Gerontología - Universidad MaimónidesGerontología - Universidad Maimónides
Octubre 01, 2004
Palabras

Aunque la felicidad es nuestro estado natural, hemos sido educados para sentirnos más cómodos con la infelicidad. Aunque resulte extraño, no estamos acostumbrados a la felicidad. Muchas veces no sólo nos parece poco natural, sino inmerecida. Esta es la razón de que, a menudo, pensemos lo peor de los demás o de las situaciones que vivimos. Debemos esforzarnos en sentirnos bien y comprometernos a encontrar la felicidad.

La Nación
Viernes 1 de Octubre de 2004

Parte de nuestra tarea consiste en aceptar la creencia de que encontrar la felicidad es, en primera instancia, el propósito de la vida. Muchas personas rechazan esta idea y la consideran egoísta y desconsiderada. Pero, ¿cuál es la causa de este rechazo? Cuando somos felices nos sentimos culpables y nos preguntamos por qué hemos de buscar la felicidad cuando hay tantas personas que son menos afortunadas que nosotros o, como dijo alguien de un modo terminante: "¿Por qué habríamos de ser felices?"

Recordemos que cuando somos felices podemos dar más a los que sufren. Cuando tenemos lo suficiente y estamos satisfechos, no actuamos desde la necesidad o porque nos falta algo. Sentimos que tenemos suficiente y de sobra para dar a los demás, que podemos compartir algo más de nuestro tiempo, dinero y felicidad.

En realidad, las personas auténticamente felices son las menos egocéntricas. Suelen compartir su tiempo de forma voluntaria y hacen servicios. Con frecuencia son más amables y cariñosas que las personas desdichadas, y perdonan y se preocupan por los demás. La infelicidad conduce a un comportamiento egoísta, mientras que la felicidad aumenta nuestra capacidad de dar. La verdadera felicidad no es el resultado de un suceso ni depende de las circunstancias. Nosotros, y no lo que ocurre a nuestro alrededor, determinanos nuestra felicidad.

La doctora Elisabeth Kübler-Ross nació en Zurich en 1926. Preocupada por la situación de los enfermos terminales, dedicó su vida a transformar la actitud ante la muerte, "una parte de la vida". Es autora de libros como Sobre la muerte y los moribundos , Los niños y la muerte y Lecciones de vida , del que publicamos un fragmento. Murió en agosto último en su casa del desierto de Arizona.

http://www.lanacion.com.ar/641034

Enviado por Licenciatura en Gerontología el: Octubre 1, 2004 10:33 AM