consumo de nada más que dos o tres vasos de alcohol por día y nada de cigarrillo.

Cada una de esas opciones individualmente redujo entre un tercio y un quinto el riesgo de muerte. El 60% de las muertes fueron atribuidas a no seguir este estilo de vida.

Kim T.B. Knoops, de la Universidad Wageningen, de Holanda, quien coordinó el estudio, asegura: "esto le está diciendo a la gente que aun cuando sean mayores deben prestar atención a la dieta, al consumo de alcohol y a la actividad física y no fumar".

El segundo estudio, basado en la dieta Mediterránea, descubrió que ésta mejora la función de los vasos sanguíneos y reduce la inflamación en gente que sufre del denominado síndrome metabólico, que aumenta el riesgo de diabetes y enfermedades cardíacas.

Los dos estudios restantes figuraron entre los primeros en seguir grandes cantidades de mujeres y hombres de la tercera edad para averiguar si la actividad física que realizaban actuaba sobre su salud mental.

En el primero de ellos, siguieron de cerca a 16.466 mujeres que tenían entre 50 y 60 años al momento de inicio.

Cuando estas mujeres llegaron a sus 70 y 80 años, las que realizaban mayor actividad física, incluida la caminata, tuvieron un rendimiento llamativamente superior en los tests que midieron su nivel de aprendizaje, de memoria y de atención.

En el segundo, los investigadores siguieron de cerca a 2.257 hombres de entre 71 y 93 años y analizaron específicamente la relación entre la caminata diaria y el riesgo de demencia. Los que menos caminaban tenían el doble de posibilidades de contraer demencia y Mal de Alzheimer.
TRADUCCION: Silvia S. Simonetti

Enviado por Licenciatura en Gerontología el: Septiembre 23, 2004 06:49 AM